
Sin embargo, hoy en día no es raro ver todavía cómo muchos se asombran ante la presencia de la figura femenina en lugares y ámbitos inusuales para ellas. Lo que para la mayoría es algo normal asombrarse ante la presencia de una mujer como, por ejemplo, de butanera, para ellas puede resultar una ofensa y falta de consideración. El mundo de la música no se escapa de esta situación, y acostumbrados a relacionar la imagen de la mujer con instrumentos frágiles, ligeros, bellos y agudos como el arpa o el violín, no es de extrañar que para muchos la presencia de una mujer en una banda con un sonido tan gordo como es el Metal resulte chocante.

grupos del estilo que han ido saliendo y llamando la atención a medida que han ido asomando la cabeza, pues estamos ante un disco que lo tiene todo: sonido esotérico y saturado en cantidades más que suficientes, riffs monolíticos pero que con su gran distorsión expande su sonido hasta el cierre de éste, y sobre todo muchos aspectos curiosos que le dan al disco de una personalidad única y patente. Y no sólo por el hecho de que corra mayormente a cargo por estas chicas (que también), sino por elementos como la presencia de un violín, algo bastante inusual en el estilo, y que en ese aspecto puede hacerte pensar en los recientemente actualizados bajo el mismo sello Grayceon (aunque vale, ellos usan violonchelo). En ese aspecto, confiere a la música de SubRosa un sentido mucho más poderoso, confiriéndole más cuerpo al sonido de la banda, y que se puede apreciar en temas como Borrowed Time, Borrowed Eyes, donde le da un toque melódico y triste al tema, o Attack On Golden Mountains, donde ataca sin contemplación nuestros sentidos con un sonido mucho más fiero y rabioso. Otro aspecto muy a tener en cuenta es la variedad de voces que podemos apreciar en el disco, y varios registros. Hasta tres voces interactuando entre sí, obteniendo coros funerales, o entrelazándose voces limpias y nítidas con otras más gruesas y musculosas, algo que se le dan muy bien. A Attack On Golden Mountain vuelvo a remitirme. En cierto modo, la música de SubRosa puede recordar, en concepto, a Om, principalmente por el rollo minimalista e hipnótico que se traen propio de una sesión de yoga, sobre todo en los pasajes más calmados. En cuanto a los temas, me es muy difícil decantarme por uno, tanto por la complejidad que emana cada uno, como por su grandeza. Beneath The Crown, Stonecarver, The Inheritance... todos tienen su particularidad y su atractivo.

Puntuación: 10/10
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