miércoles, julio 07, 2010

Norma Jean - O God, The Aftermath (2005)

A tan sólo unos días de su lanzamiento, y sin previo aviso, los estadounidenses Norma Jean ya tienen listo su nuevo disco Meridional, el cual se ha filtrado por la red. Servidor por supuesto ya le ha dado la escucha, y he de decir que el disco me ha parecido acojonantemente bueno. Sin embargo, hay una cosa que echo de menos: el sonido tan cafre y feo que tenían anteriormente. Aún siendo un disco muy bueno, la evolución es notoria en el sonido, mucho más melódicos, sobre todo en la voz de Cory Brandan Putman que ahora presenta un sonido mucho más limpio. Y es por ello que me ha hecho volver a rescatar este disco, uno de los mejores de esta banda, con añoranza.

O God, The Aftermath es el segundo disco de su discografía, y el primero en donde se incorporaría Cory después de la marcha de Josh Scogin de la banda (el cual posteriormente formaría The Chariot), y en donde aún mantenían el sonido tan sucio y Mathcore de la banda con el que se dieron a conocer, teniendo algunos escarceos incluso hacia el Noisecore, mostrándose como una de las bandas que seguían y mantenían el trayecto y sonido de los Zao (banda de la que pronto hablaré). También es uno de los discos de la banda con el sonido más cercano al Hardcore, bastante alejado de la etiqueta Metalcore (etiqueta que incluso actualmente no le veo ningún sentido en una banda como ésta, porque Metalcore más bien poco, salvo algún breakdown, pero sólo como ellos saben hacer). Una de las curiosidades que alberga este disco es que el título de todos sus temas son contracciones (unión de dos o más palabras con sus significados formando una nueva).

Aquí se nos presentaba un Cory violento, jodidamente encabronado, que grita como un compulsivo, como loco que va a hundirte el codo en la boca de un momento a otro. Nada de melodías como ahora (bueno, un poco, sobre todo en Liarsenic: Creating A Universe Of Discourse, pero sin excederse como ahora). Cory en este disco era un auténtico psicópata a las voces con esos gritos y registros tan descomunales que se marcaba, que da la sensación de que le va a estallar la cabeza de un momento a otro.

Las guitarras también se muestran afiladas y punzantes, con continuos cambios de ritmos y trastes, y pesadas, sobre todo muy pesadas, un sonido que te aplasta hasta desintegrarte los huesos. Por supuesto, también en este disco tenían su lado más melódico, sobre todo en Disconnecktie: The Faithful Vampire, donde sueltan el acelerador casi al completo y muestran su lado más Isis, llegando a alcanzar los 10 minutos de duración. Pero quienes escuchen este tema y luego su nuevo disco, se darán cuenta que no es la misma melodía con la que juegan. Digamos que la melodía de este disco es más... madura.

Un disco único, excepcional, macarra, sucio, y sobre todo, violento, muy violento, y claro ejemplo de ello es Absentimental: Street Clam, pura destrucción con un riff que se extiende cual chicle, simple, pero efectivo al 100%, y con un breakdown que te hará convertir todo a tu alrededor en un caos. Vamos, si este tema no te hace entrar ganas de expulsar adrenalina, no sé qué lo hará. Y terminando con el principio del siguiente tema Charactarantula: Talking To You And The Intake Of Glass (¡toma ya!) al revés.

Un señor discazo, y pongo la mano en el fuego al decir que éste es sin duda el mejor de todos, el disco que supuso el punto de inflexión entre éste y su posterior Redeemer que daría una evolución hacia un sonido distinto, el cual no deja de ser bueno, pero que desde luego ya no es lo mismo. Unos Norma Jean muy enojados, una especie de Botch con mala fostia. Es una pena saber que nunca volverán del todo a este sonido, pero vamos, toda su discografía es digna de mis alabanzas, y siempre podré volver a este disco para recuperar ese sonido que siempre me ha maravillado de ellos.



Puntuación: 9'5/10

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