sábado, diciembre 31, 2011

Lo mejor del 2011

Bueeeeeno, pues como ya venía diciendo, 2011 llega hoy a su fin. La verdad es que este año no me puedo quejar, a pesar de que al principio no pintaba muy bien la cosa: han habido grandiosos discos, de la misma manera que los ha habido nefastos, y en cuanto a conciertos ha sido más fructífero que años anteriores, sinceramente (Terror y cía en Madrid, Anal Hard, Fresh Trash, The Steepwater Band...). Desde luego, se me va un año que recordaré con mucho cariño.

Así que nada, habrá que recibir este 2012 con los brazos abiertos y con mayor esperanza (dios mío Magrudergrind, ¡caed en Madrid y vendo mi alma para ir a veros!), pero antes, como manda la tradición hoy es necesario hacer el pertinente top 10 de lo mejor del año, además de lo peor del año, grupo revelación y esta vez añado la categoría de "grupo Metal del año", "grupo Hardcore del año" y "grupo Rock del año". Ale, con dos cojones.

Comenzamos:

Top 10 Mejor del 2011


10. Morne - Asylum

Si ya con Untold Wait me dejaron fascinados, con este Asylum me he llevado una patada en el estómago y un gancho en la mandíbula sin previo aviso. Lo nuevo de estos pequeños gigantes que cuentan con Jeff Hayward de los míticos Grief se ha adentrado mucho más en la senda del Sludge, bañándolo con tintes del Post-Metal, pero sin olvidar ese pequeño toque crustie que los hacía diferentes de todos, incluso de los propios Fall Of Efrafa.


9. Seidr - For Winter Fire

Me lo vendieron como una auténtica maravilla sonora, y así ha sido. Seidr ha sido una muestra de cómo el Doom/Death puede llegar a ser místico, y todo gracias a esos elementos folclóricos que nos adentran en un auténtico ritual realizado en medio de los bosques más profundos del mundo. Siente la naturaleza con For Winter Fire, la experiencia será única.


8. Caïna - Hands That Pluck

Caïna suele ser sinónimo de grandeza, ya lo ha demostrado en sus anteriores trabajos, y lo ha vuelto a demostrar en éste. Con un sonido más cercano al Black Metal de los Shining, Hands That Pluck baila entre el sonido más crudo y el más bello de la misma manera que uno puede pasar de la oscuridad a la luz con sólo un paso. Maravilla como pocas la que se nos presenta aquí.


7. SubRosa - No Help For The Mighty Ones

¿Quién dijo que las chicas no podían dar guerra? SubRosa da buena cuenta de ello en esta muestra de gran ejercicio de Sludge, además de ir un paso más allá y jugar a 3 voces ni más ni menos y con violines que alimentan el hambre de grandiosidad que tiene este trabajo. Además la portada es una delicia para los ojos, ¿qué más se puede pedir?


6. 40 Watt Sun - The Inside Room

La vuelta de un grupo tan grande del Doom Metal como es Warning reencarnado en estos 40 Watt Sun sólo podía suponer una cosa: victoria asegurada. Y es que no le falta nada de lo que hizo grandes a Warning en lo suyo: unos esquemas muy repetitivos eso sí, pero que con la voz hipnótica de Patrick Walker se convierte en un auténtico ascenso hacia los cielos.Y así es cómo de la nada se forma el todo.


5. Corrupted - Garten Der Unbewusstheit

5 años, 5 años han tenido que tardar estos japoneses para lanzar otra obra maestra (eso sin contar los EP's previos a éste). Alejándose cada vez del sonido más furioso para ir abrazando cada vez más los sonidos de géneros propios como el Drone e incluso el Funeral Doom, pero siempre con su sello de identidad, de modo que consiguen plasmar todo un universo emotivo del que no querrás salir nunca. Corrupted vuelven a hacer hoyo, marcándose un punto más.


4. Mitochondrion - Parasignosis

Si el fin llegara algún día a tener nombre, se llamaría Mitochondrion, sin duda alguna. De cómo convertir a Portal en una bestia musculosa que te arrancará la columna vertebral sin la más mínima dilación para regocijarse en su fuerza y reírse en tu debilidad, Parasignosis es una muestra de cómo hacer del Death Metal algo realmente retorcido y enrevesado. Como diría un buen conocido de estos lares: "Es como escuchar dos discos de Brutal Death a la misma vez".


3. Falloch - Where Distant Spirits Remain

Llegó al blog de la misma manera que llega la mujer con la que irán juntos hasta la muerte a la vida de un hombre, y sólo supuso una cosa: amor, así de simple. Este dúo en donde se encuentra el amo supremo de los extintos Askival demuestra que se puede hacer una bonita historia a través de un disco que recoge partes de Agalloch y de Alcest, construyendo así una obra con forma de ninfa: mágico, hermoso y atrayente. Enamorarse es inevitable.


2. Light Bearer - Lapsus

De las cenizas de Fall Of Efrafa, nace este ave fénix en donde tiene al frente al vocalista de la banda extinta, convirtiendo a éstos en toda una experiencia satisfactoria en donde el Post-Metal se baña de una épica (sic) que ni la trilogía de El Señor de Los Anillos. Momentos gloriosos y en alza que elevan a Lapsus hasta la enésima potencia hacen de éste un claro vencedor de esta lista, de no ser porque hay alguien que le hace sombra ante todos, y que no es ni más ni menos que:


1. Dornenreich - Flammentriebe

Pues sí, Dornenreich finalmente se proclama con el primer puesto de esta lista del 2011 en el lugar más recóndito de este maldito Internet, y es que el regreso de esta banda ha sido en todos los aspectos, pues además de todo han vuelto a la senda del Black Metal con la que comenzaron en un principio, pero recogiendo los elementos que depositaron con sus obras siguientes en donde el Rock atmosférico primaba por encima de todas las cosas. Una maravilla llena de temazos de órdago, con riffs monolíticos y volátiles, y acompañado de un violín que llena de auténtica gloria al sonido de Flammentriebe. Un regreso para enmarcar en un muro, sin ninguna duda.

Top 5 Peor del 2011


5. Nader Sadek - In The Flesh

Más allá de mi opinión de que ponerle el nombre propio de uno a una banda en la que no trabajas para ningún instrumento es un poco pretencioso aún cuando haya uno compuesto los temas, el debut de Nader Sadek se queda lejos de lo que pretendía ser: una oda al Death Metal de los antiguos Morbid Angel sin apenas sustancia, sólo la del petróleo (risas enlatadas). Destacando únicamente la labor de Flo Mounier que es el que más da el callo, todo lo demás resulta repetitivo hasta límites insospechados, pero vamos, nada que no haya dicho antes. Algo que podría haber sido mucho más interesante si se hubiera tratado de mejor manera.


4. Tombs - Path Of Totality

Éste es un caso curioso para mí, pues lo nuevo de Tombs se ha convertido en uno de los mejores trabajos de este año en numerosos medios y lugares, llegando a ser nº 1 de la revista Decibel. Sin embargo, tras darle muchas vueltas al disco en cuestión, Path Of Totality no deja de ser algo totalmente pasajero a mi persona, pues aunque presenta un sonido curioso que baila entre el Sludge y el Black Metal como le viene en gana, no tiene nada que consiga alimentar mi espíritu, ni ese momento álgido que muchos le ven. Será que no tengo la misma visión que los demás, pero no me ha parecido para tanto. Al contrario.


3. Krallice - Diotima

El caso de Krallice con su último trabajo Diotima es similar al de Tombs, pero más sangrante diría yo. Krallice es una banda que si se caracterizaba por algo es por presentar unos entramados bastante complejos en sus composiciones y un sonido algo diferente y variado dentro del Black Metal, todo gracias a la experiencia musical de sus integrantes, sobre todo la de Colin Marston, y es algo que los hacía cuanto menos interesantes. Sin embargo, Diotima no es más que un sinfín de riffs que se repiten hasta la saciedad con un sonido chirriante y que llega al súmmum de la desfachatez con el tema Litany Of Regrets que... bueno, si queréis probad a escucharlo y ya me diréis qué os parece. Sigo sin entender qué le pueden ver los demás a esto.


2. Old Silver Key - Tales Of Wanderings

Cuando descubrí que los ucranianos Drudkh se habían aliado con Neige para realizar un proyecto no podía hacer otra cosa que dar palmas con las orejas. Una vez que escucho éste, llamado Old Silver Key, sólo pude exclamar un: "...¿eso es todo?". Porque sí, nunca pensé que una formación como ésta podía hacer algo tan nefasto como Tales Of Wanderings, una suerte de Alcest sin chicha ni limonada, muy poco inspirado y falto de fuerza. Ante esto sólo puedo decir dos cosas: que los ucranianos se controlen un poco con el Post-Rock, y que Neige deje de fliparse con tanto proyecto aquí y allá y que se centre en lo que tiene que centrarse: lo próximo de Alcest que sale justamente a principios de este 2012.


1. Morbid Angel - Illud Divinum Insanus

Bueno... estaba cantado, ¿no? Era claro que lo último de éstos iba a caer aquí como lo primero sí o sí. Por mucha decepción que haya tenido este año, ninguna es nada comparado con la desfachatez y la poca vergüenza que ha tenido Vincent y cía de convertir una leyenda viva como Morbid Angel en una auténtica parodia, pues después de muchos años después del Heretic, la banda vuelve dispuesta a tirarse de cabeza en la mierda más infecta con un disco de... ¿Industrial? ¿Electro-Gothic? ¿Combichrist? ¿Qué leches...? Entre tanto facepalm algún pequeño recoveco de los Morbid Angel de antaño queda guardado, pero ni por asomo consiguen sacar a flote de la mierda a este... esta... esto. Si le añades un recopilatorio de todos los temas de este disco versionados por bandas de estos estilos, pues ya tienes una loción de cabello nueva, pues se están cagando directamente en nuestras cabezas. Como diría uno de los temas:

Visión sufrirá.
Orejas derretirá.

Lo clavan.

Grupo Metal del año


Alda

Y es que ni siquiera lo nuevo de Wolves In The Throne Room me ha parecido tan grandioso como lo de estos chicos que con su :Tahoma: han logrado desbancar todo lo que pueda parecerse a ellos, consiguiendo trasmitir como ningún otro esa sensación de estar sumido completamente en la naturaleza y de verse envuelto por ésta y su aura. Alda ha conseguido un título merecidísimo.

Grupo Hardcore del Año


Cerebral Ballzy

He de decir que este año ha sido un año de absoluto Hardcore en todas sus facetas para un servidor, así como otros estilos afiliados a éste. Y si bien este año ha estado lleno de grandes lanzamientos como los de Defeater, Integrity, Touché Amoré, Title Fight y demás, ninguno ha conseguido darme tal sensación de sabor a clásico como estos jóvenes, que suenan completamente añejos sin renunciar al sonido moderno de hoy en día que nos ha invadido. Un claro ejemplo de volver a los 80's manteniendo los pies en el s.XXI. Y si bien es cierto que andan algo hypeados (sobre todo con tanto videoclip aquí y allá), a uno nunca le ha importado si algo puede ser "hype" o no siempre y cuando lo que muestren resulte satisfactorio.

Grupo Rock del Año


Soul Manifest

Ni Primus con su descomunal regreso, ni siquiera los suecos Graveyard con su boom de este año, han podido superar la química, el ritmo y la elegancia de estos franceses, y eso es hablar muy alto. Soul Manifest han logrado aplastar toda competencia con una muestra del mejor Hard/Blues Rock que bebe de otros aspectos como el Stoner o la psicodelia, dando como resultado un trabajo soberbio y lleno de feeling.

Banda revelación del 2011


Giles Corey

"Jajaja, un tío con una bolsa de basura en la cabeza", es lo primero que habrán pensado muchos. Sí, puede resultar gracioso, pero por mucho "jajaja" que uno suelte estamos ante toda una revelación del año que no dejará indiferente a nadie. Tras esa bolsa se encuentra Dan Barrett, que no es ni más ni menos que uno de los miembros de los majestuosos Have A Nice Life, y mientras que la mayoría busca hacer de la oscuridad algo maravilloso, Giles Corey trata de convertir lo bello en algo tenebroso a través de una música completamente ambiental, con elementos del Folk y el Shoegaze que se ahogan en una atmósfera realmente estremecedora. Esto junto con la maestría que lo atesora, son razones suficientes para ser todo un proyecto a considerar.

Y aquí acaba todo un año más. Como dicta la tradición: ¡Feliz Año Nuevo!

jueves, diciembre 29, 2011

Sólstafir - Svartir Sandar (2011)


2011 está agonizando, llega a su fin, empieza a palidecerse y a consumirse, le queda muy poco tiempo de vida. Pronto será la Nochevieja, y con ello se irán una vez más todo un sinfín de experiencias, de vivencias, de emociones y de situaciones que han formado este año que brillará con luz propia como todos los que han transcurrido en nuestra vida hasta ahora.

Y para rendirle homenaje y culto a un año que se nos va, la mejor música indispensable para ello es la que nos ofrece a día de hoy Sólstafir, capaz de sacar el aura y la energía de las almas desde lo más profundo de su ser gracias a una música que ha ido evolucionando con el paso de los años hasta asentarse en un estilo bastante peculiar y propio, una suerte de Rock progresivo y decadente con cierto recuerdo aún del Metal que cosechaban en sus comienzos y que podría situarlos entre los últimos Anathema y Katatonia, pero llevado un paso más... dos... o más, pasos de gigante que los distancia enormemente de todo lo demás. Pero vamos, nada que no haya dicho antes.

Svartir Sandar es la continuación del camino que estos islandeses han construido en Masterpiece Of Bitterness y comenzaron a transitar en su glorioso Köld, un camino que recorren solos y abandonados de toda suerte, un camino que los lleva hacia la melancolía y la dulzura para siempre. Hablar de Svartir Sandar podría ser como hablar de las otras dos obras mencionadas anteriormente, pues los esquemas, los tonos, las melodías... todo, se mantienen en éste, si bien parece que el camino se ha ido volviendo duro y tedioso, pues a medida que transcurre dicho trabajo se va perdiendo un poco la esencia que emanaban en sus anteriores obras, lo que hace que resulte un poco difícil de digerir al final del trayecto.


La voz de Tryggvason se torna bastante estridente y hasta diría que rallante por momentos aquí, algo que a un servidor no le ocurría en sus anteriores obras donde comulgaba de manera soberbia con el resto del sonido que facturaban, pues a veces se le nota algo forzada como ocurre en Ljós í Stormi, cosa que no quiere decir que sea así del todo y que no nos brinde momentos de suma brillantez como ocurre en Fjara. De todos modos, a medida que Svartir Sandar avanza, las voces pasan a un segundo plano, sobre todo al final de éste con temas como Djákninn y el homónimo.

A pesar de ello, los inconvenientes que presentan Svartir Sandar no producen daños críticos en el disco, pues Sólstafir sigue manteniendo buena salud y aún puede uno ser testigo de esa descomunal atmósfera de la que hacen gala y que envuelve todo a su alrededor para brindarnos unos minutos de paz y tranquilidad interna, llegando incluso a introducir elementos como pianos, saxofones y demás, algo que se puede apreciar por ejemplo en Sjúki Skugginn, dándole variedad suficiente para moldear un poco más ese ambiente que los hace característicos a su antojo.


Un disco de notable calidad, pero que no llega ni siquiera a la sombra de lo que fueron sus anteriores trabajos, enmarcados para la posteridad y recordados en las memorias de aquellos en quienes ahondaron en sus sentimientos, como recordaremos este 2011 por sus propias razones. El telón se va cerrando poco a poco.



Puntuación: 7/10

martes, diciembre 27, 2011

Noisear - Subvert The Dominant Paradigm (2011)


Cada vez queda menos para cerrar este año, y con ello hay que ir apresurándose para ir añadiendo aquellos trabajos que se le han quedado a uno en la recámara. En esta ocasión se trata del debut en larga duración de unos chicos a los que un servidor ha llevado dándole cera desde hace un buen tiempo, y harto de ver que no tienen su pequeño hueco en este pútrido lugar, he decidido darles el título que se merecen.

Pues bien, aquí estamos, delante de esta banda proveniente de Nuevo México que viene a demostrarnos cómo el Grindcore puede llegar a resultar tan retorcido en tan pocos minutos. Subvert The Dominant Paradigm es su primer disco a través de Relapse Records (el cual parece que está volviendo un poco a su senda de lanzar discos de este estilo) tras varios splits con bandas como los todopoderosos Regurgitate, y que encierra en sí un auténtico monstruo que espera a ser despertado para desatar su furia a través de entramados riffs que cabalgan a caballo a una velocidad vertiginosa.


Y es que Noisear bebe de nada menos que de uno de los iconos del estilo como es Brutal Truth, únicos por llevar el Grindcore hacia la propia experimentación con temas que se salen de los esquemas típicos del género para hacerlo suyo, con cierta técnica y composiciones ciertamente complejas para un estilo bastante básico. Para ser más exactos, absorben la energía del Need To Control y la retuercen como un paño mojado para hacerlo más alocado y enfermizo si cabe, con temas directos a la yugular, pero demostrando una técnica soberbia y cambios de ritmo desbocados y completamente fuera de sí, y que si no eres precavido pueden reventarte la cabeza como un globo de feria.

