viernes, julio 22, 2011

Avichi - The Devil's Fractal (2011)

Cuando te levantas a eso de las 17:00 y te sientes como si hubieras estado durmiendo una eternidad, es normal que no desees hacer nada ese día. Y si a eso le acompañas un dolor en el pie que te hace ver hasta la Constelación de Orión, pues mucho más. Y como hoy es un día de ésos en los que no se te apetece prácticamente nada más allá de encerrarte en tu mazmorra refunfuñando hacia tus adentros, también es normal que uno escuche cosas como lo nuevo de Avichi para alimentar todo ese auge de mala hostia.

Pero bueno, vamos a la pregunta pertinente: ¿qué demonios es Avichi? Pues no es ni más ni menos que el proyecto que perpetra Aamonael. O en otras palabras, uno de los miembros actuales de Nachtmystium, para ser precisos y directos. Bajo la tutela de prácticamente todos los instrumentos, Aamonael lanza su nuevo trabajo, The Devil's Fractal, bajo el sello de Profound Lore Records (vaya, no me lo esperaba...), y donde saca a relucir toda su inspiración hacia el Black Metal en un trabajo que bebe relativamente de bandas como Watain. Y es algo innegable, sólo hay que escuchar Under Satan's Sun para darse cuenta de ello, pues el comienzo de éste es prácticamente similar al tema The Light That Burns The Sun de los suecos en esas fugaces melodías que se van profanando, melodías oscuras y tenebrosas. Pero más allá de ello, The Devil's Fractal se va conformando en un Black Metal con una cierta atmósfera de fondo particular, y de la que últimamente muchos grupos beben actualmente. No es de extrañar, prueba de ello se puede escuchar en Tabernacle Of Perdition (atentos a esos coros propios de unos monjes de la muerte), todo ello con una batería que va a tiro directo sin tapujos y los riffs que se van clavando como estacas en tu cuerpo. Y prácticamente así es en los 7 cortes que conforman The Devil's Fractal, y que concluye en los dos últimos temas homónimos que forman las dos partes del final: el primero más rápido, y el segundo con unos riffs mucho más marcados.

Sí, desde luego, no hay nada como esto para rematar un día tan breve y apaciguado como éste.



Puntuación: 8'5/10

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