domingo, marzo 27, 2011

Graveyard - Hisingen Blues (2011)

El Rock es un género que, se quiera o no, forma parte de la vida de todos, un género que se encuentra en todos lados, en todos los rincones del mundo, estando en el día a día de cada uno. Desde tiempos inmemoriales el Rock siempre ha estado presente, y no es de extrañar así que uno, después de sesiones de música extrema entre pecho y espalda, desee tomarse un momento de respiro y regresar a ese sonido añejo y que hace a uno poner los pies en la tierra. Aunque no se crea, hoy en día aún podemos encontrar bandas que, lejos de las moderneces, quieren rescatar ese sonido del Rock de hace décadas, en donde grupos como Led Zeppelin, Deep Purple o Pink Floyd estaban a la orden del día.

Ése es el caso de Graveyard, banda de Suecia (hermosa y maravillosa Suecia...) que en 2007 pegaron bien fuerte con su disco debut homónimo, en donde desarrollaban un Rock psicodélico setentero que convenció a muchos oyentes, haciendo que la espera por algo nuevo de ellos se hiciera larga y tediosa. Pero aquí están una vez más, dispuestos a llevarnos de la mano hacia el pasado para vivir de nuevo la mejor experiencia que se pueda haber vivido nunca.

Siendo su debut dentro del sello Nuclear Blast, algo inusual en una discográfica como ésta, Graveyard da un nuevo viraje dentro de su estilo pero sin salirse de los márgenes del sonido rockero que siempre los ha definido, buscando un sonido mucho más directo y entrañable. Hisingen Blues gana adeptos gracias a una mayor variación en su música, con algunos matices diferentes al que podíamos dislumbrar en su predecesor. Arrancando con Ain't Fit To Live Here, ya podemos notar ese pequeño cambio que lo diferencia de su anterior disco, con mayor variedad en los temas, y que van desde el Hard Rock más jurásico a temas de andar cabalgando en caballo hacia el rojo horizonte como con Longing, con ese toque desértico gracias a esos silbidos de llanero solitario, o los interesantes y a la vez extraños coros de Rss. Con esto todo quiere decir que nos encontramos ante un disco con una orientación algo desviada hacia otro terreno, pero manteniendo la grandiosidad de la banda, y que se puede entrever por ejemplo en la espectacular Uncomfortably Numb, puro sentimiento rockero. La voz de Joakim Nilsson se puede antojar algo distinta comparándolo con su homónimo, algo más propia del Hard Rock, pero manteniendo ese chorro de voz que siempre ha sido pieza fundamental de la banda y piedra angular de ésta.

Regresa al pasado y siéntete como un crío que descubre el Rock por primera vez con lo nuevo de estos pedazo de bestias que una vez más dan de qué hablar. Y mientras más lo escuches, más lo disfrutarás. ¡Rock 'n' Roll, amigos!



Puntuación: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario