
Esto no fue más que las bases en la que empezaron a depositarse nuevas bandas que veían en este sonido toda una fuente de petróleo, y así se empezó a explotar dicho recurso hasta que se agotó completamente. Entre esas bandas que alzaron el sonido del Black Metal más propio de los berzerkers y demás, destaca una entre todas: Windir, que bajo su enorme potencial, y discazos facturados de la talla de 1184 o Likferd, acabaron dándole forma a la masa de dicho género que aún no se había expandido totalmente. Sin embargo, la desgracia cae sobre la banda cuando su vocalista y líder, Terje Bakken, muere de hipotermia después de una tormenta de nieve que se lleva su vida por delante.
Ante esto, el resto de la banda, impotentes ante lo sucedido, deciden qué hacer con sus futuros musicales. Finalmente llegan a un acuerdo, y deciden mantener la grandiosidad de Windir dándole un digno entierro junto con su compatriota para dar paso entre todos hacia un nuevo proyecto que los mantendrían unidos y a Terje en los recuerdos de sus compañeros. ¿Su nombre?: Vreid.

Ahora, vuelven a clavar la bandera con su nuevo trabajo, V, que pretende seguir la senda que ellos mismos han decidido seguir. Para empezar, a diferencia del anterior, se puede decir que este disco se basa más en los pasajes gélidos, donde cierta melodía se hace patente en cada minuto, cada segundo de las canciones. Sin embargo, siguen siendo propensos a mantener esos riffs demoledores con el que nos tienen habituados, y Arche es la mejor prueba, magnífica manera de comenzar el disco con unos riffs parte-nucas, amén de otros como Slave o Welcome To The Asylum, donde incluso podremos ser capaces de visualizar cierta influencia del Thrash en su sonido, muy cercano a lo que vienen haciendo los Immortal. Por supuesto, no pueden faltar los temas densos y complejos. Ahí está The Others And The Look, posiblemente el tema más largo hasta la fecha que han sacado.

Puntuación: 9/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario