jueves, octubre 07, 2010

Jex Thoth - Jex Thoth (2008)

Ya dije la semana pasada que tarde o temprano tendría que hablar de esta banda, y yo suelo ser de esas personas que cumplen con lo que dicen a rajatabla. Y aquí estamos, ante un disco inusual dentro de lo suyo, de lo ya creado, porque Jex Thoth es puro Doom, pero enfocado desde otro punto de vista.

Jex Thoth nace en 2007 bajo el nombre de Totem. Después de un sólo EP de nombre homónimo lanzado el mismo año, la banda cambia rápidamente al nombre que llevan ahora, apodo tomado por la vocalista de la banda, la cual se convierte directamente en la diva del grupo. La curiosidad de la gente y su reputación no se hace esperar tras este EP y un split con los grandes Pagan Altar. En 2008 lanzan su primer largometraje, el homónimo Jex Thoth, el cual hacen muestra y gala de un Doom Metal tradicional sumergido en grandes cantidades de Rock psicodélico que, junto con la poderosa voz de la vocalista de sí, hacen de este disco una de las noticias principales a hablar entre los doomies.

Y con este disco nos plantamos aquí, ya que Jex Thoth es toda una muestra del buen hacer frente al Doom Metal más tradicional y los riffs y las reminiscencias propias de Black Sabbath. Con la increíble voz de Jex Thoth, los distintos pasajes en donde la psicodelia está a la orden del día, y el manejo perfecto del resto de miembros a los instrumentos que van de guitarras, batería y bajo hasta sintetizadores y bouzoukis, logramos un combo que da lugar a un disco que te atrapará como si de la propia muerte se tratara. Si ya la semana pasada mostraba su hermana malvada The Devil's Blood, Jex Thoth muestra unos sonidos evangélicos sin igual y, repito, aunados en una voz limpia e imponente como la de su frontwoman, y que principalmente lleva la banda hacia delante, sobre todo en sus conciertos, imponentes como pocos.

Ya con Nothing Left To Die como primer aviso se te quedará el culo torcido cuando escuches ese Rock psicodélico cargado de voces esotéricas y que te recordará a los buenos años 70 en donde se respiraba un aire mucho más puro, y que da paso a temas de auténtico éxtasis sensorial como The Banishment y Seperated At Birth, o esa hidra de cuatro canciones llamada Equinox Suite meramente instrumental y donde la psicodelia inundará nuestra circulación dejándonos KO's en el suelo. Todo esto bajo el sello I Hate Records, el cual ha encerrado joyas del Doom de bandas como Count Raven, The Wounded Kings o Isole, por poner un ejemplo.

En resumen, y para no extenderme mucho que es jueves y hay que recobrar fuerzas para mañana así empezar el fin de semana con buen pie, estos estadounidenses son la muestra clara de que el Doom nunca ha muerto, sino que se reinventa a sí mismo en un círculo perfecto y hermoso. Bendito sea pues, ea.



Puntuación: 8'75/10

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