30 temas son todo lo que necesitan para demostrar todo su potencial y la enorme ruidera que meten, introduciendo pequeños elementos del Death Metal, sobre todo en las voces como con Borealis Storm, a juego con otras que van desde el propio pig squeal a otras más cercanas al Hardcore, todas ellas posicionadas en una voz básica que precisamente se asemeja mucho a la de Kevin Sharp. Cabe destacar ante todo la batería, que desde luego es un auténtico gorila aporreando todo lo que ve delante suya, magnífico sonido el que presenta. Desde riffs fuera de control como en Waiting To Be Born hasta algún tema en castellano como Almas Por El Infierno, pasando por temas como Fraudulent con cierto regustillo del Oriente Medio, Life Consumed You con solo incluido, y el final llamado Noisearuption que... bueno... si tienes suficiente (des)equilibrio mental como para soportar 20 minutos de puro Noise, es todo tuyo. Desde luego hace mención al nombre de la banda.


Impasible ante todo, Noisear no dudará en reducir tu cerebro a cenizas para regocijarse en ello. Estad atentos, pues viene un maremoto de hojas y cuchillas afiladas que te harán picadillo si no te refugias bien.



Puntuación: 8'75/10

lunes, diciembre 26, 2011

Panopticon - Social Disservices (2011)


La verdad es que al principio de este 2011, uno tenía la sensación de que se encontraba ante un año bastante pésimo comparado con los anteriores años que habíamos tenido en cuanto a lanzamientos. El problema es que no se puede juzgar algo que no ha terminado de forma tajante, más sí tener una previa impresión aunque luego uno se equivoque, pues aunque está claro que este año no se acerca ni por asomo a lo visto, por ejemplo, en 2009, sí que ha sido un año bastante productivo en cuanto a lo que se ha encontrado uno. Otra cosa es que no lo sea por las impresiones de cada uno, pero eso ya es otra historia.

Curiosamente de lo que vengo a hablar hoy es de algo que ya había mencionado anteriormente aquí el anterior año en las mismas fechas, curioso cuanto menos. Supongo que hablar de Panopticon no sirve de nada para aquellos quienes ya lo conocen, máxime si han visto dicha entrada de atrás en su momento, además de que la mente que hay detrás de todo esto ya ha estado activo junto con otros en este mismo año con el debut en larga duración de Seidr, toda una obra de arte.

Pues bien, justo cuando parecía que por esta parte no íbamos a tener noticias nuevas hasta el año próximo, lanza en Noviembre su nuevo trabajo Social Disservices, masterizado por Colin Marston (Dysrhythmia, Krallice), el cual presenta ciertos aspectos interesantes en comparación con sus anteriores trabajos, comenzando por la reducción de los toques folclóricos que manifestaba anteriormente, estando bien ocultos entre las atmósferas de sus dos últimos temas y los enormes riffs que facturan sus dos primeros temas, sobre todo en Client, temas que si bien al principio pueden dejar a uno indiferente, una vez descubierta la fórmula su efecto es aplastante, siendo capaz incluso de agredirte. Y es que tanto éste como Resident son un puro estallido de Black Metal acelerado como pocos, en donde no para ni un solo momento en toda su duración, en gran contraste con sus comienzos a modo de introducción con audios de niños felices (Resident) y tristes (Client), donde en este último junto con la atmósfera enfermiza da hasta miedo. Y para miedo, el que transmite Subject en su comienzo, mucho más ambiental y lento, y con un aura negativa que se nota en el aire desde el primer instante, malsano y oscuro, que te robará el aire en cuestión de segundos. Todo esto se extiende hasta que finalmente da paso a un nuevo terreno mucho más melódico y esotérico, sobre todo por las voces, el cual bebe directamente del sonido que está empezando a recoger bandas como los ucranianos Drudkh. A tenor de ello, el tema toma lanzadera y vuela hacia una majestuosidad como pocas, donde las melodías que presenta alzan a éste hasta el infinito, para llegar finalmente al culmen de esta historia, que se llama Patient, 20 minutos de toda una odisea sonora en donde nos irá adentrando en varios y continuos pasajes melancólicos y desgarradores en ambas dosis para alimentarse de nuestra alma: tránsitos armoniosos, furiosos golpes de Black Metal descontrolado, cierta reminiscencia folclórica en algún que otro momento... muchos, muchos elementos que conforman entre sí toda una mitología ancestral encerrada en un solo tema, cerrando así una nueva etapa en este ciclo, el ciclo al que pertenece Panopticon.


Y así, una vez más, este hombre solitario se adentra en los bosques para recibir la sabiduría de la Naturaleza y plasmarla en su obra, llegando al oído de muchos, y cerrando así su ciclo que volverá a abrirse una vez más en un futuro no muy lejano.



Puntuación: 10/10

domingo, diciembre 25, 2011

Esoteric - Paragon Of Dissonance (2011)


Pues, una vez más, es Navidad, ya veis. Se supone que hoy sería un día de felicidad, de estar con la familia, de vísperas, de una cosa y la otra... y como tal se supone que tendría que celebrarlo a lo alto, con algo que llene las almas y las calme de todo mal para por un día olvidarlo todo y estar entre todos juntos, ¿no?

¡PUES NO!

Esta tumba no entiende de eso, por lo que hoy será una Navidad negra en este lugar, donde todos deseen tirarse al abismo, donde no haya cabida para la esperanza, donde las almas se consuman en su propio odio, donde el mañana no exista en los deseos de nadie... vamos, donde se jodan todos. Y para conseguir este objetivo en el que nadie olvide quiénes somos y de dónde venimos, hoy nos adentraremos, después de bastante tiempo (a decir verdad), en uno de los lugares más oscuros y recónditos de la música, y por qué no, del ser humano: el Funeral Doom.


