domingo, diciembre 19, 2010

Celtachor - In The Halls Of Our Ancient Fathers (2010)

Irlanda... lugar frío y sombrío, de extensos lagos, bosques esbeltos y hermosos, y pensamiento gélido como el aire que se respira en dichas tierras. La música procedente de allí no suele ser hecha así como así, la gran mayoría de las bandas procedentes del país profesan un sentimiento profundo por sus raíces, por la historia que les atesoran, y por sus antepasados. Un buen ejemplo de ello son Primordial, los cuales expresan una nostalgia por los años anteriores, por lo que han pasado los suyos a través de las décadas y siglos, y así lo expresan mediante su música, melancólica, triste, casi cargada de culpabilidad. Y parece que así son las cosas allá, sobre todo en Dublin, porque al igual que los legendarios primordiales, estos vecinos expresan un añoro por sus raíces arraigadas excepcional, pues Celtachor supone un viaje a través de la historia y la mitología céltica irlandesa, traspasando los bastos árboles de la tierra gélida. Tal es la popularidad que han ido cosechando la banda, que han llegado a ser teloneros de los Mael Mórdha, lo cual es un logro.

Con un amanecer y despertar a través de Nemed's Wake (hijo de Agnoman de Scythia y líder de los nemedios), comienza este disco debut auto-producido por estos irlandeses, los cuales nos conducirán a través de páginas escritas en la historia irlandesa. Pero a diferencia de los Primordial, Celtachor prefiere ser mucho más directo, a través de un Black Metal con fuerte influencia del Folk y la música céltica, en un claro sonido que evoca a la etapa dorada de cuando existían Windir por aquel entonces. Esto se hace bastante claro con Rise Of Lugh, en donde seremos embestidos por una auténtica cabalgería de riffs acompañados de una humilde flauta. Tan pronto como nos recuperemos de semejante ataque, dará lugar a la segunda avanzadilla que supone In The Halls Of Nuada, en un claro homenaje al dios irlandés Nuada, también rey de los Tuatha Dé Danann, y si con el anterior tema ya quedaste tocado, con éste serás noqueado completamente, en una sucesión de acojonantes riffs que te obligarán sin oposición a dislocarte el cuello a base de cabeceo continuo.

Los continuos temas que se suceden en el disco van engrandeciendo a éste, y más con cada escucha que uno pueda disfrutar de este disco, sobre todo teniendo en cuenta la duración de éste, la cual hace que no resulte cansino, por lo que podremos reproducirlo una y otra vez sin caer en el aburrimiento (bueno... hasta que uno se canse). La influencia de Windir, una vez más, se hace patente en el disco con la llegada de A Warning To Balor donde, junto con ese grueso de las guitarras, se añaden nuevamente elementos propios del Folk, bastante claros y patentes en algún que otro riff que se dislumbra a mitad de tema. Con Riders Of The Fomor llega la venida de los fomorianos, estirpe semi-divina de la mitología irlandesa representantes de los dios del caos y la naturaleza. Y así como si fuera una confrontación de éstos contra los Tuatha Dé Danann, el tema supone una auténtica lucha y trote de caballos en el que los instrumentos de viento se entremezclan con la batalla que sucesivos riffs que anteceden unos a otros con total eficacia. Ya finalmente el disco termina con dos enormes cañonazos que son The Son's Of Tuireann And The Blood Fire, y The Wavesweeper, donde los elementos célticos y folkies se hacen más presentes, sin dejar de lado ese toque blackero que nos brinda la banda, y con el que cierran este retroceso hacia el pasado en la historia de Irlandia.

Un disco simplemente acojonante, y más si tenemos en cuenta que la propia banda se ha encargado de la producción y lanzamiento de éste. Ojalá los irlandeses jamás olviden de dónde vienen, porque entonces supondría el fin de una de las escenas metaleras más ricas a nivel cultural e histórico. Y de esta manera, acaba uno esta semana.



Puntuación: 9'75/10

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