jueves, marzo 31, 2011

Woods Of Desolation - Torn Beyond Reason (2011)

Como ya dije una vez, siempre me gusta escuchar a los demás, y más cuando me hacen recomendaciones. Está claro que hay veces que se me va mucho la cabeza y dejo pasar por alto alguna que otra cosa que me recomiendan, es algo normal cuando se te echa el tiempo encima, las recomendaciones, o simplemente no estás en el momento de querer entrar en ello y prefieres hacerlo más adelante para saborearlo mejor. Hace ya cosa de semanas, uno de los comentarios que me dejan los lectores del blog que pasan por aquí me recomendaba lo nuevo de estos australianos, algo que había tenido en cuenta, pues mucho había oído hablar en los últimos meses de esta banda.

Así, con ilusión y decisión, me he dispuesto a escuchar Torn Beyond Reason... y sí, la persona que me lo recomendó estaba en lo cierto: es magnífico. Como dije en su momento con la entrada de lo nuevo de Totalselfhatred, hacía mucho que no escuchaba un disco de Black Metal depresivo, pero mucho menos un buen disco de ello, y Woods Of Desolation me ha devuelto la ilusión en este estilo. Formado por miembros de nada menos que Austere (banda que recomiendo encarecidamente), y que recientemente han formado otro interesante proyecto conocido como Grey Waters, aquellos quienes rodean a estas bandas ya son bastante conocidos por su obsesión por transmitir y liberar los sentimientos más negativos de la vida humana, y con este grupo no son menos, pues vuelven a demostrar que Australia es un país que actualmente está cogiendo mucha fuerza en su escena metalera, capaz de competir con la japonesa o incluso la francesa en todos sus ámbitos: calidad e innovación.

Si echabas de menos la esencia de Austere, estás de enhorabuena, pues tras la disolución de esta banda, Woods Of Desolation es lo más cercano al sonido depresivo y atmosférico de estos blackers que renuncian a sí mismos y a la vida a través de una música afilada como la punta de una lanza, pero triste como la despedida de un día maravilloso. Torn Beyond Reason baila a través de unos riffs puramente Black, pero que son bañados en olas de riffs melancólicos a más no poder, y que son fusionados con pasajes de pura ensoñación. Claro ejemplo de ello es el último tema Somehow..., que termina con una desgarradora melodía que se fusiona con la rabia contenida del Black Metal rápido e incandescente, algo que también se puede apreciar en An Unbroken Moment y The Inevitable End. Todo ello, rematado con un tema de puros arreglos acústicos y pasajes de frondosos y congelantes bosques que se abren a nuestros ojos (u orejas) en November. Tras todo ello, podemos presenciar la clara y patente influencia de sonidos y bandas como las del Diadem Of 12 Stars de los estadounidenses Wolves In The Throne Room, es decir, la mezcla de pasajes melódicos y sutiles con los ataques de ira contenida del Black Metal en blast-beats decapitadores como sentencias de muerte.

Agradezco a la persona que me impulsó a tener que escuchar este disco, no habría sido de no ser por ese "empuje". A los demás, si queréis recuperar a Austere, sólo tenéis que adentraros en los terrenos de Woods Of Desolation. Bienvenidos a la desolación, sentiros cómodos.



Puntuación: 9/10

miércoles, marzo 30, 2011

Wormrot - Dirge (2011)

Hay veces en las que, cuando el cuerpo te pide energía, debes ofrecérsela, y hay mil maneras de poder hacerlo: jugando a cualquier juego, practicando algún deporte, o escuchando algo que te anime. Dentro de cada uno de estos conceptos, está el de "extremo", aquel que es llevado hasta su límite, y que puede resultar hasta exagerado. Un buen ejemplo de ello en la música es el Grindcore, todos lo sabemos, y como hoy necesitaba algo para animarme, y nada mejor que comentando lo último de esta banda que recientemente se ha filtrado por Internet.

Extremo Oriente (lo cual aprovecho para dar todo mi apoyo en estos días a Japón y a todas las familias que han recibido un duro golpe en sus vidas a causa del desastre que se ha producido allí), aunque no lo parezca, tiene una escena extrema muy consolidada, sólida, y potente, con la particular visión que tienen del mundo desde allí. El Grindcore es uno de esos géneros que, pareciendo que no diga mucha cosa por esos lares, da mucho jugo, y un buen ejemplo es esta banda de Singapur que desde 2007 han pegado fuerte en la ola extrema de la música.

Wormrot no conoce de barreras, de muros que limiten sus capacidades, y es así como en 2009 lo demostraron con su debut Abuse, un disco de rabia contenida en puro Grindcore enfermizo a dos voces y que recordaban enormemente a los japoneses Bathtub Shitter, con temas breves pero aplastantes como una apisonadora con neumáticos envueltos en cuchillas, y que no dejaban descanso para nuestros oídos y nuestras mentes en sus más de 20 temas que en conjunto no alcanzaban la media hora. Tal es así, que no tardaron en ser fichados bajo nada menos que Earache Records. Ahora con Dirge, han ido un paso más allá, y en menos de 20 minutos escasos seremos recibidos por un disco que funciona como un bombardeo: rápido, breve, sin saber qué ha sucedido, cómo y por dónde, lo cual te obligará a tener que escucharlo una y otra vez para saber qué demonios ha sucedido. Pero de buenas a primeras os lo dejo en constancia aquí: lo que habréis presenciado es el rápido paso de una muralla sonora que destroza todo en su camino, y que en esta vez se ve bañada con tintes de Crust en los riffs y actitud. No One Gives A Shit; The Final Insult; Public Display Of Infection; Deceased Occupation... todo el disco en sí es un tema que no te dará siquiera tiempo de poder defenderte ante semejante matón.

¿Necesitas saber algo más? Sí: más vale que te agencies un casco y te lo pongas al escuchar esto, pues lo que vas a presenciar es auténtica destrucción sonora. Prepárate para la guerra, y suerte en el viaje, la necesitarás.



Puntuación: 9/10

martes, marzo 29, 2011

Blaspherian - Infernal Warriors Of Death (2011)

Últimamente he estado experimentando una vuelta a mis orígenes más puros del Metal, en una especie de truísmo extremo (aunque alguna que otra vez suelo recuperar la música que se escapa de los esquemas del Metal de toda la vida). Como bien es, no son más que etapas, pero la verdad es que echaba en falta volver a mis comienzos, y para que hoy quede claro lo que estoy diciendo, es hora de hablar de toda una maravilla que ha salido recientemente en los albores del Death Metal: el esperadísimo disco debut de estos estadounidenses que habían anunciado el lanzamiento de éste desde el año anterior.

Blaspherian es una banda que se afinca en Texas, y que tras algún que otro trabajo destacando el logradísimo EP Allegiance To The Will Of Damnation, habían anunciado que nos deleitarían con su primer disco largo que no haría más que mantener a aquellos que habían disfrutado de sus primeros pinitos en la escena del Death babeando. Finalmente, a través de Deathgasm Records, sacan su primer disco, Infernal Warriors Of Death, todo un monstruo infernal que no dejará nada en pie a su paso.

Desde el primer instante, quiero recalcar una cosa muy clara: posiblemente Blaspherian sea lo más cercano a Incantation que haya escuchado jamás sobre la faz de la tierra: su voz cavernosa, al igual que los instrumentos y los riffs que abarcan desde las partes más rápidas y aplastantes a las más cercanas al Doom de los de Pennsylvania... absolutamente todo recuerda a Incantation, de una manera que te dejará anonadado y patidifuso, mostrando un sonido muy potente y cavernícola, y que en última instancia, también pueden ser muy cercanos a los bestiales Encoffination. Blaspherian se suma a la palestra de bandas que buscan recuperar esa parte más sombría y a la vez demoledora del Death Metal old-school, y vaya que si lo logran: 8 cortes de pura destrucción masiva es lo que nos encontraremos en este bestial disco en donde algunos temas como Desecration Eternal, In The Shadow Of His Blasphemous Glory o Invoking Abomination dejan bien claro de lo que son capaces estos musculosos demonios que no darán ni un segundo para que puedas asimilar lo que sucede en este cofre que guarda una maldición que se expanderá por todo el mundo al ser abierta.

Tan sencillo como darle al Play y prepararte para una explosión de adrenalina y rabia en dosis ultracondensadas. Agárrate bien, pues vienen curvas, y muy peligrosas.



Puntuación: 9'25/10

lunes, marzo 28, 2011

Virus - The Agent That Shapes The Desert (2011)

El arte es algo que inunda la vida de los humanos, fruto de la inspiración, las ideas y creación de éstas. A lo largo de la historia, se ha podido separar ésta por edades en el concepto del arte: desde el Barroco al Renacimiento, o la Posmodernidad, al igual que otras épocas como el Cubismo, por ejemplo. ¿Se podría considerar la música como tal? Está claro que la música es arte, y como tal ha ido marcando la historia de la humanidad por épocas, en constante evolución, en constante flujo, cambio y renovación de sí mismo. Pero ¿se podría denominar la música como "barroca", "renacentista" o "cúbica"? Puede ser, ¿por qué no? Aunque no haya nada escrito, dicho o sentenciado de que sea así o no, la imaginación y las posibilidades son infinitas, y partiendo de la lógica no es descabellado pensar de que cierta música pueda representar una idea contemporánea a cierta época de la vida.

De hecho, existe un género totalmente fuera del concepto que tenemos de la música: el llamado vanguardista o Avant-Garde. No es la primera vez que hablo de ello, un género que se basa más en la idea que se desea plasmar que en la composición en sí, de manera que se hace más hincapié en las influencias de otras culturas en la música que en la simplicidad de su estructura, cosa que en este estilo no es así. Un buen ejemplo de ello es de lo que hoy vengo a hablaros, una banda que incluso antes de su origen, ya tenía una idea, ubicada en la banda que le precede y de la que provienen sus integrantes: Ved Buens Ende, un proyecto que buscaba expandir el sonido del Black Metal hasta límites insospechados, y posiblemente de las primeras que se atrevieron a realizar esto, con su disco Written In Waters que podría considerarse un disco de culto. Tras éste, surge Virus, alejándose de los estándares del Black Metal y centrándose mucho más en los sonidos enrevesados y con la tónica de los legendarios Mr. Bungle comandado por el omnipresente Mike Patton.

La extraña visión de esta banda noruega comandada por Carl-Michael Eide (más conocido como Czral, y miembro y ex-miembro de bandas de diversa índole como Aura Noir, Satyricon o Ulver) hizo que en 2003 lanzaran su disco debut Carheart en donde creaban un álbum conceptual basado en historias de perros y coches (?). Más adelante, sacan en 2008 The Black Flux, donde recalcan su música de diversos elementos que van por lo progresivo, atmosférico, Metal, Rock, Jazz y demás. Tras ello, dejan atrás el sello Season Of Mist, y deciden embarcarse en el lanzamiento de su nuevo disco por ellos mismos, hasta el punto de pedir donativos para la ayuda de su lanzamiento. Finalmente sale a la luz The Agent That Shapes The Desert, dejando claro una vez más que son capaces de comerse cualquier cosa. Bailando entre sus dos anteriores entregas, The Agent That Shapes The Desert vuelve a recalcar la capacidad e imaginación desorbitada de estos noruegos que se atreven con todo una vez más, mostrando nuevamente resquicios de Mr. Bungle, atmósferas esotéricas y extrañas incluso para los comúnmente habituados a ello, y la voz de Czral que una vez más se presenta como un hombre sentado en la cuneta de una carretera en el desierto fumando su cigarro con paciencia pero con pasión, y echando una gran bocanada de humo hacia el aire, y junto con ello sus ideas. Desde el primer tema homónimo hasta Call Of The Tuskers, Virus hará que una vez más te mantengas pegado a la silla para ser partícipe y testigo de todo un alarde de ideas e idas de olla que estallan como una supernova.

Así pues, Virus se enfrasca una vez más en una aventura que tú mismo tendrás que descubrir por propia cuenta, pues The Agent That Shapes The Desert es algo más que música: es arte.



Puntuación: 8'75/10

domingo, marzo 27, 2011

Graveyard - Hisingen Blues (2011)

El Rock es un género que, se quiera o no, forma parte de la vida de todos, un género que se encuentra en todos lados, en todos los rincones del mundo, estando en el día a día de cada uno. Desde tiempos inmemoriales el Rock siempre ha estado presente, y no es de extrañar así que uno, después de sesiones de música extrema entre pecho y espalda, desee tomarse un momento de respiro y regresar a ese sonido añejo y que hace a uno poner los pies en la tierra. Aunque no se crea, hoy en día aún podemos encontrar bandas que, lejos de las moderneces, quieren rescatar ese sonido del Rock de hace décadas, en donde grupos como Led Zeppelin, Deep Purple o Pink Floyd estaban a la orden del día.

Ése es el caso de Graveyard, banda de Suecia (hermosa y maravillosa Suecia...) que en 2007 pegaron bien fuerte con su disco debut homónimo, en donde desarrollaban un Rock psicodélico setentero que convenció a muchos oyentes, haciendo que la espera por algo nuevo de ellos se hiciera larga y tediosa. Pero aquí están una vez más, dispuestos a llevarnos de la mano hacia el pasado para vivir de nuevo la mejor experiencia que se pueda haber vivido nunca.

