viernes, agosto 26, 2011

Corrupted - Garten Der Unbewusstheit (2011)

Quién iba a decirnos que tras varios años en absoluto silencio, iban a volver a la palestra una de esas bandas cuya música transmuta su sonido hacia algo más que una sucesión de melodías bien encajadas. Corrupted es el claro ejemplo de la palabra "actitud". Ya en su día hablé de ellos extensamente hará un año atrás aquí. Siempre bajo la tutela del Sludge y el Doom, pero con unos ideales y una imagen claramente cosechados del mismísimo Grindcore primerizo, con unas letras en castellano (además de también tenerlas en inglés y japonés) que son todo un golpe de estado contra la política de hoy en día, y de los sucesos que enturbian la paz humana y que son escondidos para luego echar tierra encima de ellos, esta banda japonesa lleva desde su comienzo experimentando una evolución en su sonido cada vez más notoria, pasando de la rabia insostenible hacia pasajes cada vez más calmados y tranquilos. El Mundo Frío vendría a ser la confirmación de este hecho, compuesto por un solo tema que era todo un mundo, en donde diversas atmósferas y ambientes se entrecruzaban y se daban el relevo durante el transcurso de éste. Hoy por fin puede uno, tras varios años entre éste último trabajo y algún que otro tema suelto en forma de EP, disfrutar de esta delicia de banda que vuelve a confirmar dos cosas: primero, que cada vez están más lejos de los Corrupted que eran en un principio, y segundo, que tienen un talento innato para conseguir separarnos de la vida real del día a día y meternos en un mundo donde la nada y la desolación reinan e imperan a sus anchas.

Garten Der Unbewusstheit (curioso que el título sea en alemán, que viene a decir algo así como "El Jardín de La Inconsciencia") es ya una dimensión paralela a lo que ya conocíamos de la banda anteriormente, pues aquí lo que más predomina son los elementos del Funeral Doom Metal, y claro ejemplo de ello lo presenta Garten, con una pasividad y una atmósfera pasmosa que se va condensando y engrandeciendo a medida que éste transcurre. Comenzando con una calma absoluta, poco a poco el tema se va alzando cada vez más, mediante unos pasajes y unas melodías que se intercalan con la épica (sic) que va aumentando desde el instante en que escuchamos a Hevi hacer acto de escena con su aplastante voz. El transcurso de dicho tema, de cómo van tocando las notas de guitarra poco a poco con una melodía oscura, y de cómo va Chew acariciando los platillos de su batería con un ambiente sobrecargado de fondo, hace recordar al transcurso más calmado de los Disembowelment, lo cual no me extrañaría para nada.

Una vez se va acercando éste al final, da entrada a Against The Darkest Days, un tema de casi 5 minutos que circunscribe una línea marcada por un acústico relajado y triste, y que marca el espacio entre el tema que sucede y al que precede, que curiosamente recibe el título de Gekkou No Daichi. Para algunos le resultará extraño, pues ya existía un tema con el mismo nombre en Se Hace Por Los Suenos Asesinos, sin embargo no tiene nada que ver con éste, pues mientras el tema original se basaba en un relajado paso similar al de Against The Darkesst Days que te hacía disfrutar de un agradable amanecer, esta versión, aunque pueda sonar similar al principio, empieza a transformarse en un impresionante tema con una fuerza y unas melodías increíbles que van poco a poco extrayendo tu alma hasta dejarte completamente vacío. En su más de media hora de duración, la banda da lo mejor que ha podido dar de sí nunca con un tema cargado de sentimiento y que se expresa y se nota en todos y cada uno de los elementos que se llegan a percibir en éste, poniendo una base muy simple que se repite en todo el trayecto y la cual adornan con multitud de detalles que hacen de este tema un claro ejemplo de lo que tiene que ser la música en sí: un medio de expresión. Y así, como si de una tormenta de arena que arrasa con todo, no queda nada tras su paso, dejándonos a la intemperie.

Un disco que tristemente se convierte en el último trabajo para Hevi y Talbot, pues han decidido dejar la banda definitivamente. Muchos años pesan para la banda ya, pero no por ello quiere decir que sea su fin. De momento, sólo queda disfrutar indefinidamente de una nueva maravilla más.

Puntuación: 10/10

jueves, agosto 25, 2011

Obsequiae - Suspended In The Brume Of Eos (2011)

Siempre he pensado que, dentro del Folk Metal, existen dos variantes: los grupos Power Metal o kalitmoxeros disfrazados de este estilo (o de Viking Metal en su variante) como Korpiklaani, y aquellos que siempre han sentado las bases de éste en el estilo del que derivó, es decir, del Black Metal. No es la primera vez que lo digo, ni será la última, y lo cierto es que he acabado cogiéndole tirria a los grupos del primer caso, pero cuando se te presenta cualquier grupo de la segunda opción es todo un goce en la mayor parte de los casos. Y para suspiro de uno, lo que viene a continuación se engloba dentro del segundo caso.

Obsequiae se forma en 2007 en Estados Unidos cuando la banda Autumnal Winds (formada mucho tiempo antes, en 1998) decide cambiar su nombre a la banda que son hoy día. No sólo cambian su nombre, sino que además deciden dar un giro a su sonido para adentrarse en un Black Metal muy afincado a las raíces folclóricas del pasado, siendo Suspended In The Brume Of Eos la culminación de este cambio tras una demo homónima. Lo que uno se encontrará en este disco es un trabajo cuidado como si de su propio hijo se tratara, y eso se nota claramente en los arreglos que iremos encontrando poco a poco a medida que éste transcurre. Comenzando por un sonido muy pulido para este tipo de sonido, fundamental para percibir todos los elementos que componen dicho trabajo, en donde todos y cada uno de los instrumentos se perciben a la perfección (incluido bajo, sí). Esto es de vital importancia, pues de otra manera no se obtendría la esencia que consigue transmitir Obsequiae a través de su música. Y es que la manera de conjugar sus riffs con una pegada y una fiereza sin igual, aderezados con las melodías folclóricas que adornan indiscutiblemente el disco, hacen que el grupo, de una manera u otra, se vea muy relacionado con grupos como Windir por esa manera de hacernos evocar a la propia naturaleza sin dejar nunca de lado la capacidad que puede brindar el Black Metal para componer unos riffs aplastantes, todo ello intercalado con temas que hacen a modo de interludios de una manera u otra. La voz es otro aspecto a considerar mucho, pues aunque pueda parecer extraño, hay varios momentos que recordará a más de uno a Varg Vikernes en su época del Det Som Engang Var. Muestra de ello se puede notar en Atonement, las similitudes son bastante claras. Temas como Altars Of Moss, la gran In The White Fields o The Wounded Fox demuestran la capacidad a la que puede llegar a la banda, aunque bien es cierto que el nivel decrece violentamente en los últimos temas, donde parece que pierden un poco el fuelle.

Una buena manera de advertirnos de que el Verano se acaba y con ello llega el Otoño, no sea que algunos aún se queden en esta época. Un disco con estilo y bien cuidado.



Puntuación: 7'25/10

miércoles, agosto 24, 2011

Circle Takes The Square - Rites Of Initiation (EP) (2011)

Al final voy a tener que preocuparme con esto de los EP's, pues en este año parece que he esperado más de los que podría haber deseado en toda mi vida. Si hace no mucho hacía mi primera reseña de un EP en el foro con el Sleep Paralysis de Brutality Will Prevail, hoy le toca el turno a algo más que un simple Extended Play: es nada menos que el regreso de una banda que dio mucho de qué hablar hace años atrás, exactamente en 2004 cuando lanzarían su primer trabajo, As The Roots Undo.

Circle Takes The Square surgió allá por el año 2000 en el Estado de Georgia. Por aquel entonces nadie se imaginaría que un grupo como éste recogería la esencia del Screamo (e incluso por momentos, del Emoviolence) de los 90's propio de los Orchid y grupos derivados, sino que además se atreverían a exprimirlo mediante unas composiciones y ritmos enrevesados y complejos que transformarían el estilo en una auténtica locura mental. Así como si de unos 1905 metidos en una centrifugadora se trataran, CTTS lanzaban, tras algunos toqueteos previos aquí y allá (entre los que se incluye un split con Pg.99), su disco debut que suponía todo un viento de aire fresco a la cara de Screamo en donde lo experimental y lo progresivo se daban de la mano, conformando temas con una complejidad que se escapaban del entendimiento humano, y donde todo eran subidas y bajadas de revoluciones pero a una velocidad vertiginosa, en pos de una técnica y una mala baba que haría dejar en paños menores a cualquier osado.

Pero claro, parece que se tomaron unas vacaciones bien largas tras ello, pues después de su As The Roots Undo no se volvió a saber nada más de su actividad, hasta el punto de pensar muchos de que se habían retirado... hasta este año, que parece ser que han vuelto a dar señales de vida, exhalando un nuevo aliento vital que se traduce en un nuevo disco, titulado Decompositions: Volume I, y que está previsto para ver la luz en Noviembre de este año. Mucho ha tenido que pasar para que este nuevo trabajo pueda surgir definitivamente, hasta el punto de pedir donativos a sus seguidores para poder sacar el trabajo hacia delante (no me parece muy agraciado esta decisión, pero bueno...), pero parece que ya está todo listo para engendrar la nueva bestia parda.

Pero para ir abriendo boca a todos aquellos que esperaban con ansias lo nuevo de estos chicos, han decidido lanzar un EP a modo de "adelanto" de lo que vendrá a ser su próximo disco. Éste, conformado como capítulo y titulado Rites Of Initiation, encierra 4 temas que lo más seguro contendrá Decompositions: Volume I, y que da una muestra de por dónde irán los tiros con su nuevo trabajo. Y el resultado es nada menos que unos CTTS con las pilas más cargadas que nunca, solo que con algunas variaciones que se perfilan en mayor presencia de medios tempos y en tránsitos más relajados, pero manteniendo siempre el sello distintivo de la banda, el cual se traduce en unas ejecuciones rápidas y caóticas a doble voz entre Drew Speziale y la bajista Kathy Coppola, a través de una técnica y una complejidad desmesuradas.

El EP arranca con Enter By The Narrow Gates, tema que ya se podía escuchar en sus adelantos anteriores, y el cual ya comienza mostrando ese ambiente relajado (dentro de lo que se entiende como "relajado" en CTTS), y que se va perfilando en pequeños tránsitos propios del Post-Rock, pero siempre bajo la manta característica propia del grupo, y donde destaca sobre todo por la variedad de voces que presenta el tema, que va desde los más calmados a los más rabiosos, ya bien sea a través de Drew o de Kathy. Tras este, llega Spirit Narrative, que rompe con toda la calma para mostrar el verdadero rostro de la banda, que va desde unos riffs rápidos y contundentes sin tiempo a descanso, al continuo cambio de voces entre los dos pilares básicos de la banda ya mencionados, dejando claro que a pesar de todos estos años, la banda nunca ha perdido el norte para nada.

Luego llega Way Of Ever-Branching Paths, donde se podría decir que es la fusión de los dos temas mencionados anteriormente, en donde los pasajes más calmados se intercalan con puros arranques de odio descontrolado. Y ahora es cuando suelto la mayor bizarrada que uno jamás esperaría escuchar (o leer): ciertos riffs en la guitarra me hacen incluso recordar a los Mastodon del Crack The Skye. La manera en cómo suenan las guitarras, más cómo van intercalando los ritmos en todo momento junto con esa técnica tan fuera de control que muestran, me recuerda a los arranques más rápidos de los mastodontes en su trabajo del 2009, todo esto hasta que estalla todo por los aires y reina de nuevo la tranquilidad mediante unos pasajes calmados para ir subiendo nuevamente los decibelios poco a poco.

Y finalmente cierran con The Ancestral Other Side, el tema que más me sobra en el EP, sobre todo en los últimos minutos, donde se vuelven tan locos que al final no sabes ni qué demonios estás escuchando. En ese aspecto podrían haber descartado ese tema y podrían haberlo bordado sólo con los 3 anteriores, pero me temo que este último es la oveja negra del trabajo, lo cual le resta varios puntos.

Un buen "preview" para ir calentando al personal antes de la llegada inminente de su nuevo disco, y con ello quién sabe, del propio apocalipsis. Y lo cierto es que tras éste, uno preferirá que no haya nada más después.



Puntuación: 7/10

martes, agosto 23, 2011

Ghost Brigade - Until Fear No Longer Defines Us (2011)

Antes de empezar con la entrada de hoy, quiero anunciar algunas actualizaciones nuevas:

- En primer lugar, he habilitado un correo electrónico para todo aquel que quiera enviarme un mensaje directo respecto al blog. No creo que vaya a explotarme la bandeja de entrada de la noche a la mañana, pero nunca está de más tener siempre un e-mail a disposición del público, así muestro algo más de "profesionalidad". Todos los detalles se encuentran en la columna de la derecha.

- En segundo lugar, me he tomado el lujo de crear una página Facebook del blog en donde iré poniendo las actualizaciones de éste además de otras cosas exclusivas de la propia página. Podéis entrarn en él haciendo click en el logotipo de Facebook que se encuentra a la derecha. Quizás en un futuro haga un grupo del blog en LastFM, que suele tener más acogida al ser una página dedicada exclusivamente a la música, pero de momento os dejo mi cuenta de LastFM por si alguien desea añadirme a su lista (y así observar lo perro verde que soy en cuanto a gustos musicales). Todo ello, en el logo de la derecha.

Y ya por fin podemos empezar a dar guerra desde por la mañana, y hoy lo hago con nada menos que lo nuevo de una banda que poco a poco va escalando la cima del Death/Doom hasta ponerse a la altura de bandas como Swallow The Sun o Novembers Doom, porque desde luego capacidades no le faltan. Confirmados para el próximo Madrid Is The Dark Fest con grupos de la talla de Ahab, 40 Watt Sun o Skepticism (al que me temo que tendré que quedarme también en tierra firme, maldita isla...), estos fineses ya mostraban agallas por 2007 con su colosal Guided By Fire, en pos de un Doom/Death que se desmarcaba de todos los grupos preconcebidos anteriormente para introducir pasajes más progresivos y de esta manera ir por donde les llevara el viento. Dos años después lanzarían su segundo trabajo, Isolation Songs, que despejaría toda sospecha de aquellos quienes posiblemente no quedaran conformes con lo que mostraron en su anterior entrega, otra recompensa que llevarse a casa. Ahora, vuelven a la carga con su nuevo disco, Until Fear No Longer Defines Us, en donde queda más claro los detalles del Doom/Death, pero sin dejar nunca de lado ese lado melódico y progresivo que hace de Ghost Brigade una banda única aún dentro de un terreno infectado de bandas del mismo estilo. De alguna manera u otra, han logrado encajar las últimas piezas del rompecabezas que le faltan para obtener el sonido perfecto, obteniendo así el equilibrio perfecto entre lo melódico y lo descomunal. Y es que Until Fear No Longer Defines Us está plagado de auténticos hits que destacan enormemente por la capacidad de atraerte cual sirena a su marinero a través de unas dulces melodías que te mecen como si de un recién nacido fueras. Comenzando desde ya con In The Woods con una pasmosa tranquilidad donde la paz campa a sus anchas en todo el transcurso del tema que te irá introduciendo a través de las guitarras y de la implacable voz de Manne Ikonen, que deja bien claro que tiene una voz que se induce en tu subconsciente de manera implacable como si de un virus letal se tratara, para romper con toda esa paz con Clawmaster, donde muestran un ejercicio de puro Doom/Death, un tema al que no le falta nada de ello, con el añadido de los elementos relajados de Ghost Brigade. En ese aspecto podría decirse que tienen ciertas similitudes con los últimos Paradise Lost, pero es que estos fineses muestran una capacidad para hacerlo tan suyo que al final acabarás olvidándote de los ingleses para centrar toda tu atención en la espectacular supernova que supone la música de estos chicos que estalla a cada momento de manera esporádica.

Todo lo que viene a continuación es un compendio de grandes temas que no dejarás de tararear una vez escuchados, y que van desde auténticas bombas detonadas como Traces Of Liberty con una fuerza y unos riffs ultra-vitaminados que aplastarán tus sentidos a golpe de guitarra y batería, hasta hitos que pasarán a la posterioridad como Divine Act Of Lunacy, que casi podría decirse que es un tema de radiofórmula por lo pegadizo que resulta dicho tema, sin dejar de mencionar a Breakwater, que con sus casi 9 minutos de duración se convierte en el tema más completo de todo el disco y quién sabe si de toda su discografía hasta ahora, con un comienzo más que grandioso y un desarrollo apabullante que va por pasajes insólitos que te harán sentirte dentro de un sueño y que se entremezclan con momentos que harán agitar la melena de más de uno al viento, todo ello calculado con milimétrica precisión para que nada se salga fuera del tiesto.

Toda una señor obra que se cascan estos señores y que más de uno disfrutará este Diciembre en Madrid cuando pongan un solo pie en el escenario, dispuestos a hacer vibrar hasta las ramas de los árboles más lejanos. Disfrutad de ello, pues.



Puntuación: 9'5/10

lunes, agosto 22, 2011

Today Is The Day - Pain Is A Warning (2011)

Quién le iba a decir a uno que este año nos brindaría nada menos que lo nuevo de un peso pesado como puede ser Today Is The Day. Convirtiéndose con el paso de los años en todo un referente de la enfermedad y lo malsano a efectos musicales, este proyecto perpetrado por el demente de Steve Austin se ha columpiado siempre en su particular parque de atracción podrido y abandonado donde la oscuridad y lo oxidado se torna en un putrefacto sonido que haría enloquecer hasta al mismísimo Diablo. Varias son las joyas que ha facturado la mente de este hombre, entre ellas la que ya se comentó en su momento aquí, y después de Axis Of Eden, maravilla de unos y decepción de otros, nadie sabía con qué nos vendría la próxima vez que volviera a pisar un estudio... hasta ahora, que finalmente ha concebido su nuevo retoño, bautizado como Pain Is A Warning, y que desde luego es, como mínimo, anecdótico.

Contando en esta ocasión con nada menos que Curran Reynolds y Ryan Jones, batería y bajista respectivamente de la banda Wetnurse, Steve Austin parece que le ha pasado algo que nadie jamás se habría esperado de él. Como bien diría el compañero Eraser de The Elementary Revolt: Steve se nos ha enamorado. Y es que, por extraño que parezca, Pain Is A Warning muestra el lado más rockero que nunca mostró Today Is The Day antes, donde seremos testigos de unos arranques de puro Rock y donde la vena más cabreada de Steve parece haberse deshinchado. Ésa es la sensación que a uno le surge al escuchar Remember To Forget o This Is You, temas en donde la paz y tranquilidad reinan de manera imperante hasta en la voz de Steve, al cual notaremos mucho más calmado que de costumbre (que ya es decir, y mucho).

¿Entonces, significa que Today Is The Day ha muerto? Para nada, que Steve se haya vuelto como un osito Teddy no quiere decir que toda esa enfermedad mental que destilaba antes no esté presente ahora, pues aún tiene munición suficiente que disparar (je...), del calibre de temas como Expectations Exceed Reality que da entrada al disco de la mejor manera que se pueda hacer, y con unas ondas de energía que irá lanzando contra tu mente para hacerla vibrar a 1000rpm, Death Curse con una pegada brutal y unos arranques que te destrozarán vilmente o el tema homónimo Pain Is A Warning, con una base rockera animada a más no poder, siempre con la voz esquizofrenoide de Steve presente.

Así pues, Today Is The Day no está muerto para nada, solo que su rumbo se ha desviado un poco de su trayectoria habitual, convirtiendo a Pain Is A Warning en su trabajo más asequible, y donde tampoco hay que quitarle méritos a Reynolds y Jones. Sobre todo al primero, el cual hace un trabajo impecable a la batería, dejando ambos bien claro por qué Steve los ha elegido para lanzarse en esta nueva encrucijada.

Si esperabas lo de siempre con esta banda, es posible que te ocurra lo mismo que con Axis Of Eden: que te acabe sorprendiendo y hasta gustando, o que te decepcione como pocos. En todo caso, Pain Is A Warning dará de qué hablar entre su círculo de conocedores, y a un servidor al menos le ha ganado en el pulso, obligándome a rendirme ante él una vez más.



Puntuación: 10/10

sábado, agosto 20, 2011

Primus - Green Naugahyde (2011)

Hoy es un gran día, sin lugar a dudas, porque levantarse por la mañana cargándose encima nada menos que el regreso de unas leyendas como Primus es como para alegrar hasta al más muerto. Y es que esta banda es de ésas a las que habría hacerle pleitesía y rendirle culto hasta el fin de los días, pues estamos hablando de toda una eminencia del Rock en todos sus aspectos, artífices del Fusion y del Rock más funkye, y que en su haber han dejado en constancia auténticos trallazos que a día de hoy muchos recuerdan con el puño en el corazón y una lágrima en la mejilla como Frizzle Fry (es escuchar John The Fisherman y ser poseído por una desconocida fuerza superior) o Tales From The Punchbowl.

