sábado, noviembre 05, 2011

The Atlas Moth - An Ache For The Distance (2011)

Odio los malditos días que parecen un Domingo, se le quitan a uno las ganas de realizar cualquier cosa. Ya sólo levantarme esta mañana me da la sensación de que este día será así, y que sea justo un Sábado tiene tela, mucha tela la cosa. Así que, para acompañar el día, lo más normal es ponerse algo acorde al día que se levanta hoy, así que he aprovechado la oportunidad de rescatar este disco que en el anterior mes ha dado mucho de qué hablar (y si no preguntadle a nuestro compañero de fatigas de blogs Cthulhu con su reseña).

The Atlas Moth es una banda que surge en las huestes de Illinois, allá por el 2007, a fin de realizar un Sludge en donde han ido buscando desde su debut A Glorified Piece Of Blue-Sky su propio trayecto y personalidad. ¿Y cómo conseguir algo más propio y que no parezca un refrito de todas las bandas que han ido saliendo en estos años en torno a este estilo? Pues tirando de la psicodelia, ni más ni menos. Y así es como An Ache For The Distance surge con el objetivo de ofrecernos algo distinto dentro de lo ya conocido, de una manera u otra, adentrándonos en una espiral infinita en donde todo tipo de colores y tonos van alternándose mientras nuestra imaginación vuela a la velocidad de la luz o más.

Jugando con la psicodelia de la clase más alta, The Atlas Moth se adentra en un círculo vicioso de capas de sonido que van conformando esta obra hasta obtener un resultado más que satisfactorio, que nos irá trasladando hacia pasajes insólitos donde todo está distorsionado, pero bien estructurado a la misma vez. Lo primero que uno se percata de la banda en An Ache For The Distance es la capacidad que tienen de mostrar varios tonos de sonido a la vez en todo momento. Me explico: uno de los ingredientes principales del grupo es la presencia de varias voces y guitarras, las cuales cada una va tomando las posiciones que le corresponden hasta crear la formación completa, de manera que por ejemplo seremos testigos de voces limpias y melódicas a la misma vez que otras más rasgadas se anteponen a éstas, y a su vez podremos presenciar las guitarras más potentes que dirigen todo el trayecto del disco mientras otra hace de soporte en un plano más alejado con el grado de psicodelia característico de estos chicos.

Un buen y claro ejemplo de ello es Holes In The Desert, tema en donde se puede distinguir con total claridad los diversos elementos que conforman a la banda y de los que hablo, en donde Andrew Ragin juega un papel fundamental a la hora de conseguir ese toque ilimitado de sonido profundo psicodélico que caracteriza a An Ache For The Distance, un tema que por ciertos aspectos podría decirse que también presentan un cruce raro y a la vez único entre los últimos Paradise Lost y los Mastodon del Blood Mountain. Lo sé, puede parecer una burrada sin sentido, pero quizás haya alguien que esté de acuerdo con lo que noto.

Como he mencionado, la influencia de los Mastodon del Blood Mountain es ciertamente notoria en algunos aspectos, y basta con escuchar el tema homónimo que da nombre al disco para percatarse de que no va mal encaminada la cosa, con unas melodías psicodélicas que engrandecen al sonido de la banda. Por supuesto, The Atlas Moth no cae por el precipicio de la copia descarada, y a ello le añaden tintes propios con un cierto retoque Stoner en algún que otro momento, todo ello mientras el sonido de la banda suena como si lo escucharas sumergido en el agua u otro medio similar. Por supuesto el pequeño toque Stoner que impregna a la banda en ciertas ocasiones es algo también bastante visible al oído, y no hay más que presenciar cómo surge Perpetual Generations y cómo se va desarrollando para darse cuenta de ello.

Como última curiosidad de An Ache For The Distance, habría que recalcar el tema Horse Thieves con el que cierra el disco, casi 7 minutos de un sonido mucho más crudo en donde las voces se sumergen en completo ácido y flotan sin rumbo por todos lados, para acto seguido comenzar a delirar completamente en un ejercicio de esquizofrenia total con saxofones embullidos en la más absoluta decadencia y voces enfermas a más no poder hasta el cierre del disco.

Y así, The Atlas Moth da un salto de fe hacia el éxito con resultados notables, ofreciéndonos un disco que te sumergirá en un mundo de completa fantasía delirante. Porque si hay algo que no existe, se construye con la mente.



Puntuación: 8'5/10

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