Siendo su debut dentro del sello Nuclear Blast, algo inusual en una discográfica como ésta, Graveyard da un nuevo viraje dentro de su estilo pero sin salirse de los márgenes del sonido rockero que siempre los ha definido, buscando un sonido mucho más directo y entrañable. Hisingen Blues gana adeptos gracias a una mayor variación en su música, con algunos matices diferentes al que podíamos dislumbrar en su predecesor. Arrancando con Ain't Fit To Live Here, ya podemos notar ese pequeño cambio que lo diferencia de su anterior disco, con mayor variedad en los temas, y que van desde el Hard Rock más jurásico a temas de andar cabalgando en caballo hacia el rojo horizonte como con Longing, con ese toque desértico gracias a esos silbidos de llanero solitario, o los interesantes y a la vez extraños coros de Rss. Con esto todo quiere decir que nos encontramos ante un disco con una orientación algo desviada hacia otro terreno, pero manteniendo la grandiosidad de la banda, y que se puede entrever por ejemplo en la espectacular Uncomfortably Numb, puro sentimiento rockero. La voz de Joakim Nilsson se puede antojar algo distinta comparándolo con su homónimo, algo más propia del Hard Rock, pero manteniendo ese chorro de voz que siempre ha sido pieza fundamental de la banda y piedra angular de ésta.

Regresa al pasado y siéntete como un crío que descubre el Rock por primera vez con lo nuevo de estos pedazo de bestias que una vez más dan de qué hablar. Y mientras más lo escuches, más lo disfrutarás. ¡Rock 'n' Roll, amigos!



Puntuación: 9/10

sábado, marzo 26, 2011

Necros Christos - Doom Of The Occult (2011)

Desde que en su momento escuché lo nuevo de Mitochondrion, no he vuelto a escuchar algo de suma calidad en este año, siendo algo imbatible dentro del Black/Death que ha ido cosechando este año en estos casi 4 meses de vida de éste. Pero si hay alguien que estaba dispuesto a plantarle cara cual guerra de colosos gigantes, ése era sin duda lo nuevo de los alemanes Necros Christos, una de las bandas del género que más se ansiaba dentro del mundo underground con su nuevo lanzamiento, y que ya puede uno disfrutar del nuevo ataque frontal que supone su Doom Of The Occult.

Necros Christos ya habían dado el pistoletazo de salida después de que, tras innumerables Splits y demos (uno de ellos con los españoles Teitanblood), lanzaran su primer disco bautizado como Triune Impurity Rites en todo un ritual de sangre. Éste supuso toda una sorpresa para los metaleros más cavernícolas, con su sonido completamente extraído de Incantation, pero con ciertos añadidos del Black Metal, confiriéndole un sonido más oscuro y crudo que ya proclaman los estadounidenses, y que añadían la curiosa manera de separar los temas por interludios, interludios que conferían al disco ese toque de auténtico ritual de sacrificio.

En vista de que su fórmula había sido todo un éxito, deciden repetir la experiencia con Doom Of The Occult. Y vaya si les funciona. Su nuevo trabajo supone toda una patada en la cara desde el primer momento en que lo escuchas, pues gracias a la versatilidad que presentan intercalando temas de riffs musculosos con interludios logran una vez más gestar un auténtico monstruo proveniente de las cavernas más profundas de Alemania amenazando con arrasar toda Europa. Y ya que menciono los interludios, hay que decir de sobra que no sólo mantienen la genialidad del los del anterior disco, sino que incluso los supera, con ese toque funerario que los caracteriza, divididos en dos tipos: los Temple, breves pero fantasmagóricos a más no poder, y los Gate, mucho más largos y mejor elaborados con ciertas reminiscencias de la cultura oriental, y que dará la sensación de que nos estén mostrando los lugares y puntos clave de una ciudad muerta, una necrópolis, enterrada en las profundidades de la Tierra durante siglos.

Por otro lado, los temas son auténticas oda al Death más cavernoso, pero con su toque característico y sus ritmos pulverizantes, con ciertas etapas de puro Death Metal a lo Autopsy, capaces de desmembrarte vivo si te descuidas. Desde la arrolladora Baal Of Ekron que te aplastará sin compasión y te triturará, hasta temas como la gordísima Doom Of Kali Ma - Pyramid Of Shakti Love - Flame Of Master Shiva, más de 9 minutos de mastodóntico y desolador sonido sepulcral.

La vuelta de unos gigantes que compiten directamente con Mitochondrion (sin superar lo de éstos, claro, más bien viviendo mutuamente y salvando las distancias para evitar confrontaciones), y que a pesar de su desorbitada duración (1 hora y 10 minutos), te hará entrar en deseos de volver a reproducirlo. Los musulmanes rezan de cara a La Meca, nosotros lo hacemos de cara a Necros Christos.



Puntuación: 10/10

viernes, marzo 25, 2011

Blut Aus Nord - 777 Sect(s) (2011)

Si me preguntaras por cuál es mi banda de Black Metal preferida, supongo que no sabría decirte, pues son muchas las que me apasionan y me entusiasman, por lo que te lo diría en plural. Pero si hay una que te nombraría entre todos esos grupos sin siquiera pensármelo, ése sería sin duda Blut Aus Nord, el claro concepto de la oscuridad y tenebrosidad en el ámbito del Black Metal. Rodeados siempre del misticismo y lo desconocido, estos franceses siempre han estado envueltos en un halo de misterio que hace que sean más atrayentes e interesantes en cantidades equivalentes. Uno puede percatarse de cierta evolución que ha ido experimentando la banda a lo largo de de las casi 2 décadas de existencia que conforman, comenzando como una banda de puro Black Metal con Ultima Thulée, y empezando a entrar en la atmósfera más claustrofóbica con The Mystical Beast Of Rebellion.

Durante muchos años, la banda se mantuvo fiel a ese Black Metal ambiental que los definía y que los ponía a la altura de bandas como Deathspell Omega o Drudkh. Sin embargo, en 2009 deciden cambiar completamente las tuercas donde nadie los vieran, y dan el golpe con su disco Memoria Vetusta II: Dialogue With The Stars, donde mostraban unas atmósferas mucho más cristalinas y con reminiscencias de sus comienzos, en un claro intento de continuación de la primera parte de esta "historia" con Fathers Of The Icy Age. Un año después, vuelven a sorprender a propios y extraños con su EP What Once Was... Liber I, en donde hacen muestra de un sonido de puro Black Metal rabioso y desenfrenado dispuesto a volver a hacer vibrar los nervios de nuestro organismo.