Para muchos fue un dolor tremendo su separación en 2000, aunque no fue mucho que volverían a reunirse en 2003, eso sí, con muy poca actividad, más allá de dar varios actos en festivales y de lanzar un DVD/EP bajo el nombre de Animals Should Not Try To Act Like People, amén de un recopilatorio con sus mejores temas. Su actuación en el Azkena Rock Festival supuso la alegría de muchos, y del que parece que la gran mayoría salió con gran sabor de boca (maldita suerte de uno el vivir en una isla apartado de todo...).

Pues si eso no fuera suficiente para los presentes que estuvieron en dicho festival (y para todo el mundo en general), Primus vuelve, tras más de una década desde que saliera su último trabajo Antipop en 1999, a plantarse en estudio para hornear algo sabroso y fresco para que todos podamos degustar como posesos y volver a sentirnos llenos y satisfechos. Pero mucho antes de su salida oficial, alguien tiene el lujo de sacar del horno el pastel que todos esperábamos, y que han bautizado como Green Naugahyde. Y lo cierto es que es toda una delicia este postre, pues quién iba a pensar que tras muchos años en silencio, Les Claypool y los suyos aún tenían mucho que decir, pues su nuevo trabajo es toda una hostia en la cara para los insolentes que no esperaban nada de su regreso, porque esto es todo un ejercicio del buen hacer, de la elegancia musical y de la pura diversión. Con la friolera de 13 temas por delante, Green Naugahyde se planta como el disco de regreso que muchos matarían por tener, pues es como si la inspiración nunca se hubiera ido de ellos en todos estos años. Es más, diría que todo este tiempo les ha servido para ir puliendo todos los detalles y reforzando tuercas para que nada salga mal a la hora de su lanzamiento. En esta ocasión cuentan a la batería con Jay Lane, un tío bastante experimentado en este tipo de estilos a juzgar por su trayectoria. Claro, par alguien como yo habría sido redondo que volvieran a tener al batería con el que nos brindaron mejores momentos, ése es, Tim Alexander, pero tampoco lo hace nada mal Jay.

Uno de los aspectos que a uno más le ha llamado la atención de Green Naugahyde es que posiblemente sea uno de sus trabajos con un enfoque más "serio", por decirlo de alguna manera. Desde luego no te vas a encontrar temas con tanta fiesta como el que perfilaba Wynona's Big Brown Beaver, por poner un ejemplo, lo que no quita que tenga temas con mucha garra y enganche como HOINFODAMAN. Esto quizás se deba a su lado más progresivo, pues Primus siempre ha sido muy devoto del Rock progresivo setentero como King Crimson o Pink Floyd, el cual se hace muy patente en temas como Jilly's On Smack, donde hacen gala de una progresión y una psicodelia que ríete tú de las bandas que surgen hoy en día de Rock psicodélico. Eso, por no hablar también de la influencia tan clara que siempre han recibido de Mr. Bungle, y que se muestra claramente en temas como la bizarra Extinction Burst, con unos coros la mar de extraños.

Otra cosa que queda una vez más demostrado es que Les Claypool es un auténtico monstruo al bajo, el cual lo usa como si fuese una extensión más de su cuerpo, una extremidad, haciendo con él lo que le da la real gana, y que queda bien claro en temas como la magnífica Eyes Of The Squirrel, tema por el que muchos venderían un riñón y a su madre por componerlo. La manera de ejecutar con esa velocidad desorbitada y haciendo que se haga bien presente (como tiene que ser en toda producción Funk), hace que uno tenga que romperse las rodillas para rezar a este hombre que está a un paso de convertirse en una entidad divina. Añádele auténticos trallazos que retumbarán en tus oídos por su complejidad y por su grandiosidad como Last Salmon Man, y otros con un ritmo enormemente pegadizo como Lee Van Cleef o Moron TV, y ya tienes listo una maravilla más en la que sentarte a disfrutar.

Mucho van a tener que aprender otros de Primus para saber cómo volver por la puerta grande y plantarse un señor disco con dos cojonazos. Y sin inmutarse siquiera.



Puntuación: 10/10

viernes, agosto 19, 2011

All Pigs Must Die - God Is War (2011)

Corren tiempos difíciles, incluso más de lo que ya son de por sí: las calles se están convirtiendo en toda una zona de batalla, y aunque esto siempre haya sido así, nunca antes había tenido tal impacto como el que está teniendo ahora gracias a ese instrumento poderoso como es Internet. Esto es aquí y esto es en muchas partes del mundo, y sea para bien o sea para mal, lo que está claro es que algo está cambiando de manera drástica completamente a una velocidad vertiginosa, como si se formara un agujero negro que lo succiona todo en cuestión de segundos. Los pesos pesados del poder ya no se molestan siquiera en ocultar las cosas, tienen la certeza de que nadie los desbancará por mucho de que las cosas salgan a la luz, y están convirtiendo todo el sistema social mundial en una involución, un paso hacia atrás en las cosas por las que muchos han luchado durante varias generaciones, a fin de lucrarse hasta la eternidad de los que están un peldaño más bajo. Algunos aseguran que nunca dimos siquiera un paso hacia delante. Nunca fue cierto tal cosa, y algo me dice que muy pronto va a darse un paso hacia delante nuevamente. Y cuando eso ocurre, suele suceder de las peores maneras, pues cuando al león lo tratas a palos...

La sociedad vuelve a pedir cambios. Se inquieta, se desespera ante su situación, y esto convierte las calles en una auténtica locura en donde ya nada importa. El mundo se encuentra una vez más en un absoluto caos, en la guerra, y cada vez irá a más hasta que las aguas vuelvan a su cauce. Y como todo se ha convertido en un ring, es normal que grupos como All Pigs Must Die sientan de maravilla para liberar toda esa rabia y furia que muchos acumulan en su interior imponentes al ver cómo se la clavan doblada constantemente, pues suponen la monstruosidad y la mala baba que más de uno necesita para estallar completamente. Este proyecto contiene a miembros bastante experimentados y curtidos en su estilo, pues su pelotón de asalto está compuesto por Kevin Baker (The Hope Conspiracy) a la voz; Ben Koller (Converge) a la batería; Matt Woods (ex-Give Up The Ghost) al bajo y Adam Wentworth (ex-The Red Chord) a la guitarra. Formado en 2010, no tardarían nada en debutar desde Southern Lord Records con su disco homónimo formado por 5 cabezas nucleares que estallaban al ser reproducidas, formado una nube de hongo de Hardcore y Crust malsano, enfermizo y cabreado.