Y para ello, nada mejor que lo nuevo de Esoteric, que ha dado de qué hablar en los últimos meses, y mucho. Esta banda de Reino Unido siempre ha sido muy aclamada por sus huestes por ser considerada una de las mejores formaciones a día de hoy del estilo, siempre buscando renovarse con cada trabajo que han lanzado en un estilo bastante limitado, siendo honestos, aún cuando existen varias bandas con su toque propio y cierta personalidad. Y en esta ocasión, sus seguidores tienen más que suficientes motivos para aferrarse duramente a su banda, pues Paragon Of Dissonance es un cambio de tuerca para el grupo de tal manera que ni siquiera sus propios súbditos se habrían esperado. Y es que su nuevo disco no sólo mantiene los rasgos que hacen únicos a estos ingleses, sino que además es un trabajo más asequible, que entra de mejor manera al oyente, algo que choca teniendo en cuenta el estilo del que estamos hablando.

Paragon Of Dissonance construye nuevos caminos para elaborar el Funeral Doom Metal gracias a unas melodías que impactan al primer instante, pues al menos uno no había escuchado hasta ahora en un trabajo de este estilo, y otros aspectos curiosos como la introducción de solos, sí, solos, que dan hasta cierto dinamismo a lo que suelen realizar Esoteric. Buena muestra de ello puede darlo Aberration, donde éstos impulsan la música de la banda hacia terrenos nunca antes explorados en estos pasajes, y que conforman así una melancolía y una melodía únicas que hasta ahora no se habían presentado antes, si eso quizás en los franceses Remembrance. Todo ello, y junto con los teclados, edifican auténticos muros sonoros con una profundidad descomunal, y que da la sensación de estar visitando los interiores de una cueva infinita, con galerías tan grandes como ciudades enteras.


Todo ello contribuye a la posibilidad de que Paragon Of Dissonance sea un trabajo más fácil de asimilar que el resto de su discografía, pero claro, siempre y cuando estemos hablando del estilo que predican Esoteric. Y es que a pesar de ello, este nuevo disco no es desde luego corto, pues la mayor característica que siempre han tenido estos chicos es la enorme (y excesiva) duración que presentan sus trabajos, hecho por el cual puede que a más de uno se le atragante de mala manera no sólo éste, sino el grupo en sí (a un servidor ya le ha ocurrido más de una vez). Llegando casi a durar las 2 horas, Paragon Of Dissonance no va a ser menos, y presenta dos discos que conforman todo este coloso y por el cual nos muestra, una vez más, el mundo en donde habitan. Aún con todo, uno agradecerá escuchar cosas tan ricas en matices, en capas sonoras y demás y que encima encajen todo a la perfección como ocurre con Abandonment, un descomunal tema que te abrasará con la melodía que puede llegar a desprender. Por supuesto, y con todo, Esoteric sigue siendo Esoteric, y nos seguirán brindando temas que son toda una oda a la misantropía como puede ser Loss Of Will con esa peculiar ritmo militar a comienzo de éste y Non Being, el cual va desde las atmósferas construidas por sus impasibles teclados, hasta columnas de acero levantadas con unas densas notas que envuelven todo a su alrededor.


Una sorpresa encontrarse ante algo como esto, demostrando por qué Esoteric son considerados a día de hoy uno de los mejores grupos del Funeral Doom actualmente, y evolucionando de una manera que nadie se esperaba. Si algún día alguien te pide que le adentres en este terreno inhóspito, aconséjale saborear Paragon Of Dissonance. Su paladar musical te lo agradecerá.



Puntuación: 8'75/10

sábado, diciembre 24, 2011

Russian Circles - Empros (2011)


Bueno, era de esperar, ¿no? Ya dije hace tiempo atrás que tarde o temprano tendría que hablar de lo último de estos pesos pesados de ese mundo tan sobre explotado como es el Post-Rock. Hablar de Russian Circles es como hablar de nuestros padres: todos venimos de unos, son muchos, pero no hay ninguno como los nuestros.

Formado por miembros de Dakota/Dakota, Russian Circles jamás imaginó que llegaría a tales cotas de majestuosidad si se lo hubieran dicho tiempo atrás, pero así es. En sus 7 años de existencia, han ido cosechando una importancia dentro del estilo que a día de hoy es muy difícil que alguien los desbanque, en pos de patinar constantemente entre las texturas y los pasajes propios del Post-Rock y la contundencia y el sonido pesado propio del Post-Metal, consiguiendo así el equilibrio perfecto entre la armonía de un estilo y la furia del otro. Con la llegada de su clásico Enter (y de eso hace sólo unos 5 años) como debut, irrumpieron en la escena cual elefante en una cristalería, haciendo mucho ruido y desviando la mirada de todos hacia ellos para encontrarse de bruces con un titán que amenazaba con hacerse con todo cada vez más y más.


Sin embargo, tiempo después de haber lanzado su debut, su bajista Colin DeKuiper abandonaría la banda, y éste sería sucedido por nada menos que Brian Cook, bajista de la mítica banda de Mathcore Botch. A partir de ahí, comenzarían a reforzar los elementos del Post-Metal con cada disco que han ido sacando, siendo posiblemente Geneva el disco más potente que han sacado de entre todos.

Y así, 2 años después de todo, lanzan su nuevo trabajo, titulado Empros, y que no hace más que encumbrarlos hacia la victoria, una victoria aplastante por su parte gracias una vez más a un trabajo sólido y en donde no falta ningún ingrediente característico de la banda. Empros es un nuevo ejercicio de elegancia y energía a partes iguales, y que se apoya principalmente en riffs de gran peso que podrían parar hasta a un toro bravo. Buena muestra de ello lo dan los dos primeros temas, 309 y Mlàdek, cargados de ritmos bestiales y hasta momentos que podría hacer a más de uno descoyuntar sus cervicales a ritmo de headbanging, todo ello adornado de una atmósfera que siempre está presente en el fondo, ejemplo perfecto de cómo son capaces de construir todo un mundo con sólo 3 instrumentos tan básicos como la guitarra eléctrica, el bajo y la batería.