Pues bien, cuando uno pensaba que estarían tomándose un descanso, descubrimos que estos chicos nunca duermen, y que desde las sombras siguen conspirando contra el bien con su música sobrecogedora y que congela el alma de aquellos quienes se atreven a darle una escucha con su nuevo trabajo, 777 Sect(s), en el que vuelven a recuperar la senda que habían marcado mayormente, y donde se aprecia un regreso hacia discos como Mort u Odinist. En 6 temas de abrasivo y contundente Black Metal de aura negra y llena de maldad, Blut Aus Nord proclama su trono como una de las mejores bandas del estilo en la escena francesa, y directamente en gran parte del globo terráqueo, merced a unas atmósferas presionantes y que no te dejarán respirar en ningún momento. Cada parte de este epítome de la destrucción supone un descenso hacia los mismísimos infiernos, y que compite directamente con esas atmósferas tan extrañas de la última etapa de Deathspell Omega: música ortodoxa y vanguardista dentro de un género tan cerrado como es el Black Metal, y por el que dejan bien claro por qué son tan proclamados en lo suyo. Además de ello, se atreven a introducir ciertas melodías (tenebrosas, eso sí) entre la amalgama de sonidos desesperantes y apocalípticos de un disco que no dejará indiferente ni al mismísimo Satán.

Blut Aus Nord, un grupo que nace con la intención de no crear música, sino destruirla, y 777 Sect(s) es un fiel ejemplo de lo que digo.



Puntuación: 10/10

jueves, marzo 24, 2011

Colosseum - Chapter 3: Parasomnia (2011)

Hace casi un año, se producía una trágica muerte entre las numerosas que han habido desde entonces hasta ahora: la muerte de Juhani Palomäki, miembro y líder de la banda finlandesa Yearning. Además de esta banda, Juhani formaba parte de otro grupo, el grupo que en estos días es propio de mención, debido a la salida de su nuevo, último y definitivo trabajo: Colosseum. La sorpresa ante esta banda fue mayúscula en su momento cuando en 2009 lanzaban su segundo disco, Chapter 2: Numquam, una auténtica pieza maestra del Funeral Doom Metal, que presentaba claras influencias de Evoken, pero con un sonido incluso más pesado, oscuro y tenebroso que al que los estadounidenses nos tienen acostumbrados (cosa que, una vez más, es mucho decir).

Sin embargo, la fatídica muerte de Juhani al año siguiente hizo que la banda se desequilibrara enormemente, lo suficiente como para dar "punto y final" a la trayectoria de éstos, manteniendo el respeto hacia Juhani, y prometiendo lo que éste había deseado hacer: lanzar el trabajo que ya tenían preparado desde entonces. Y es así como, casi un año después, Colosseum lanza su último y definitivo disco, una trilogía que cierra así el mundo desolador y sin esperanza de esta banda. Allá donde los relatos de Lovecraft cobran vida en forma de música, Chapter 3: Parasomnia mantiene la esencia y espíritu de la banda: Funeral Doom hecho con la mayor expresión musical posible, con unas voces de auténtica ultratumba y con pequeños arreglos sinfónicos que pueden recordar a los gabachos Remembrance. Poco puedo decir más allá que no se pueda apreciar en el disco, pero escuchar este último trabajo es como estar despidiéndote definitivamente de un ser que muere ante tus propios ojos, impotente sin poder hacer nada por evitarlo. Y aún sin superar el anterior disco (demasiado alto dejaron el listón, a mi parecer), Parasomnia destaca por ese halo de amargura al saber la historia de la banda que hay detrás de ella. La capacidad con la que te destroza las entrañas por dentro con Dilapidation And Death en sus más de 20 minutos, con atmósferas opresoras como el aliento amargo de la muerte a la vez que te arranca lágrimas de la piel con sus desgarradoras melodías que se dejan entrever en tales pasajes angostos deja en entredicho y bien claro que estos fineses siempre serán recordados por ser unas auténticas almas en pena desgarrando notas con sus pesadas cadenas.

Como un "adiós", como un "hasta siempre", o como esa hoja especial que acaba desapareciendo entre los vastos bosques, Colosseum muere para siempre, pero con las botas bien puestas, con un disco que en su hora de duración deja en entredicho que murió siendo un rey, quizás de nadie al no otorgársele el mérito que se merecía, pero un rey al fin y al cabo. Adiós Colosseum, y adiós Juhani.



Puntuación: 9'5/10

miércoles, marzo 23, 2011

Iroha - Iroha (2011)

Muchas veces uno busca algo que haga que sus sentidos se agudicen y se potencien mil veces intentando encontrar algo que se salga mínimamente de lo normal, de manera que se demuestre que muchas personas buscan salirse de los cánones habituales de cada arte mundial para jugar con las emociones y percepciones humanas, e intentar explotar ciertos sentimientos del ser humano. Por poner un ejemplo, el puro Noise está claro que es ruido única y totalmente, lo cual hace que a muchos de los que escuchen proyectos como los de Merzbow sientan incomodidad y repudio hacia estos "sonidos", sensación negativa, pero sensación al fin y al cabo, y eso es lo que busca e intenta potenciar el Noise: ahondar en los miedos y las fobias del ser humano, intentar transmitir algo aunque sea simplemente rechazo, sin esperar ningún halago. Si se piensa de manera concienzuda esto, tiene su lógica.

En el proyecto del que hoy hablo (y que una vez más tengo que agradecer a Rise From The Ashes por el descubrimiento), se busca la paz y tranquilidad de una manera única y propia a través del sonido más pesado que pueda uno escuchar. Resulta paradójico que mediante la saturación a través del Drone se intente buscar una idea que intente alcanzar la absoluta calma, pero uno no tiene en cuenta otro género que juega mucho en el objetivo que se busca: el Shoegaze. Y aunque es seguro que no es la primera vez que se realiza algo así, sí es cierto que este proyecto consigue lo que se propone: calmar corazones. Iroha es una banda de Reino Unido formado por Andy Swan, miembro fundador de la banda Final en donde también se encuentra Justin Broadrick, ya sabéis, uno de los titanes que conforman el coloso Godflesh, y creador de la banda Jesu. De hecho, cuenta con uno de los miembros de los últimos citados, el bajista Diarmuid Dalton. Junto con Dominic Crane de la banda Rumblefish, se lanzan en la búsqueda de algo que pocas veces se haga, recogiendo elementos como el Shoegaze, el Drone, el Rock y hasta el Post-Metal (que se puede apreciar con total claridad en su último tema Iroha. Tal es la espectacularidad de este disco, que ha recibido grandes críticas de magazines como la RockSound y de personas como el mismísimo Dig Pearson (fundador del sello Earache, ahí es nada). Tras un EP bajo Denovali Records llamado Bittersweet, la banda lanza su disco debut homónimo con el mismo sello, y en donde la extraña fusión de los esquemas y sonidos propios de My Bloody Valentine y The Jesus And Mary Chain con la expansión del Drone hacen de Iroha que, si bien puede no convencer a algunos, no dejará indiferente a nadie. Partiendo de este punto, nos encontraremos rápidamente en una burbuja que nos trasladará hacia la más absoluta paz, en base a varios elementos que principalmente se asientan en el Shoegaze (y me atrevería a decir que incluso en ese pequeño término llamado Dream Pop) y que confieren de una atmósfera cristalina y brillante a la música que diseñan y trabajan. Se te hará la boca chorros de agua cuando escuches la grandiosidad de temas como Drifted que te hará preguntarte hasta qué nivel puede llegar a alcanzar esta obra.

Bienvenido a Iroha, donde los sueños se hacen realidad, y la realidad no es más que un mal sueño. Da gusto ver que la gente se esmera por hacer lo que ellos desean, y no lo que desearían otros ajenos a lo suyo. Ellos te lo dejan a su disposición, tú decides si adentrarte en su mundo o no.



Puntuación: 10/10

martes, marzo 22, 2011

A Million Dead Birds Laughing - Force Fed Enlightenment (2011)

Pocas veces se encuentra uno con cosas tan extrañas y bizarras como lo que hoy traigo bajo el brazo. Australia es un país que si destaca en una cosa es por muy propensos a jugar con la experimentación, con buscar algo que se salga fuera de los cánones típicos de la música extrema. En ese aspecto se acercan mucho a la constante evolución sonora de Francia, pero yendo mucho más allá y traspasando límites que uno no se esperaría.

Y así, a bote pronto me encuentro con esta banda que supone toda una bizarrada en su sentido más literal. A Million Dead Birds Laughing son 4 pirados dispuestos a demostrar que aún se puede hacer algo sin sonar a otras bandas, incorporando elementos diversos y constantes, buscando siempre renovarse a sí mismos, intentando que nada suene como lo anterior. En ese cierto aspecto, la banda puede recordar en el aspecto de "meter cosas que nadie se esperaría" a Anaal Nathrakh, pero a su manera. Un Grindcore experimental y con altas dosis vía intavenosa de Death Metal técnico que te dejará patidifuso y levantando pies en polvorosa ante semejante onda expansiva que supone su disco debut, Force Fed Enlightenment. 13 temas en el que encontrarás de todo ante la poca duración que supone cada uno: temas rápidos, técnicos, alocados, melodías que no te esperas para nada, samples y audios de toda índole, voces de todo tipo, desde la más ultra-cavernosa que hayas escuchado jamás a la más suave y melodiosa que se te pasaría por la cabeza, efectos robóticos... más, más y más mala hostia que deja claro y entredicho que este disco no te va a dejar indiferente ante la espectacularidad que se presenta.

Grindcore a la puta cara y de la manera que uno jamás se esperaría, momentos de puro parte-cuellos, y sobre todo constante búsqueda de sonidos que jamás se te habrían pasado por la cabeza. Bienvenido a Australia, lugar de los sonidos dispares y alocados.



Puntuación: 9/10

lunes, marzo 21, 2011

Thomas Giles - Pulse (2011)

Conocéis a Between The Buried And Me, ¿cierto? Está muy claro que sí, directa o indirectamente, es raro que uno no los haya ni siquiera haberlos oir mencionar en la vida, es un grupo que de una manera u otra acabas descubriendo, sea para bien o para mal. Siendo una de las bandas más emblemáticas del Metalcore progresivo, y reconocidas a gran escala dentro de dicho mundo, recogiendo los elementos de bandas como Cynic y dándoles una nueva visión de éste, con resquicios de otras muchas como Dream Theater u Opeth pero llevado al mundo del Metalcore, no es de extrañar que esta banda se haya catapultado hacia la cima de lo mejor del género en todos sus aspectos, pues la increíble manera de mezclar la contundencia y mala hostia del Metalcore con la técnica compositiva y los pasajes tranquilos y jazzeros hacen de ellos una banda muy a considerar.

Sin embargo, no es extraño que dentro de un grupo, uno quiera explotar y exprimir ciertas ideas y sonidos que se ven limitados ante una banda que se aleja del concepto que quiere uno aprovechar. Y para evitar cargarte a tu propia banda intentando meter tu concepto al límite, ¿qué es lo que puedes hacer? Pues coger y lanzar un disco en solitario. Karl Sanders es un claro ejemplo de ello que ya había mencionado hace mucho tiempo atrás y el que quería sacarle el máximo partido a las influencias egipcias que presentaba sin querer afectar para nada a su grupo, Nile. Hoy, es el caso de Thomas Giles, o en otras palabras, Tommy Giles Rogers, líder, vocalista y teclista de BTBAM. Su gusto por la experimentación y continuo jugueteo con la electrónica le ha llevado a querer realizar su propio disco en solitario en el que pueda expresar su visión sin límite alguno. Pulse es el resultado de ello, lanzado bajo Metal Blade, aunque anteriormente ya había lanzado una muestra de sí con su disco Giles del 2005.

En Pulse, Tommy coge la parte más progresiva y experimental de BTBAM y la eleva a la enésima potencia a base de pasajes atmosféricos, samples electrónicos y algunos dejes rockeros que confieren al disco de mucha variación y experimentación. A primera escucha no es algo para cualquier fanático de lo extremo, y muchos pensarán que poner este disco como un referente a tener en cuenta se debe principalmente al nombre que hay detrás de éste, y que si hubiera sido lanzado por otro artista cualquiera, ni uno se habría dado cuenta de ello. Sí y no. Está claro que ya el mero hecho de ser un proyecto en solitario de Tommy hace que a uno le despierte la curiosidad, pero eso no quiere decir que vaya uno a abrazar el disco ciegamente. En este caso no es así, pues estoy seguro de que estamos ante una maravilla sonora a pesar de lo que uno se encontrará. Con mucho toque electrónico, Tommy logra un disco que recoge de todo tipo de sonidos, y que a momentos te puede sonar a puro tema de disco, como otras veces a puro BTBAM. Lo primero se puede captar desde el primer instante con su primer tema Sleep Shake, grandioso tema el cual se te pegará su pegadizo ritmo en un instante. La otra cara de la moneda se puede notar en temas como Medic, donde Tommy no se olvida de sus impactantes growls que se entrelazan con su increíble voz melodiosa que se gasta. Y junto con ello, temas como Mr. Bird, Catch & Release y Reject Falicon irán conformando este disco rico y variado en matices diversos.

