domingo, julio 24, 2011

Baring Teeth - Atrophy (2011)

Si buscamos la palabra "abstracto" en el diccionario (para más comodidad desde aquí, en la RAE), encontramos una de las siguientes definiciones:

adj. Dicho del arte o de un artista: Que no pretende representar seres o cosas concretos y atiende solo a elementos de forma, color, estructura, proporción, etc.

Bien, esto me hace plantear la siguiente pregunta: ¿Puede la música ser abstracta? Mi respuesta es que sí. Como un arte más, la música puede romper los esquemas propios de ésta para centrarse en patrones que busquen bien una complejidad, bien una melodía, una técnica, un concepto, etc. Por ejemplo, el Drone no se basa en la técnica ni en algo que se pueda atribuir a algo complejo en términos de ritmos, variantes y demás, pero no se puede negar el hecho de que su propia propuesta sea ya de por sí abstracta.

Por otro lado la técnica también puede tener un sentido abstracto dependiendo de la sensación que se quiera transmitir, y algo así podría decirse que es lo que intenta demostrar Baring Teeth, la nueva propuesta de Willowtip Records, sello dedicado a todas esas bandas brutas de Death Metal y Grindcore en todos sus aspectos, y con bandas de la talla de Odious Mortem, Squash Bowels o Ulcerate. Y precisamente a estos últimos son los que más podrían asemejarse estos chicos provenientes de Texas (Estados Unidos), pues perfilan un Death Metal técnico apabullante y desolador entrelazado con unas atmósferas altamente perturbantes. No sólo eso, sino que también profetizan en toda su amalgama de cambios rimbombantes de ritmos y contrastes una progresión digna de los últimos Gorguts establecidos.

Atrophy es el álbum con el que abren sus puertas hacia un mundo donde todo cuelga del revés, y que se irá adentrando en terrenos diversos y angostos a medida que éste se vaya desarrollando. Con temas como el homónimo Atrophy, End o Distilled In Fire, se va presagiando la dirección que irá tomando la banda, merced a una técnica increíble que para nada se vuelve harto cansina y que irá cediendo hacia un terreno ambiental propio de una caverna profanada por una secta satánica, y que se puede ir apreciando a partir de Vestigial Birth, pero más todavía en Scarred Fingertips. Es increíble pensar que todo ante lo que uno es testigo en este disco está realizado por un simple power trio compuesto por guitarra, bajo y batería. Tan simple como ello, al más puro estilo Ulcerate. La técnica perfilada vuelve a manifestarse en The Dead Hand y su ir y venir de riffs que va a darte la sensación de estar escuchando el doble de instrumentos de lo que es, cosa que se repite una vez más en Anti-Holy para cerrar con los más de 12 minutos que conforman Tower Of Silence y que más de uno desearía tener como tema en su propio disco, con una progresión y una atmósfera lenta y oscura al final de éste, dando la sensación de estar flotando en la mismísima nada por los siglos de los siglos.

Si aún piensas que no se puede hacer algo enrevesado en la música, escucha Atrophy y quizás cambies de opinión.



Puntuación: 9'5/10

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