miércoles, diciembre 15, 2010

Ludicra - The Tenant (2010)

Da gusto cuando escuchas un disco y te convence a la primera, pero más gusto resulta cuando ese disco no sólo te convence, sino que te atrapa y acabas rendido irremediablemente ante los pies de éste. Actualmente en Estados Unidos está surgiendo una revolución en el Black Metal que (y hablando en serio) podría equipararse a la escena noruega a comienzos del género a nivel de importancia en éste. A dicha escena se le conoce como USBM, y en ella se encuentran englobadas bandas de la talla de Krallice, Wolves In The Throne Room, Nachtmystium y Canis Dirus, entre otros muchos. Entre éstas, se encuentran los que a continuación paso a presentar a aquellos desconocedores de la banda: Ludicra.

Ludicra se encuentra dentro de la parte de esta escena más experimental, en la que juegan con diferentes estilos fuera de los cánones de uno de los géneros más cerrados del Metal hasta ahora, en el que podemos dislumbrar matices del Doom, Sludge e incluso Post-Metal, en una sutil manera de realizar las cosas, y bien hechas. Muy cercanos a Krallice en este aspecto, Ludicra se diferencia de otras bandas por sus progresiones continuas, y por las voces a cargo de dos mujeres como son Laurie Sue Shanaman y Christy Cather, capaces de convertir tus neuronas en polvo gracias a una amalgama de gritos agónicos entrelazados con dulces melodías en momentos cruciales del disco.

Si hay algo que saben hacer los de San Francisco es enganchar, bien sea por sus portentosas dotes para conseguir unas atmósferas apabullantes, como por crear auténticas cabalgadas con ritmos pegadizos y efectivos como los presentes en In Stable y The Undercaste. Por si fuera poco, no sólo del Black vive la banda, pues también saben tener hueco para el Doom y el Sludge sin dejar de lado la rabia oscura, recogiendo el sonido de bandas como My Dying Bride o los primeros Katatonia con esas increíbles melodías o a Mastodon en su vertiente más progresiva (escuchad Clean White Void, y con sólo el principio estaréis seguros de ello) con esos golpes directos a la cara. Incluso podría decirse que la banda recoge el sonido propio de los Opeth, algo que sólo puede uno interpretar con una gran sonrisa en los labios. No sería de extrañar que citaran en sus influencias directas a estas bandas.

Toda la fuerza de apoyo se basa en las guitarras, desprendiendo riffs que se subirán a tu cuerpo como una marabunta de hormigas y te tragarán vivo. Laurie Sue Shanaman hace muestra y gala de unas voces increíbles que dejan en pañales a varias bandas del estilo, y que irremediablemente recuerda a Tristessa de los griegos Astarte.

Otra bomba de relojería más que explota en mi cara antes de terminar este año, y más sin haberlo escuchado hasta ahora. Simplemente The Tenant es lo que necesitas para un día grandioso como el de hoy. Lo demás puede venir como quiera.



Puntuación: 10/10

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