De la ira pasamos a la tranquilidad con Schiphol, donde se sustentan en la calma y los pasajes más propios del Post-Rock, engrandeciéndose enormemente al final de éste para cerrar con un tema ante todo noble. Algo parecido ocurre con Atackla, solo que presenta un contraste entre la calma al principio del tema y la fuerza al final de éste, pasando poco a poco de un extremo a otro a medida que se desarrolla el trayecto que lo conforma. Y ya finalmente pasamos a la acción con... Batu (risas enlatadas), donde recupera la mala baba de sus dos primeros temas, pero manteniendo la apología a la paz que mantienen también Schiphol y Atackla.

Y por fin, ya puestos a terminar, cierra con Praise Be Man, en donde por primera vez meten voces a un tema (aunque no estoy seguro de si lo han hecho anteriormente, la memoria me falla), una voz sepultada en una reverb lejana, y convirtiendo el tema en una suerte de My Bloody Valentine pero en versión lenta.


Y así, una vez más, Russian Circles se proclaman vencedores en una lucha propia por mantener el nivel bien alto, el nivel que los hacen únicos y proclamados por muchos. Victoria.



Puntuación: 9'5/10

viernes, diciembre 23, 2011

Total Abuse - Prison Sweat (2011)


Y justo cuando uno pensaba que no podía asombrarme nada más este año, llega esto y me da una de las incontables cachetadas que suele dar la vida sin previo aviso, así sin más. A este paso acabaré con los mofletes al rojo vivo. Y no es para menos, porque que un grupo como Total Abuse se te plante ante tus propias narices de la nada y se te presente de la manera que lo hacen ellos, es para hacerte un suplex a ti mismo.

Pero comencemos desde el principio, como es habitual: Total Abuse es una banda venida directamente de Austin, en Texas, con el único pretexto de sonar más clásicos que nadie. Y es que al escuchar Prison Sweat, a uno no le queda claro si este trabajo ha sido lanzado en este año o durante los 80's, pues suena tan jodidamente a clásico, que bien podría decirse que viene de dicha época, cuando el Hardcore Puk empezaba a proliferar a un ritmo incesante. Ni grupos como Cerebral Ballzy, ni siquiera grandes actuales que reivindican el Hardcore primitivo como Ceremony, llegan a las cotas de producción tan clásica como llegan éstos, y aunque alguno puede llevarse manos a la cabeza ante tan rotunda afirmación (y a pesar de que ambos grupos me encantan), las cosas son como son.


Aparte de ello, Total Abuse destaca también por la ruidera que llegan a meter, en base a cierto aspecto propio del puro Noise. Bien lo muestra el primer tema Final Passage, en donde todo su trayecto es puro ambiente ruidoso y distorsionado, el cual hará estallar más de una cabeza si no se es precavido, o dicho tema homónimo donde se extiende la paranoia musical hasta límites insospechados. Todo ello junto con temas de bastante potencia como puede ser Masked Killer, que nos harán transportarnos al pasado a golpes contra todo, con una oscuridad que emana de su sonido en su dosis justa.

Y así, en los 7 temas que conforman Prison Sweat, nos encontramos ante toda una maravilla sonora cruda y hasta toda una revelación para los tiempos que corren, cuya mayor pega que se le puede achacar es la sensación de ser bastante corto y dejar a uno con las ganas de más y más.


No esperéis nada correcto, ni nada ético. No esperéis la esperanza, ni la paz, ni siquiera la vida. Esto es Total Abuse, es actitud, y es la enfermedad hecha música a la misma vez.



Puntuación: 9/10

jueves, diciembre 22, 2011

Vallenfyre - A Fragile King (2011)


Últimamente los grupos "all-stars" proliferan más que nunca, en los que miembros de bandas reconocidas se juntan para fusionar la experiencia de cada uno, y con ello, hacer algo diferente a lo que suelen tratar mayormente. Esto suele ser así algunas veces y otras veces no, pero lo que está claro es que hasta hoy, uno nunca había visto una proliferación de bandas de este tipo tan grande como la que están sufriendo estos años. Desde el regreso de algunos ya conocidos como Lock Up, hasta la formación de otros como Twilight, Old Key Silver o Insidious Disease por poner algunos ejemplos, son sólo un pequeño ejemplo de lo que nos podemos encontrar actualmente.

Pero si hay uno que este año ha estado bastante en boca de muchos, ése es sin duda Vallenfyre, grupo formado el pasado año con la actuación de Gregor Mackintosh (inserte aquí chiste con referencia a Apple), uno de los fundadores de los no poco conocidos Paradise Lost, que junto con otros miembros como Adrian Erlandsson (batería de At The Gates) o Hamish Hamilton Glencross (miembro de My Dying Bride actualmente), forman un plantel que busca adentrarse en los derroteros del Death Metal de la vieja escuela para traerlo a nuestros tiempos (y van...).


Así pues, con este dato damos paso a A Fragile King, disco debut de este proyecto en donde encontraremos algo primordial a la hora de realizar este tipo de estilo: lo de siempre. Vamos, que no esperéis unas composiciones propias de un investigador de física cuántica, ni complejos entramados, ni nada que os haga sudar el cerebro más de lo debido... esto es puro y llano Death Metal del corte más clásico, afiliándose al sonido propio de los Entombed del Left Hand Path y los Dismember del Like An Ever Flowing Stream, pura reminiscencia sueca, vaya.

Por ello, está claro que a primeras al escuchar A Fragile King uno tendrá constantes déjà vus a medida que éste se desarrolla, pero hay que decir ante todo que suena bastante añejo, con una producción ciertamente evocadora del sonido que se podía obtener allá por los 90's aún, un sonido sucio pero donde no se pierde el detalle de los instrumentos, ese sonido que muchos buscan entre mares y mares de bandas que van surgiendo con el paso de los años.

Y sin embargo Gregor y sus amigos lo consiguen, convirtiendo A Fragile King en un trabajo que bien podría haberse realizado cuando este estilo empezó a infectar con su potente virus a la escena sueca. A todo ello, cabe destacar de que a pesar de su aproximación al sonido de la escena sueca, Vallenfyre se permite el lujo de meter algunas pequeñas influencias del Doom Metal de sus bandas afiliadas, hasta el punto de encontrarnos algún solo bastante reconocible de Paradise Lost, como se puede apreciar en Seeds o A Thousand Martyrs. Si hay algo que podría animar a más de uno a aventurarse en este disco, es el hecho de que finalmente se puede apreciar la voz de Gregor en sus growls con todo su esplendor después de muchísimo tiempo en que Paradise Lost decidió dejar este aspecto en un segundo plano, el cual no ha cambiado mucho si se llega a comparar.

Todo ello sumado a riffs de pura demolición como los que presenta Humanity Wept, son aquello que conforman este disco que se convertirá en el sueño húmedo de más de un seguidor de este tipo de sonidos sepulcrales.


¿Entonces, cuál sería el veredicto? Pues que a pesar de hacer algo que ya han hecho muchos (incluso reivindicar este estilo una vez más), que Gregor y cía se atrevan a hacer un grupo que bien podría estar a la altura de otros proyectos similares como Hail Of Bullets (salvando las distancias) es ciertamente todo un mérito, una manera de volver a sus raíces en cierta medida.



Puntuación: 7/10

miércoles, diciembre 21, 2011

Vektor - Outer Isolation (2011)


Um... hacía bastante tiempo que no actualizaba con algo de Thrash Metal. A decir verdad, poca cosa me ha llamado la atención este año en lo que a este estilo se refiere... hasta que Vektor anuncian que lanzarán nuevo disco. Ante la noticia, uno no puede hacer otra cosa que alegrarse, pues estamos hablando de una de las bandas que SÍ podrían coger el relevo del Thrash Metal antiguo y considerarse un más que digno revival de éste.

No es por menospreciar a otras bandas que han surgido en los últimos años con motivo de recuperar la esencia de este género, pero si hay una que se merece considerarse un auténtico resurgir de este estilo en su faceta más antigua, ésos son Vektor. Y es que si a uno le dijeran que esta banda es de los años ochenta, podría creérselo, pues recoge de la mejor manera la esencia del antiguo Thrash que se facturaba cuando éste era un estilo a descubrir, repudiado por muchos en aquellas épocas.

Pero no sólo Vektor se conforma con sonar a auténtico clásico, sino que moldean su música y la perfeccionan a través de una técnica y una progresión propia de los grandes Voivod, sumiéndose en la retrospectiva de la ciencia ficción para conformar unos temas titánicos. Y aún con todo, Vektor suenan originales aún a pesar de mostrar pleitesía a los canadienses, pues aunque todo ese mundo que conforman está claramente recogido de ellos, consiguen desmarcarse de éstos para parecer como un renacimiento de esta variante del Thrash Metal, y a la que bien se podría incluso sumar la garra de otros clásicos como Toxik.

Ya en 2009 dieron el auténtico pistoletazo con Black Future, una auténtica obra maestra que dejaba en bragas a cualquier banda surgida en los últimos años que osara compararse a ellos, llena de técnica, momentos muy inspirados del Metal progresivo clásico, y ante todo una ambientación extraída del mejor Sci-fi. Outer Isolation no hace más que confirmar la capacidad de una banda que si sigue a este ritmo se podría convertir en un nuevo referente del estilo muy a tener en cuenta. Comenzando con un viaje espacial a través de Cosmic Cortex, empiezas a esbozar una sonrisa al darte cuenta de que siguen siendo ellos, y que no dejarán de serlo por nada en el mundo. Desde que suena el primer riff del tema, te pones en alza y comienzas a respirar fuerte ante la inyección de adrenalina que va a descargarte el tema. Y ya a partir de ahí todo se reduce a volar, a volar a base de riffazos explosivos ultrasónicos que te lanzarán contra todas las superficies, unos solos descomunales que te sacudirán cual muñeco de juguete y momentos en los que te partirán la mandíbula de un codazo que se traduce en unas progresiones sencillamente bestiales como en Venus Project.

A todo esto, la voz de David Disanto se antoja más personal que en su predecesor Black Future, si bien sigue teniendo ese timbre tan similar al de Schmier de Destruction, aunque quizás más crudo si cabe. Lo demás es simplemente un no parar de velocidad descomunal y ante todo técnica, mucha técnica, como bien se puede apreciar en la descomunal Tetrastructural Minds.


Esto sí que es revivir el Thrash Metal, desde luego. Una vez más, se vuelven a marcar un disco que hace de muelle para impulsarlos un poco más hacia la total victoria, aunque parece que de momento la llevan ganando. Y que siga siendo así.



Puntuación: 9'75/10

lunes, diciembre 19, 2011

Necro Deathmort - Music Of Bleak Origin (2011)


Hay que ver en qué se ha originado todo a partir de la llegada de Sunn O))). Desde el instante en que convirtieron el Drone en algo más que distorsión para transformarlo en una forma de construir una atmósfera simple y desoladora a la misma vez, muchos han sido los grupos que han tomado la dirección de la banda, recogiendo uno o varios elementos de los estadounidenses para sumarse a la construcción de esos ambientes tan claustrofóbicos y asfixiantes.

Tal es así la cosa, que ha llegado incluso a tocar el hilo que sostiene a la Electrónica. Así es, incluso hay quien se atreve a coger esos elementos que hacen únicos a Sunn O))) para llevarlos al mundo de los samples, de los bajos estridentes y demás. Así nace Necro Deathmort, banda formada en Reino Unido, y que por muy valiente que pueda parecer esta afirmación, serían la versión eléctrica de la banda de Greg Anderson y Stephen O'Malley.


Y no sólo por la estética y la forma de presentarse en escena que tiene este dúo (que también, aunque en este aspecto hay muchos otros grupos que apuestan por la imagen tanto como por la música), sino por la capacidad de transmitir unas sensaciones esotéricas únicas y alucinantes, capaces de enviarte allá donde nadie más ha llegado, y todo gracias a unas bases electrónicas de down-tempo que junto a los recursos propios del Drone y del Dark Ambient, convierten su música en una especie de dios ancestral atrapado entre las diversas capas sonoras que conforman Necro Deathmort. Music Of Bleak Origin es su segundo disco, el cual algunos dicen ser mucho más accesible que su predecesor. Sea así o no, está claro que esta obra magna se convertirá en una forma de vida para más de alguno, gracias a que mantiene en todo momento la atmósfera característica, de modo que no se pierde en ningún momento el hilo, dando la sensación de estar escuchando una sesión entera de un tirón, dividido en varios tramos.

Music Of Bleak Origin, aún a pesar de dicha continuidad, presenta diferencias entre sus temas, que van desde temas más encaminados hacia los ritmos electrónicos ciertamente más animados como en For Your Own Good hasta temas en donde se adentran completamente en la locura emanada del Drone y del Doom Metal de los Sunn O))) como en The Heat Death Of Everything, temas que por otra parte también se alternan entre las instrumentales o con presencia de voces como las antes mencionadas o como en In Binary, que van desde voces dulces y relajadas a meros gritos agónicos. Lo que queda bastante claro es que la variedad está asegurada, aún cuando el disco traza una línea bastante notoria de la que no suele salirse mucho.

Las atmósferas que envuelven y devoran a Music Of Bleak Origin son apocalípticas y ante todo increíbles, demostrando así el ingenio y la imaginación que atesoran las mentes de estos dos auténticos prodigios. Temple Of Juno es una buena muestra de ello, un tema que te obligará a quedarte sentado en el mismo sitio y a quedarte petrificado ante la presencia de este fenómeno.


Una maravilla sonora, que irrumpe de manera abrupta entre lo mejor del 2011. Y yo que pensaba que ya lo tenía todo claro para este año, maldita sea...



Puntuación: 10/10

domingo, diciembre 18, 2011

Chelsea Wolfe - Apokalypsis (2011)


Nunca he sido muy santo devoto de los cantautores, a decir verdad. La razón es que generalmente no me dicen mucha cosa, a excepción de algunos grandes como Johnny Cash (evidentemente) y otros menos conocidos pero que han ido consiguiendo cierto nombre como Jason Molina, más conocido como Songs: Ohia.

Sin embargo, siempre hay alguien que se desmarca de todo lo habitual y se convierte en el centro de miradas, incluso de aquellos como yo que no suelen prestar atención a este tipo de músicos. Ése es el caso de Chelsea Wolfe, que en poco menos de un año ha empezado poco a poco a asomar la cabeza hacia el mundo, pero haciéndolo de una manera que es, como mínimo, curiosa. Nacida en California, Chelsea Wolfe podría decirse que es una de los miles de cantautores que han ido surgiendo a lo largo de todos estos años, dulce y emotiva, de no ser porque tras esa cara angelical se esconde un auténtico demonio que robará tu alma en el momento en que bajes la guardia, pues lejos de querer realizar temas que se basen en el típico tópico del cantautor promedio (amor, paz y todo eso), abraza la oscuridad a través de una música que se enmarca en influencias recogidas del Folk, el gótico y en cierta medida hasta del Doom Metal.

Comenzando sus pinitos con versiones de grupos como The Strokes, Nick Cave & The Bad Seeds y hasta de Burzum (ahí queda eso), Chelsea Wolfe ha ido poco a poco adentrándose en terrenos cada vez más introspectivos propios de una personalidad demente para sucumbir totalmente en la pura decadencia en su nuevo trabajo, Apokalypsis. Ya de entrada sólo escuchar la intro titulada Primal/Carnal pone a uno los pelos de escarpias, gritos de ultratumba provenientes de las fauces de su propia voz. Rápidamente se corta de manera abrupta para dar paso a Mer. Con una voz que se esconde siempre entre las sombras, Chelsea Wolfe empieza a hacer desfilar su particular manera de hacer las cosas, embriagada con una copa de misticismo, transmitiendo una sensación de mal estar y misterio que ya quisiera más de una banda de Doom o Black Metal, siendo justos y honestos.

He llegado a ver opiniones que la comparan con Portishead en concepto musical, y lo cierto es que podría decirse que sí, pues a pesar de toda la oscuridad que desprende Chelsea Wolfe (con la ayuda de los músicos que la acompañan, que se encargan ante todo de mantener ese halo de misterio continuo), todavía se puede percibir una cierta melancolía y dulzura bastante próxima a la que desprende Beth Gibbons, algo que se puede percibir en temas como Tracks (Tall Bodies), tema en donde las similitudes se aproximan enormemente.

Por otra parte, la capacidad de Chelsea Wolfe de hacer prácticamente lo que le dé la gana con su voz es digna de aplaudir, pues aparte de su tono estándar propio de una pequeña sonriente, puede pasar de la más absoluta tranquilidad al sonido más estridente (ya la intro lo demuestra). Sus temas también cobran personalidad propia, pasando de unos con más influencias rockeras como en Demons, a otras vestidas con un abrigo formado por influencias del gótico y el Folk más oscuro como en Movie Screen, y a otras donde experimenta con las atmósferas para reforzar ese halo malsano que la rodea, como en la resplandeciente Pale On Pale, donde su lado más Folk se potencia con un choque directo de completa oscuridad, terminando con To The Forest, Towards The Sea con un ambiente completamente extraño y que te dejará tal y como comienza Apokalypsis: con los pelos escarpias. Además de ello cuenta con un tema que ya aparecía en su anterior obra The Grime And The Glow, titulado Moses, un claro homenaje a los grandes del Folk.


Si por algo es por lo que esta dulce y a la vez tenebrosa mujer ha acabado incluso formando parte del cartel del Roadburn 2012 será por algo. Parece ser que uno de Los Jinetes del Apocalipsis es mujer, y ya ha empezado a mover ficha.



Puntuación: 9'75/10