Ygg - Ygg (2011)

La Europa del Este es una extensa región que, a pesar de su longevidad por el conocimiento y constancia del ser humano de su existencia, mucho anterior a América y otros continentes, se desconoce mucho acerca de éste. Su cultura, sus costumbres y sus tradiciones difieren mucho de la Europa occidental, consumida en las fauces del capitalismo a día de hoy. Su música y visión acerca de ésta también es bastante diferente, muy poco conocida y que, a pesar de ello, muestra una brillantez única y a la vez extraña. Uno de esos países de los que se saben a duras penas de ellos es Ucrania, hogar de bandas de alto prestigio y reconocimiento como los aclamados Drudkh.

Y precisamente ése es el aspecto que vengo hoy a tratar, pues como si me estuviera esperando desde un principio, me topo con esta obra traída de las tierras ucranianas que desde el primer instante destruye mis sentidos sin tiempo a reaccionar. Formado por ex-miembros de Nokturnal Mortum, Ygg es un proyecto que recoge la esencia de los propios Drudkh, dando así una obra a la altura de los abanderados de la escena ucraniana, esto es, Black Metal atmosférico de alta clase. Con su disco homónimo, Ygg arrasa por completo con un disco que es toda una aventura en toda su extensión, adentrándonos en riffs aplastantes y rápidos que son bañados en capas de samples esotéricos y atmósferas espirituales, como si estuviéramos teniendo una visión dentro de un bosque encantado de la más profunda Europa oriental.

Con una introducción atenuada y larga donde se puede escuchar instrumentos tradicionales de dichas tierras, la banda ataca directamente con una sucesión de riffs endiablados que recordarán en gran instancia a lo presenciado en trabajos de Drudkh como en Blood In Our Wells, adornándose con las mencionadas atmósferas celestiales que se van sucediendo a lo largo y ancho del disco para conformar una máquina de destrucción sonora que no cesará en ningún momento. Las voces, en su gran mayoría de gritos escalofriantes y que cortarán tu respiración, se asemejan a lo que uno podía presenciar con Sterbend, así que os podéis hacer una idea de lo que os encontraréis aquí. Todo ello para terminar con un último tema de un único y efectivo riff al que se irán añadiendo pequeños elementos sonoros para ir conformando los casi 10 minutos de esta travesía final, cerrando en un leve y apagado susurro, como si algo se fuera en el cuerpo, como si el alma se desprendiera de éste. Más de una hora de duración de la que se sentirían orgulloso Drudkh. Adentrarse en este disco es adentrarse en un mundo del que jamás desearéis salir.



Puntuación: 10/10