Pues bien, parece que tienen tiempo de sobra para todo, pues en sólo un año (o menos), lanzan su nuevo trabajo confiando una vez más en su sello predecesor, y que acude al más que típico pero rescatado nombre en estos tiempos de God Is War. Convirtiendo a All Pigs Must Die en unos deudores más del sonido cavernoso del Death Metal de la vieja escuela sueca de los Entombed y los Dismember junto a otras bandas como Rotten Sound o Black Breath, vuelven a la carga dispuesto a enfurecer hasta a la persona más apacible, pues su música es pura adrenalina para arremeter contra todo lo que se te ponga delante, merced a unas ejecuciones de pura bestialidad Hardcore/Crust en donde no hay compasión para nadie ni para nada. 8 nuevos temas que suponen toda una confrontación contra todo, y donde no hay tiempo para el descanso, bien sea a través de temas de puro Crust de nuestros tiempos de hoy en día como Sacrosant u otros que encarnan al mismísimo diablo jugando contigo como en la culminante Sadistic Vindicator, y donde nada sobra, sobre todo por parte de Ben Koller que demuestra una vez más ser un batera endemoniado que no tiene miramientos a la hora de hacerte volar la cabeza con su aplastante ejecución a las baquetas, o la descomunal voz de Kevin Baker que encaja perfectamente en toda la vorágine de mala hostia que supone All Pigs Must Die.

Además, y para aquellos quienes se quedaron con las ganas de su anterior trabajo, la edición especial de God Is War encierra los 5 temas de su disco homónimo, lo cual significa más minutos de combustión sonora.

Esto es la guerra, ellos nos la declaran, nosotros la afrontamos. Y estos chicos lo tienen bien claro: todos los cerdos deben morir.



Puntuación: 7'75/10

martes, agosto 16, 2011

Sembler Deah - Kaessariah. Heel Een Leven Lang (2011)

Hoy, parece que la palabra que acompaña a este día es "sueño": mientras que por un lado me he levantado completamente tarumba después de pegarme casi medio día durmiendo hasta levantarme tarde, en estas horas no he hecho más que bostezar constantemente. El verano es lo que tiene, cuando no hay nada que hacer, te limitas a bostezar.

Y por si fuera poco, lo que traigo esta vez es algo que también te hará soñar, o al menos viajar a través de un mundo en donde nada es real, donde todo a tu alrededor aparece y desaparece como si alguien controlara dicha realidad y quitar y colocara partes como si fuera todo un rompecabezas. Y no, esto no es Minority Report, ni tampoco es Matrix. Esto es Kaessariah. Heel Een Leven Lang, el trabajo de este proyecto perpetrado por nada menos que Colin H. Van Eeckhout y Mathieu Vandekerckhove, miembros de la fascinante banda belga de Sludge/Post-Metal Amenra, junto con French Dehnsora, miembro del proyecto de Dark Ambient ritualista Treha Sektori.

Sembler Deah es, básica y sencillamente, un descenso hacia el núcleo de la Tierra, pero cayendo lentamente, levitando, como si una gran mano fuera guiándote poco a poco hacia el interior del planeta, en un pasadizo oscuro y tenebroso donde nada es lo que parece. Es posiblemente una de las sensaciones que te pueda transmitir dicho proyecto: la sensación de volar, pero hacia abajo, y eso es gracias a una serie de capas sonoras que envuelven a uno, mediante el uso de elementos propios del Dark Ambient y el Noise. 4 temas que son pura expansión sonora, y pura relajación para el cuerpo y la mente, comenzando con Sehikiah Verah Sondeh donde las atmósferas priman absolutamente en todo momento, y que a medida que transcurre el disco irán añadiendo elementos como voces enterradas entre la atmósfera (Troosteloos) o guitarras que se diluyen como el agua alterada y que suenan en las inmediaciones del ambiente que transmite el disco mediante pequeños efectos Drone (Helen Leven Lang). No tiene más misterio que el que pueda apreciarse en los 4 cortes que componen Kaessariah. Heel Een Leven Lang, y que te producirá la más absoluta de las calmas y te hará recorrer una gota de sudor frío por tu frente a la misma vez, como en Helen Leven Lang, donde el contraste entre lo brillante y lo fantasmagórico se va sucediendo poco a poco, como si se encontrara uno en medio de una civilización maya maldita. Y ya para finalizar, concluye con Seh Verah, que transcurre como la marea del océano, en un ir y venir de efectos que mueren y se desintegran silenciosamente y de forma abrupta antes de estallar en mil pedazos en tu cara.

Desde luego, Julio Verne estaría orgulloso de encontrarse algo como esto que le serviría de inspiración para sus obras si hubiera nacido en nuestra época.



Puntuación: 8'75/10

lunes, agosto 15, 2011

Craft - Void (2011)

Menudos días más ajetreados he llevado en estos últimos días: entre los compromisos, las necesidades propias y las preocupaciones del día a día, uno no sabe ni dónde meter la cabeza a veces. Y como además en estos días tampoco ha aparecido nada interesante, pues he preferido dejar el blog apartado hasta encontrar algo que sea digno de entrar a formar parte de esta esquina desolada perdida entre la muchedumbre.

Y lo cierto es que la cosa ha servido de mucho, pues el elegido para retomar una vez más el cauce de este antro es nada menos que el regreso de una de las mejores bandas que nos ha brindado la Tierra en cuanto a Black Metal se refiere. Y para ser más exactos, de la tierra sueca, pues 6 años han tenido que pasar para que Craft se haya dignado a volver a la escena con nuevo disco desde que en 2005 lanzaran su Fuck The Universe. Y es toda una alegría, pues Craft es a día de hoy una de las mejores formaciones del estilo, y que buena cuenta de ello puede dar su colosal Terror Propaganda. Lejos de todas las bandas del estilo que profetizan el satanismo y el anti-cristianismo, Craft siempre ha pensado que para mandarlo todo a la mierda no es necesario sentirse devoto por ninguna creencia a cada cual más irrisoria, tan solo tener simple y puro odio.

Void es sin lugar a dudas un grandioso regreso para una banda de este calibre, pues mantiene a ésta a la altura que se merece, en merced de un disco que mantiene las raíces propias del Black Metal en sonido y crudeza, pero siempre a su manera, con unos riffs gordísimo que van masacrando todo a su paso cual Dios de La Muerte, sin dejar rastro de vida a su paso. Comenzando con Serpent Soul tras una ligera intro, Void será todo un cataclismo de riffs avasalladores, solos eternos como el Infierno y una misantropía y mala baba que muy pocos grupos consiguen ejercer y transmitir a día de hoy.

Temas profundos y tenebrosos a través de unos temas cargados de rabia inconmensurable del tamaño de Bring On The Clouds, Succumb To Sin o la asesina I Want To Commit Murder mantienen un aroma y sabor añejo del mejor Black Metal que hará relamerse a más de uno, y por lo que posiblemente les encumbre aún más de donde pueden llegar a estar, pues no le falta nada para ser todo un referente del estilo de aquí a estos años venideros.

Craft, nacidos para la autodestrucción hasta el fin de los tiempos, vivos con la intención de extender su enfermedad por todos los campos habidos y por haber. Preparaos para una nueva plaga que infectará toda la población oyente de este producto propio de un psicópata.



Puntuación: 8'5/10

jueves, agosto 11, 2011

Vader - Welcome To The Morbid Reich (2011)

Si alguien que se considerara un auténtico fanático de la música extrema me preguntara quiénes son Vader, no lo volvería a ver con los mismos ojos por el resto de mi vida. Básicamente es imposible ser un eterno seguidor del Metal más cazurro sin saber de la existencia de esta banda. Clásicos indiscutibles del Death Metal más thrashero, directamente desde Polonia (país que alberga a las bandas más aclamadas en el panorama metalero, como era de esperar), Vader son de esas bandas que han sabido seguir adelante e ir cambiando poco a poco con el paso de los años sin salirse jamás de su estela habitual.

Después de dejar a un servidor con un grandioso sabor de boca con su anterior Necropolis, Vader vuelve a la carga dispuesto a dejar claro una vez más que en su terreno no hay quienes lo sucedan. Con una formación renovada, Peter (único miembro original de la banda, y básicamente el alma de éste) se ensalza en una nueva batalla, en la que en esta ocasión parece que pretende hacer una regresión hacia sus orígenes, empezando por su portada más propia de sus primeros trabajos (y con el logo original de éste), y terminando principalmente en la música y la composición de los temas, con auténticos ramalazos muy propios de la época del Litany (Only Hell Knows es un claro ejemplo de ello).

Welcome To The Morbid Reich atestigua lo dicho, y en una especie de compendio entre sus comienzos y su sonido actual más pulcro, consiguen un disco que casi podría decirse que es como una recolección de lo mejor de cada etapa de su extensa carrera. Por supuesto no vamos a encontrarnos un The Ultimate Incantation, pero estoy seguro que como mínimo no defraudará a sus más fieles y acérrimos seguidores, pues no le falta nada para ser 100% Vader: unos riffs endemoniados que se van facturando como soldados del Infierno, una batería para nada manca que está muy a la altura, casi a la misma que la del ya fallecido Doc, y cómo no, Peter con su personalísima voz y sus característicos "solos de caballo".

Con ello encontraremos temas de envergadura muy propios de la banda como The Black Eye, I Had A Dream o Come And See My Sacrifice, por no hablar de auténticos titanes sonoros muy a la altura de su EP The Art Of War como I Am Who Feasts Upon Your Soul, un auténtico peso pesado que enganchará sus mejores golpes contra tu mandíbula para que te acabes despidiendo de ella.

Otro nuevo trallazo más de esta banda que se archiva en su elenco de discos gordos. Mientras el resto de clásicos buscan renovarse (y morir), Vader sigue en sus quince haciendo lo que mejor saben hacer, así que... ¿qué otra cosa esperarías si no? ¿Cumbia?



Puntuación: 8/10

miércoles, agosto 10, 2011

Vanhelgd - Church Of Death (2011)

Bueno, es hora de ir dejando un poco el Hardcore aparcado en una esquina para volver de nuevo a uno de mis géneros predilectos: el Death Metal. Da igual los años que pasen, creo que siempre acabaré volviendo a éste como aquel arrepentido que vuelve al lugar de los hechos, pues es un estilo que siempre me llena por dentro, de una manera u otra. Será por su fiereza o porque me trae buenos recuerdos, quién sabe.

Y para traer buenos recuerdos, lo mejor en estas ocasiones es el Death Metal más primitivo, el más arcaico, eso es: el Death Metal de la vieja escuela. Y lo nuevo de Vanhelgd es eso, y quizás más, pues estamos hablando nada menos que una banda proveniente de la antigua Suecia, lo que sólo puede decir una cosa: Death Metal sueco marca de la casa. Todos los buenos conocedores del estilo sabrán que el Death Metal old-school sueco difiere mucho del de otras bandas del estilo, sobre todo por la distorsión que presentan en las guitarras. Lo han hecho Entombed en sus años mozos, lo han hecho Dismember y ahora lo hacen grupos como Vanhelgd. Porque un grupo sueco del estilo sin esta característica no es nada.

Church Of Death es el segundo trabajo de la banda desde el Cult Of Lazarus lanzado en 2008, el cual en esta ocasión se edita bajo el sello estadounidense de Nuclear War Now! Productions, quienes ya le editarían su EP del año pasado, Praise The Serpent. Así pues, esto es puro Death Metal sueco. Y ya, no esperes más, es todo cuanto necesitas saber. Bueno sí, también presenta algunas características peculiares que saltan a la escucha, comenzando por la altísima influencia de Asphyx a la hora de componer, tanto instrumentalmente como en las voces (hay momentos que te hacen dudar de si está uno escuchando directamente a Martin van Drunen en persona).

Por supuesto, aparte de ello, Vanhelgd son todo un tributo a las bandas suecas que alzaron el género hacia lo más alto en la escena europea. Temas como Point Of No Return, Nec Spe, Nec Metu o Saepius In Auro Bibitur Venenu son el fiel reflejo del pasado de una escena que a día de hoy se mantiene latente gracias a bandas como ésta que no renuncian a los viejos tiempos y quieren mantener la llama viva hasta el final, como una especie de olimpiada, pero a lo bestia.

Podría seguir extendiéndome, pero qué leches, esto es Death Metal, a dejarse de hostias y a disfrutarlo como macacos rabiosos.



Puntuación: 7'5/10

martes, agosto 09, 2011

New Lows - Harvest Of The Carcass (2011)

Y seguimos en la senda del Hardcore para más inri, porque estoy seguro que todavía hay mucha materia prima que extraer de esta cantera en este año. Y así es, hoy me voy directamente al otro extremo para hablar sobre toda una sorpresa, delicia para mis oídos. Muchos ya sabrán cómo se las gastan en Estados Unidos con el Hardcore, especialmente en Boston, cuna de una de las mejores escenas del género, con bandas del calibre de Converge, Have Heart, Defeater y demás.

Pues bien, id sumando a la lista a éstos, pues vienen directamente a arrasar con todo a su paso de una manera bestial, en pos del mejor Hardcore metálico que se haya hecho jamás. Tras pequeños trabajos aquí y allá, New Lows dan el pistoletazo con Harvest Of The Carcass, entrando como un elefante en una cristalería en Deathwish, sello que acoge a grupos como The Carrier, Cold World, Ceremony y un sin fin de bandas alucinantes. Llegando a compartir cartel con grupos como los apocalípticos Nails, New Lows se alza con el relevo de Integrity, pues su sonido es 100% puramente clavado a los maestros de Ohio del Humanity Is The Devil en adelante, bien sea por su sonido destructivo y ultrasaturado capaz de mandar por los aires al más pintado, bien sea por la voz que se asemeja enormemente al de Dwid Hellion. Todos los ingredientes que contienen Integrity están recolectados dentro de esta banda, dispuestos a estallarte en la jeta cual mina de proximidad.

Así lo atestiguan temas como Anguish, la descerebrada Plaguegrounds o la mastodóntica The Pounding And The Hollering, dejando bien claro que aquí no existen salas de espera ni lugar para el descanso: Harvest Of The Carcass es a saco directo, tan directo que es posible que acabes con los brazos desmembrados de tantos molinillos que acabarás haciendo. Las guitarras y la batería están a un nivel que se ríen del umbral del dolor, mandándolo a paseo y haciendo lo que les dan la real gana con un sonido monstruoso, titánico, propio de un gorila cegado por la ira. El bajo tampoco se queda corto, desde luego, con un sonido casi tan gordo como el resto de instrumentos, y que se deja entrever con la ya mencionada Plaguegrounds al comienzo de éste, para dejar bien claro que aquí no hay lugar para los floripondios y las margaritas.

Tan violento que le parecerá demasiado hasta para el convicto más peligroso, tan demencial que necesitarás un tiempo muerto, tiempo muerto que no te concederán, solamente para reírse en tu cara y estamparte contra un muro sin contemplación alguna.



Puntuación: 9'25/10

lunes, agosto 08, 2011

Letlive - Fake History (2010)

He de reconocer que en estas últimas semanas tengo una etapa de Hardcore en lo que se dice en todas sus facetas que no es ni medio normal... aunque en realidad sí que lo es, no es extraño que todos tengamos épocas en las que prefiramos escuchar una u otra cosa. Y cuando te encuentras joyitas como ésta, te sientes bastante a gusto según en qué terrenos. Porque lo que sí que no es normal es que te encuentres con una cosa como ésta y la deje uno pasar por alto. Ahí me atropellen.

Porque pocas veces se hace algo como lo que hacen estos chicos originarios de Los Ángeles. Letlive no son nuevos en esto, llevan desde 2002 dando cera por los escenarios y teloneando a bandas como Enter Shikari o Underoath. Mal, porque demuestran potencial suficiente como para convertirse en una banda muy a tener en cuenta, y que podría barrer a más de una sin despeinarse. Su último disco Fake History (lanzado en 2010 bajo el sello de Tragic Hero y relanzado este 2011 bajo Epitaph) ha llegado a ser declarado uno de los mejores discos de Post-Hardcore del pasado año, y no me extraña, pues han logrado volver a llevar un estilo como éste a terrenos sólo explorados por bandas como Glassjaw o At The Drive-In, siempre con una personalidad innata y por la que muchos matarían para conseguir sacar un disco como éste.

Y es que Letlive es un compendio entre el mejor Post-Hardcore de antaño y el progresivo, logrando así una diversidad de temas que convierten a Fake History en todo un cuadro del Cubismo a exponer para los oídos. Presenciar ramalazos rabiosos y efectivos a través de una ejecución instrumental majestuosa y una voz que mezcla las melodías más pegadizas y los gritos más aplastantes al frente de Jason Aalon en temas como We The Pros Of Con al más puro estilo Glassjaw entremezclados con bellas piezas musicales que se van desarrollando como un feto en vientre como en la espectacular Muther, donde las progresiones van dando forma a un tema que no puede acabar de mejor forma, con unos últimos minutos con mucho refuerzo jazzero y mucha influencia de Mr. Bungle, la misma de la que han bebido The Dillinger Escape Plan para su Option Paralysis (de hecho, probad a escuchar Farewell, Mona Lisa y luego este tema, y buscad las 7 diferencia), va dando razones más que suficientes para poner a esta belleza musical donde se merece, todo ello con ciertos ramalazos modernos que vienen principalmente a cargo de Jason y sus voces melódicas.

Y por si fuera poco, todavía queda más espacio para otras influencias, incluida las de bandas como Every Time I Die y que se puede presenciar en temas como Homeless Jazz o Renegade 86'. Además, para aquellos quienes adquieran la edición lanzada por Epitaph, disfrutarán de dos temas más: un Hollywood, And She Did muy pegadizo, y un This Mime (A Sex Symbol), una prueba más que fehaciente de la influencia que reciben de los difuntos At The Drive-In, con un Jason marcándose unos registros de los que Cedric se sentiría muy orgulloso.

¿Quién dijo que la música estaba muerta? Jé, ilusos...



Puntuación: 9/10

domingo, agosto 07, 2011

Tesseract - One (2011)

Vaya semana más destructiva, y no porque haya corrido una maratón precisamente, sino porque de tanta actividad aquí y allá y de tanto moverme he perdido hasta la noción del tiempo. Horas perdidas de sueño, horas perdidas durmiendo... horas y más horas que se podrían haber aprovechado mejor. Pero bueno, así es el verano, que cuando no tienes nada más que hacer, todo es improvisar. Y tal es así, que llega un momento en el que no sabes ni en qué día estamos.

Tiempo que pasa volando como el que pasa en un plis escuchando lo que vengo hoy a comentar. Ya dije en su momento que últimamente hay una etiqueta que se está volviendo bastante de moda entre cierto círculo de grupos que están surgiendo de la nada y que me resulta harto de inservible, a la par de estúpida: el Djent, una manera de englobar a todas esas bandas que juegan en el terreno que han asfaltado Meshuggah mucho antes, y en el que participan grupos como Periphery, Fellsilent o Tesseract.

Y aún con todo, Tesseract lleva el sonido más complejo hacia un terreno muy propio y personal, en donde priman las melodías más tristes y grises que pueda uno escuchar. Porque su disco One es una manera bastante curiosa de hacer lo que se denomina Math Metal (aunque la música de por sí ya es meramente matemática como lo es todo, pero bueno, le veo más sentido a este tipo de etiquetas). Lejos de esos temas redondos y efectivos como profesaban Periphery en su debut, Tesseract lleva este estilo hacia un terreno más progresivo y atmosférico.

En una onda mucho más propia de Tool por sus atmósferas y su complejidad compositiva pero llevado hacia el terreno de Meshuggah y sucedáneos, Tesseract ejecuta los temas milimétricamente y con una precisión sin igual, todo ello con unas melodías muy apaciguadas, capaces de desprender un sentimiento de añoranza sin igual (eso si no te coge desprevenido y te sodomiza los oídos, porque hay que reconocer que hay que cogerlo en el momento óptimo para no acabar durmiendo con las musarañas). Desde luego no se le puede achacar la cantidad de elementos que encierra el disco, con subidas, bajadas, parones en brusco y demás.

One es, dicho de paso, como una especie de recopilatorio o edición especial de su EP Concealing Fate, en donde encierra los 6 cortes que conforman éste (todo un viaje espacial, dicho sea de paso), junto con 5 temas extras para consolidar un diamante en bruto que brilla con luz propia a través de temazos titánicos como Deception o The Impossible dentro de los cortes de Concealing Fate o Lament y Nascent dentro de los nuevos temas que encierran este trabajo.

Claro, podría explicar con total precisión todo el disco, pero eso sería como explicar el teorema del Big Bang, y no tengo todo el tiempo del mundo para ello, así que sólo os falta una cosa por hacer después de haber leído estas líneas: descubrirlo.