Toda una caja de sorpresas que te cautivará poco a poco, y que demuestra la pericia y la mente inquieta de este hombre que siempre tiene algo bajo la manga en su perfecto plan. Tommy Giles deja bien claro por qué su grupo es tan altamente glorioso y adictivo a la misma vez, y es que sin él, esta banda se sentiría como si hubiera perdido a un familiar.



Puntuación: 9'25/10

domingo, marzo 20, 2011

Amplifier - The Octopus (2011)

En un mundo donde el progresivo está a la orden del día tanto como lo está el Post-Rock y otros géneros que han cobrado fuerza en estos últimos años, no es de extrañar que sea difícil la tarea de buscar y encontrar una banda que cumpla con los requisitos pedidos para un género como éste: personalidad, y enganche. Muchos grupos caen en el abismo del olvido desde el momento en que empieza a resultarnos cansinos, sobre todo cuando el progresivo es un concepto muy complejo y abstracto que requiere de la máxima y total atención para apreciar todos y cada uno de los elementos que lo conforma. Y si encima hablamos de un disco que dura tranquilamente las 2 horas, la concentración tiene incluso que superar los límites.

Éste es el caso de esta banda de Manchester (Inglaterra) que con su nuevo disco ha dado mucho de qué hablar, pero que mucho. Donde bandas como Porcupine Tree y Tool son los mentores y maestros supremos de la banda, estos ingleses han ido tejiendo con total precisión toda una perfecta red que atrapará a todo aquel que se descuide e intente pasarla por alto. Amplifier apuesta por la total y completa expansión del progresivo y de las expansiones sonoras hasta límites insospechados, y The Octopus es el claro ejemplo de ello, en el que viviremos continuas y múltiples experiencias que iremos sintiendo a medida que este disco vaya cobrando forma.

Antes de hablar del disco, hay una cosa que tienes que saber y a tener muy en cuenta: The Octopus no es un disco fácil, para nada. En sus más de 2 horas es posible que a muchos les acabe echando atrás y se rindan a mitad de éste, aún cuando se ha elaborado un trabajo espléndido aquí, y con temas que quedarán almacenados en la memoria de tu mente de manera inmediata. Esto no es un disco como cualquiera que escuchas y dices "pues vale, guay". Es como un reto, una prueba, que determinará si estás preparado o no para afrontar el mundo que encierra este pulpo de incontables tentáculos. Necesitarás incluso un calentamiento para empezar a reproducir el disco, pues ya digo que no estamos ante un trabajo cualquiera. En los 16 temas que encierra The Octopus, apreciaremos cantidad de elementos que escapan de nuestro entendimiento, y es posible que necesites toda tu vida (e incluso 2) para poder captar al 100% la esencia de este trabajo. Ya de entrada, está claro que la mayor parte del sonido que encierra el disco es proveniente de Porcupine Tree, pero llevado hacia otro nivel, donde los pasajes atmosféricos son recibidos en ofrenda gracias a la presencia de cierto toque propio del Space Rock.

Ya comenzando con The Runner que hace de espléndida entrada para el disco con esa atmósfera cada vez más claustrofóbica y que bebe en cierta manera de las idas de olla de Mike Patton, pronto comienza la odisea en donde seremos testigos de una infinidad de elementos que mejor me ahorro comentar aquí porque podría producir una reacción en cadena en mi propio blog ante tanta potencia acumulada que liberaría en unas palabras, y porque prefiero que descubráis las sorpresas que aguardan en The Octopus por vuestra cuenta, pero no sin dejar de mencionar hechos como la presencia de pianos, samples, teclados espaciales que te elevarán en una burbuja hasta los cielos, y que a medida que avanza el disco, se irá haciendo cada vez más patente la presencia de Tool en los temas con mayor pegada, que pueden ser Fall Of The Empire, u Oscar Night//Embryo, no sin dejar de lado maravillas en la primera mitad del disco como Interglacial Spell o Planet Of Insects.

Un disco sumamente espectacular, que bien podría haber ganado mucho si varios temas se hubieran eliminado, lo reconozco, pues aún con todo, la excesiva duración del disco hace que sea toda una aventura lanzarse contra él. Mientras esperas a ese disco de Tool que nunca llega, coge palomitas y refresco, y siéntate a disfrutar de la experiencia que te ofrecen estos chicos.



Puntuación: 9'5/10

sábado, marzo 19, 2011

Totalselfhatred - Apocalypse In Your Heart (2011)

Creo que ha pasado mucho tiempo desde que no escuchaba algo de Black Metal depresivo. En su momento era un género que no paraba de escuchar, bandas del estilo de Sterbend, Nyktalgia, o los míticos Bethlehem hacían en su momento mucha mella en mí. Y lo siguen haciendo, no digo que no, pero como todo uno tiene etapas, en las que uno prefiere escuchar más unas cosas que otras. Sin embargo, hoy ha sido el día en que retomado un poco ese sonido, fuera de los grupos de siempre, y para ello he tomado mano de lo nuevo de estos fineses, banda que siempre había despertado curiosidad en mí.

Totalselfhatred es una banda de Black Metal depresivo que allá por 2008 lanzaba su disco debut homónimo, un disco que recogía remanencias del Black Metal de siempre, pero unido a sonidos desoladores y a influencias de bandas como My Dying Bride o los primeros Katatonia. Parecía que esta banda se hacía de rogar por muchos para la llegada de su nuevo trabajo, y 2011 ha sido la fecha señalada para el lanzamiento de su nuevo Apocalypse In Your Heart.

Manteniendo su basa y su línea, Totalselfhatred vuelve a hacer muestra de un sonido opresivo y amargo como la muerte, pero que en esta ocasión adquiere mayor fuerza en sus riffs, sin dejar de lado la melancolía ante el caos oscuro que reina en la banda. No es de extrañar la influencia de los grandes del Doom en temas como At War With Myself o de los primeros Katatonia en otros como A Teardrop Into Eternity, pero envueltos en una capa de Black Metal denso de manero que no sea tan notoria la influencia. Aún a pesar de no hacer nada nuevo, Totalselfhatred se desenvuelve muy bien en la melodía negra y la rabia, en los 7 temas que abarcan el disco. Abrasivo como el propio fuego, y cortante como el mismísimo hielo, Apocalypse In Your Heart es un buen equilibrio entre tristeza e ira, y que se va haciendo cada vez más notorio a medida que avanza a paso funerario. Los diversos toques y ambientes tristes a cargo de los teclados y las guitarras van confiriendo alma y espíritu a un disco que en un principio puede resultar algo frío, pero que a medida que se va escuchando, se va obteniendo un pequeño pedazo del puzzle que conforma éste.

Un trabajo muy bien elaborado y planificado, gélido como el aire de los países más fríos de la vieja Europa. Básicamente ése es el sonido que encierra Apocalypse In Your Heart, y que congelará tus pulmones al respirar el aire que desprende tal tesoro al ser abierto.



Puntuación: 8'5/10

viernes, marzo 18, 2011

Monkeypriest - The Psalm (2011)

Hace poco había empezado a hablar del panorama musical en nuestro país en este año con lo último de Orthodox. Sin duda alguna 2010 fue un año grande para la música nacional en todos sus aspectos, desde el bombazo que supuso el Itaca de The Soulbreaker Company que los ha llevado a estar en boca de todos a lo último de grupos como Rhino (ahora llamados Horn Of The Rhino) y Nothink. 2011 empieza a golpear fuerte también dentro de la escena metalera española, y buen ejemplo de ello es el debut de estos andaluces, al igual que los Orthodox.

Monkeypriest ya habían empezado a dar sus pinitos dentro del mundo del Sludge y el Doom Metal con su EP Defending The Tree en 2009. Desde entonces han estado realizado numerosos conciertos a lo largo de las tierras peninsulares, llegando a telonear algunos grandes del panorama, claro ejemplo el de hace poco abriendo junto con Cabeza de Caballo a los mismísimos Electric Wizard. Bajo el sello de Féretro Records, la banda lanza al fin su primer disco, The Psalm, y os aseguro que estos macacos os aporreará la cabeza a base de un Sludge denso y evocador de bandas como los mismísimos Grief.

Si hay algo que saben facturar estos chicos, es sin duda riffs, y es que The Psalm os adentrará en un sinfín de riffs gordísimos y enganchantes cual droga dura y que a cada tema os irá enganchando minuto por minuto. Como el tema homónimo, The Psalm, que os torcerá el cuello hasta desnuncaros a base de unos ritmos peligrosamente adictivos y que os hará bailar en una especie de Danza de La Muerte, algo que también se repite en otro de sus temas insignia del disco, Involution, que comienza con una pequeña melodía esotérica que suena en la lejanía, pero que cual espejismo es borrada de un plumazo ante la caballería descomunal de los instrumentos más pesados, y que os irá arrollando con sus riffs demoledores (atentos a partir de la mitad del tema, que directamente os destruirá por completo).

Sin desear realizar nada más allá que la única música que les apasiona, Monkeypriest rinde tributo con su sonido a bandas como las ya mencionado Grief, Iron Monkey y Eyehategod, incluso podría decirse que presenta un cierto deje a los actuales Ramesses, mayormente por el sonido mucho más oscuro que sus precedentes. Y por si aún no habéis saboreado la miel lo suficientemente, The Psalm termina con la segunda parte de Involution, Our Kingdom, donde cuentan con la colaboración de su paisano Marco Serrato de Orthodox, con su característica voz sepulcral que robará tu alma y se la comerá vilmente y sin piedad.

Aplastante, mortal y directo a la yugular como un disparo, The Psalm es un más que merecedor debut para una banda que cada día más se supera a sí misma. Quien diga que la música nacional no tiene nada que dar actualmente, es que no sabe lo que dice, o directamente no entiende del tema.

Puntuación: 10/10

jueves, marzo 17, 2011

Rotten Sound - Cursed (2011)

Sí, ya sé que llego algo tarde para algunos discos que ya andaban bailando entre los mares de Internet, pero como siempre se ha dicho "más vale tarde que nunca", y añado que "nunca es tarde si la escucha es buena", y más teniendo en cuenta lo que tenemos delante nuestra. Nada más y nada menos que Rotten Sound, una de las últimas maravillas del Grindcore actualmente, llamados a ser una de las bandas que mantendrán el estilo y la actitud del género de aquí a adelante, algo que se lleva diciendo desde hace años. No sólo eso, también se les han llegado a mencionar como "los sucesores de Nasum", algo que ya ahí no comparto del todo, porque:

- Ambas bandas en sí difieren mucho en su sonido. Rotten Sound siempre se han antojado mucho más destructivos, y eso es en parte gracias a su sonido cavernoso, mientras que Nasum, aún sin quedarse atrás en sonido potente, se han antojado quizás más próximos al Grindcore de antaño.

- Nasum es una banda que es básicamente irreemplazable, a pesar de que Rotten Sound sea una gran banda que tranquilamente pueden estar a la altura de ellos, y más tras la disolución del grupo por la muerte de Mieszko.

A tenor de lo expuesto, Rotten Sound no tiene nada que envidiarle a nadie, y es que su Grindcore volátil y veloz les ha propiciado la fama que tienen dentro del estilo, y que discos como Exit hayan pasado a ser un referente del género, suficiente para posicionarse a la misma altura que muchos grandes en la historia del Grindcore. Con Cursed, debutando así en Relapse Records, la cosa no cambia nada, pues en menos de media hora seremos testigos... qué digo, víctimas de una masacre sonora en la que 16 temas nos asaltarán como bombardeos desde cazas de avión.

Si hay una cosa que siempre ha caracterizado a los fineses, es su cierta aproximación al sonido del Death Metal, y esto es en gran medida a las guitarras, con una afinación muy cavernosa, propia de los Entombed. Es algo que siempre han llevado dentro, sobre todo en sus últimos discos, pero Cursed es quizás el trabajo donde mayor presencia de esa influencia sonora de los suecos se hace presente. No hay más que escuchar cualquier tema de éste: Self, Addict, Power o Machinery son un buen y claro ejemplo de ello. Además, Cursed no está exento de colaboraciones, siendo quizás uno de los discos del estilo donde mayor número de colaboraciones hay presentes en él, atentos:

- Jason Netherton (Misery Index)
- LG Petrov (Entombed)
- Johan Erikkson (Victims)
- Juha Ylikoski (ex-Rotten Sound)
- Eran Segal (Aborted)
- Saku Hakuli (Total Devastation)

Agarraos bien los cinturones y sujetaros a vuestro asiento, porque esta montaña rusa está a punto de empezar, y es posible que no quede nada de vosotros después de haber terminado. Preparaos para la masacre.



Puntuación: 9'5/10

miércoles, marzo 16, 2011

Orthodox - Baal (2011)

No ha pasado ni siquiera un día desde que un servidor subiera hacia la cumbre. Ver nieve es algo que puede ser normal en la vida de cualquiera, pero verla en una isla como la de Gran Canaria es algo que no sucede todos los días. Había, y vaya que si había, una gran nevada lista para que los afortunados que decidieran llegar hasta lo más alto pudieran disfrutar de ésta. Un servidor disfrutó, y mucho, con ello. Pero sobre todo lo mejor de estar allí arriba, además de todo lo expuesto, es hacerlo con la música ideal. Ante ello, el Doom hace gran efecto transmitiendo la atmósfera que uno respira ante el frío, las montañas y los bosques altos. Y es por ello que, nada más llegar, decidí ponerme a buscar un disco que bien podría ser un buen acompañante para la eterna subida que suponía ascender hasta arriba del todo.

