domingo, febrero 20, 2011

The Mire - Volume: II (2010)

Domingo, 12:30, te levantas después de una noche de disfrute cualquiera, y decides tomarte el día siguiente como un merecido descanso. Acompañas la búsqueda de la confortabilidad con algo relajado, pero que te mantenga despierto a la vez. Buscas tus foros habituales, y en un post cualquiera mencionan a una banda que no habías escuchado nunca, pero cuya portada te resulta atrayente. Su nombre: The Mire. Decides darles una escucha, ¡bingo!, has encontrado lo que buscabas.

Indagas un poco en su discografía, biografía, etc. Descubres que provienen de Reino Unido, y que anteriormente habían lanzado un MCD titulado Volume: I. No se han comido la cabeza demasiado, desde luego. Le das un par de escuchas al nuevo disco que han lanzado, Volume: II, del año anterior, y te ves con capacidad para dar un juicio acerca del disco. Los ubicas en el Post-Metal más propio de unos Rosetta o unos Cult Of Luna con voces acarameladas, pero manteniendo cierto espíritu propio de dichas bandas. Notas ciertas influencias Post-Hardocre, pero desde luego no son unos Devil Sold His Soul o unos Rinoa.

"Vaya disco más corto para hacer lo que hacen", piensas. Pero lo reproduces, y esperas que te sumerjan en un sinfín de sensaciones y experiencias inusuales. Comienza con The Nobleman. No está mal, las voces limpias le confieren un cierto toque Post-Hardcore a la sustancia, y lo hacen muy bien. Poco más de 2 minutos y salta el siguiente tema, Shadows. Empieza a dislumbrarse cierta esencia Rosetta, manteniendo un perfecto equilibrio entre voces suaves y estridentes propias del Post-Metal más expresivo y doloroso a partes iguales.

Siguiente tema: The Rift. A lo sumo la presencia de los de Filadelfia se va haciendo cada vez más. Posiblemente el mejor tema del disco que encierra. Los siguientes tres temas, Curse Variations, Wheelwalker y Fears, repiten la fórmula de los otros temas: un tema de 2 minutos aproximadamente, otro de 5 min. y otro de 6 min. Bastante breve, se va tan rápido como ha llegado, y consideras el hecho de volver a reproducirlo para ir saboreando poco a poco la miel que emana de tal panal.

Suficiente, era todo lo que buscabas, lo acompañas de una buena lectura, y disfrutas de un domingo que quizás se convierta en uno de los mejores que hayas experimentado. Y con esto acabas una semana más de existencia en esta vida.



Puntuación: 8'75/10

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