martes, julio 19, 2011

Ash Borer - Ash Borer (2011)

Era de esperar que uno acabara hablando de este trabajo. En estos meses, no he parado de leer las palabras Ash Borer allá donde echaba una ojeada, y quería buscar el momento oportuno para hablar sobre él. Hoy, parece que es el momento oportuno, óptimo, para hacerle su debida mención en este blog, y lo cierto es que he acertado, pues en éstos días que curiosamente se vuelven más oscuros, hay que acompañarlo con la debida atmósfera, y Ash Borer tiene ese ambiente que uno precisa.

El grupo podría entrar dentro del círculo de bandas que ya he mencionado en otra ocasión como Cascadian Black Metal, todos esos grupos provenientes de la región de Cascadia que tienen algo en común: Black Metal atmosférico adornado con pequeñas partículas de Rock en mayor o menor medida. Y afincados en California, Ash Borer no escapa de esa realidad. Sumergidos en una manta de esoterismo total, donde su Black Metal se esconde en un bosque de atmósferas lúgubres, corriendo aquí y allá dejando una ristra de riffs demoníacos mientras toda la capa de ruido y opresión resguarda a éste, estos chicos logran en tan sólo 3 metrajes abarcar todo un mundo a su paso, capaz de adentrarte en un terreno angosto en el que quizás jamás desearías haber entrado. Comenzando con In The Midst Of Life, We Are In Death como primer corte hacia la perdición, Ash Borer se va nutriendo de los diversos elementos que conforman el sonido de las bandas de dicha área y que les han llevado a ser lo que son: pequeños hijos bastardos resguardados en la oscuridad, consumidos en un enorme potencial que se va desarrollando solemnemente entre las atmósferas que se van tejiendo fruto de unas guitarras distorsionadas hasta el infinito, amén de la producción que dota de dichas cualidades espirituales al sonido de la banda. Y así, entre aullidos de puro Black Metal rabioso, se va conformando este disco que se desarrolla entre la intensidad de Rest, You Are Lightning y la majestuosidad de My Curse Was Raised In The Darkness Against A Doomsday Silence, el cual en sus casi 20 minutos se van a producir una cantidad de variaciones en ritmo, contrastes e intensidad tan brutal, que no serás capaz de asimilar todos esos detalles sin que te estalle la cabeza.

¿Hay que postrarse ante tal acontecimiento sonoro? Tal vez, es innegable.



Puntuación: 9'25/10

1 comentario:

  1. Si señor, recuperas el tiempo perdido. Y con una banda que no está del todo mal.

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