El panorama musical de nuestro país cada vez va más en expansión, y poco a poco se va haciendo un pequeño hueco dentro de la escena mundial de los tiempos que corren hoy en día. Y si bien el pistoletazo hacia fuera de nuestras fronteras aún no se ha explotado del todo, dentro de España empieza a notarse mucho la evolución que estamos adquiriendo. Una de esas bandas que siempre han dado de qué hablar entre los oyentes habituales del sector más underground del país, ésos son sin duda Orthodox, afincados en Andalucía (Andalucía es Doom, amigos), y donde han ido conformando poco a poco ese gigante dormido que habita en el interior de nuestras tierras españolas.

Con discos de enorme fuerza como Gran Poder y Amanecer En Puerta Oscura, sus potentes directos y por ser un precedente dentro del sello de Greg Anderson, Southern Lord Records, Orthodox siempre han basado su sonido en el Doom Metal y el Drone, pero jugando constantemente con la experimentación, la propia evolución,, y la búsqueda de nuevas vías y fuentes de inspiración que introducir a su peculiar sonido... Y así hasta Sentencia, donde se despojan de todo el sonido anterior, y entran única y exclusivamente en la total experimentación y el vanguardismo siempre mencionado en ellos, encontrando esa fuente de inspiración nueva en la historia religiosa de su tierra andaluza.

Con su nuevo disco Baal, la banda retoma su sonido hacia la senda más densa y oscura del Doom Metal más próximo a Sunn O))), pero haciéndolo como sólo ellos lo saben hacer, con el sabor propio de los desiertos que abrazan Andalucía. Casi 40 minutos del sonido más esotérico y abrasador que podrás experimentar jamás, y que paulatinamente te irá atrapando en su orbe y caos continuo de la música, donde no hay lugar para las reglas y las líneas rectas. Todo en Baal es enrevesado, confuso, variado e insólito, y precisamente eso es lo que hace única a la banda. Comenzando con Alto Padre, tema que da la sensación de ser como una continuación del Sentencia, pero que intenta despegarse de la máscara que supone dicho trabajo, pues encontraremos un sonido próximo a su anterior álbum, pero añadido a la densidad del Doom propia y característica de la banda. El disco evoluciona con Taurus y Iatromantis, donde ya se desmelenan completamente y entran a matar con todo su repertorio abrupto de expansiones sonoras, y con la increíble voz de Marco Serrato que ahonda y penetra en tu mente como una frecuencia ultrasónica hasta el punto de dejarte KO, pues la increíble voz fúnebre de este hombre es algo que muchos no pueden presentar, sin duda. La cosa continúa con Hani Ba'al, en donde parece que comienzan a acelerar el ritmo, sin dejar de lado el sonido completamente saturado de sus instrumentos, y con hasta cierto deje oriental en algún que otro riff que baila por ahí en la penumbra.

Y finalmente llegamos a la recta final con Ábrase La Tierra, 14 minutos de espléndida atmósfera psicodélica, en donde exprimen al máximo su faceta más Drone y no dan cabida para ningún riff, pues desde el momento en que comienza uno, muere el anterior, haciendo de éste un tema versátil y variado a pesar de su apabullante duración y cantidad de elementos: voces propias de un ritual en segundo plano, alguna pieza de órgano tenebrosa y funeral en la soledad... de todo.

Enorme e intenso disco que demuestra una vez más por qué Orthodox son altamente respetados por todos y cada uno de los que disfrutamos de su música, y que son otras de las bandas más llamadas para tener un lanzamiento a lo grande fuera de aquí. Pero no es lo que desearía la banda, no es lo que piden y menos lo que quieren, y eso es lo que les da más mérito si cabe.



Puntuación: 10/10

lunes, marzo 14, 2011

Weedeater - Jason... The Dragon (2011)

Y después de unos Carnavales en parte tranquilo, en parte intenso (sí, aunque suene así raro), volvemos a la rutina diaria del estudio y el trabajo. Y para paliar un poco la cosa y hacer la cosa más amena para que la vuelta sea menos forzada, qué mejor remedio para ello que con una buena dosis de música fumeta. Y para ello nada como entrar en materia con lo nuevo de una de las bandas más porretas de la historia jamás formadas: nada menos que Weedeater, y su nuevo disco Jason... The Dragon.

Weedeater no es una banda nueva en el estilo, desde luego. Formada por Dixie, máximo exponente de la marihuana y el cannabis formando parte de bandas como Buzzov·en y Bongzilla, este grupo asentado en Carolina del Norte de Estados Unidos basa todo su concepto de la música en los porros y el viaje espacial que pueda producir éstos. Con discos como ...And Justice For Y'all, Sixteen Tons y God Luck And Good Speed, han ido cosechando un cierto nombre dentro de la escena del Sludge más Stoner del panorama, llegando a ser denominados por ellos mismosWeed Metal.

Jason... The Dragon no iba a ser menos, y una vez más seremos testigos de la música tan cachonda de estos tíos, a base de distorsión, mala baba y hierba por los cuatro costados. Comenzando con The Great Unfurling con ese violonchelo a cargo de Dixie como carta de presentación, este nuevo trabajo nos hará recorrer nuevamente continuos riffs que nos harán mover el esqueleto irremediablemente, todo con ese sello tan distintivo de la banda que son dichos riffs gordos y saturados como un gigante hasta las trancas de mierda, y la característica y peculiar voz de Dixie, propia de un monstruo que vive en un pantano. Temas como Hammerhandle, Mancoon, Jason... The Dragon y Long Gone nos harán recorrer nuevamente esos pasajes sonoros densos y opresores propios de la banda, pero también nos encontraremos con alguna peculiaridad como Palms And Opium, donde con una guitarra de lap steel y un órgano una vez más a manos de Dixie, nos meterán a pleno pulmón un tema completamente Country de los de ir a lomos de caballo mientras el sol se esconde, y con dos voces bastante peculiares dentro de la banda, por un lado una muy aguda y ciertamente desternillante, y otra propia de un Dixie que ha fumado 10 paquetes de Krüger antes de grabar su sesión.

Adquiere tu copia, colócala en tu reproductor de mesa, túmbate y prepárate para pasar una tarde cojonuda a manos de lo nuevo de estos drogatas compulsivos.



Puntuación: 8'75/10