viernes, septiembre 24, 2010

Nahemah - A New Constellation (2009)

Creo que ya entiendo a lo que se refería en su momento Aznar con eso de "España va bien": se refería al ámbito musical underground del país, porque sigo pensando que la escena metalera nacional ha ido agrandándose y se lleva extendiendo desde hace varios años, haciendo que varios grupos se expandan fuera de nuestras fronteras. Ése es el caso de los alicantinos Nahemah, quienes, con su característico Death Metal progresivo, llamaron la atención de nada menos que la discográfica Lifeforce Records (con grupos como Caliban, Heaven Shall Burn, etc...). No pudo sentarle mejor a la banda, y tras su disco debut Chrysalis, lanzan esa obra magna que es The Second Philosophy, con una muestra de la mejor música que atesora a nuestro país en el ámbito metalero.

Dos años después de esta experiencia, Alicante vuelve a rugir con la llegada del último disco de la banda, A New Constellation, lanzado el año anterior, y que supone la reafirmación de por qué un sello alemán como Lifeforce Records se ha fijado en esta banda. Y es que la capacidad de esta gente para hacer una música tan ecléctica desconoce de límites, ya que vuelven a acertar con un sonido fuerte, pero melodioso a la misma vez.

No es necesario profundizar demasiado en el disco para darse cuenta de la grandiosidad compositiva que atesora a la banda. Está claro que el mayor motor que los lleva a crear su música es Opeth, pero Nahemah lo lleva a terrenos tan alejados de la música de los suecos, que muy difícilmente nos hará recordar a éstos. La personalidad transpira por todos los poros de la banda, y mezclando la rudeza con las melodías más trascendentes que puedas imaginar, con esos sonidos extrasensoriales gracias a una producción acojonante que data al disco de un sonido simplemente calificado como "perfecto", es suficiente para arrodillarse ante esta majestuosidad. La voz de Pablo Egido, aunque sea bastante genérica, le confiere de la fuerza que la banda precisa, y cuando apuesta por las voces limpias y melódicas, confiere a la música de una naturalidad extrasensorial propia de dioses.

Comenzando con garra con temas como Much Us o Absynthe, podemos darnos cuenta de hasta dónde puede llegar la banda. Ni hablar de otros temas como The Trip o Smoke's Men que te hará sentir como si estuvieras subiendo montañas con pesadas cadenas en manos y pies. Con Air actuando de interludio instrumental con ese toque jazzero y esas melodías que te pondrán la piel de gallina, o el outro con el que cierra el disco, de un sonido espacial que te hará mecer entre las estrellas, son el aliciente final a este postre de exquisito gusto y paladar.

No voy a haceros perder más tiempo leyendo esto (además, hoy vengo que no siento las piernas, a lo Rambo), dejaré que disfrutéis de la experiencia que supone A New Constellation. Si hay alguien que aún duda de la calidad de nuestras bandas, que escuche esto y se lo plantee dos veces.



Puntuación: 8'75/10

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