Puntuación: 8/10

viernes, agosto 05, 2011

Saille - Irreversible Decay (2011)

¿Innovar, o recordar? Quizás ésa sea la pregunta que muchas veces se haga alguien a la hora de formar una banda. Cuando te enfrascas en un proyecto, es normal que busques una dirección, y a partir de ella, evolucionar. Pero esta decisión puede que sea una de las más importantes:¿Realizar algo que nunca haya hecho nadie, a espesas de que puede que no sepas ni tú mismo qué estás haciendo, o anclarse en los cánones preestablecidos y no escritos de un género y añorar viejos tiempos en tu música realizando lo que siempre te ha gustado, aunque eso suponga caer en la repetición e incluso peor, en la copia descarada? Cada uno tiene su decisión, y cada uno tiene su opinión, pero la de Saille está más que descrita: se decanta por ambos caminos.

Formado en Bélgica en el año del 2009, Saille es un elenco de artistas, grandes artistas que provienen de bandas de gran elenco, y en donde destacan miembros de la banda de Death Metal técnico llamada Fleshmould, que destacaban por una brutalidad y una complejidad en trastes, riffs y demás sin igual. Fichados por el gran sello de Code666, que acoge a bandas del calibre de Negurã Bunget y The Axis Of Perdition, su sonido se centra principalmente en el Black Metal sinfónico y melódico. Desde luego, la mayor influencia que pueden extraer para su inspiración es la de Emperor, y os recordarán a ellos en incontables ocasiones, bien sea por ciertos riffs evocadores de castillos oscuros habitados por reyes del más allá, bien sea por el teclado a cargo de Dries Gaerdelen, ex-miembro de Mortifer.

Sin embargo, Saille no sólo apuesta por lo clásico, sino que también busca innovar en su propia música con el fin de buscar un sonido más personal y propio. Y es que Irreversible Decay habría sido el disco ideal de Emperor en la actualidad, o cómo habrían sonado éstos en esta nueva década. Con una producción nítida y pulida que ayuda a distinguir todos y cada uno de los elementos que conforman Irreversible Decay, Saille se enfrasca completamente en toda una aventura sonora en la que nosotros seremos los protagonistas. Y es que no todo son melodías tétricas a través de teclados, también se atreven a introducir elementos poco comunes en este estilo hasta en estos últimos años, como violines, violonchelos y hasta un fliscorno, dándole hasta un toque clásico y elegante a su música, algo así como lo que hacen Fleshgod Apocalypse, pero desde la otra cara de la moneda, como en Maere, un señor temazo propio de una película de vampiros, con una elegancia que te invitará a bailar la Danza de La Muerte por momentos, todo ello bajo la rabia propia del Black Metal.

Así pues, mediante unos riffs familiares pero acogedores como pocos gracias a su total pegada y que también pueden recordar a los riffs tétricos del Nemesis Divina de Satyricon, irán creando auténticos monstruos oradores del culto oscuro, como Overdose Of Gray, Plagh Allais, o la majestuosa Tephra, donde cuentan con la colaboración de Filip Dupont, líder de los colosales Gorath, donde tan pronto colocan su mano en tu pecho con dulzura, te arrancan el corazón en un instante a través de su malsana música.

Saille es un claro ejemplo de cómo dar pasos a través de los dos caminos posibles en la música a la vez: el de la innovación, y el de la tradición. Porque... ¿quién dice que hace falta hacer lo no inventado para llegar a hacer algo nuevo, y más importante, hacer algo bueno? Desde luego Irreversible Decay no.



Puntuación: 8'5/10

miércoles, agosto 03, 2011

Forge Of Clouds - Forge Of Clouds (2011)

Quien pueda afirmar que haya vivido sin mirar ni una sola vez al pasado, miente. El tiempo se conforma de éste, del presente y del futuro, y no es ajeno a los humanos: vivimos el presente con expectativas hacia el futuro... pero de vez en cuando miramos hacia el pasado. No sabemos por qué, casi es un acto involuntario hacerlo, quizás porque deseamos regresar a ciertas etapas de nuestra vida que fueron brillantes, o directamente porque somos masoquistas, pues el pasado puede doler, más que cualquiera estocada, más que cualquier puñalada, más que cualquier daño físico. Porque el pasado no sólo nos hace recordar de dónde venimos y nos arranca una sonrisa. También hiere, y esas heridas son de las que no cicatrizan jamás.

¿A qué viene todo esto? Bueno, creo que a partir de ahora, cada vez que mire hacia el pasado, escucharé en mi cabeza este disco, pues representa perfectamente cómo es mi pasado: como si hubiera sido un apocalipsis y ahora mismo esté viviendo una nueva etapa de la humanidad. Forge Of Clouds es prácticamente desolación, dolor, pero embellecido bajo una capa de armonía que te hará dudar de su naturaleza. Pocas veces te encuentras un disco que consiga atarte hacia una pared para jugar con tu subconsciente mientras te distrae de toda la carnicería que empezará a hacer contigo mediante unas melodías que desviarán tu atención, como ese pervertido que se hace pasar por el hombre de los helados y engatusa a los inocentes niños para otros fines más perversos. Formados en Polonia en 2008, Forge Of Clouds es como un pronóstico, de algo trágico que va a suceder, como una tempestad que empieza a formarse a partir del ojo del huracán, y que tarde o temprano te atrapa... con la diferencia de que no opondrás resistencia, pues su manera de mezclar elementos del Post-Metal, el Sludge y el progresivo convierten su música en una espiral de aura maravillosa, pero a la vez gris, como esa tarde nublada y lluviosa que te relaja, a pesar de entristecer el cielo. Su disco debut homónimo deja bien claro que su música no está hecha para ganarse la simpatía de nadie, simplemente querer hacer lo que más les llena, lo que les mueve y les hace sentir sí mismos, y con un poco de suerte encontrar a personas que se sientan identificadas con lo que realizan: ramalazos rápidos y mortíferos aderezados con pasajes melancólicos que harían mecer hasta la bestia más despiadada conforman los 8 cortes en los que se divide la anatomía de este disco. Y tan pronto como se te encaran como un toro enfurecido con 151, se acercan y apoya su mano en tu cabeza como un hermano mayor en Ten. Y ver cómo los temas se van desarrollando como un organismo vivo y se va tejiendo con hilos progresivos, desarrollando unas texturas musicales bellas, tenebrosas, desesperantes, esperanzadoras, desarrollando una especie de guerra entre el bien y el mal en su trabajo, hacen que Forge Of Clouds se convierta en uno de esos trabajos hechos para ser testigo de una serie de emociones que para estar sentado juzgándolo como un experto crítico. Es más cosa de filosofía que de ciencia, no necesitas pruebas empíricas para saber si es un disco de absoluta grandeza, sólo necesitas dejarte llevar hasta donde te lleve, como si fuese un viaje en tren hacia ninguna parte, ya bien sea a base de pasajes psicodélicos propios de una película experimental como en Boot, o a base de melodías de guitarra que irán preparando el lugar donde te acurrucarás como un bebé dormilón como en Shame.

A partir de ahora, miraré hacia el pasado con otros ojos: con los ojos de Forge Of Clouds.



Puntuación: 10/10