lunes, julio 25, 2011

*Shels - Plains Of The Purple Buffalo (2011)

No hay nada como comenzar un buen día con buena música, con algo que te haga vibrar, con algo que te anime y te inspire la mañana. Cuando sientes que aciertas en ese aspecto, notas como si el resto de la tarde fuera a convertirse en un día glorioso, estupendo, maravilloso. Prácticamente digo todo esto porque ésa es la sensación que me está produciendo el nuevo trabajo de esta banda que ya venía haciendo ruido desde hace unos meses atrás, y con razón...

Pero antes de profetizar como un mesías, hay que hacer las presentaciones pertinentes para aquellos quienes no los conozcan, obviamente: *Shels es una banda renacida entre las cenizas de los ya extintos Mahumodo, tomando su nombre del título de uno de sus trabajos, Shels. El sonido de Mahumodo serviría de total inspiración a sus miembros (obviamente), y mientras que unos formarían la banda de la que hoy trato, otros darían paso a otra banda bastante conocida en el panorama: Devil Sold His Soul. De hecho, si hacemos la comparativa entre un grupo y otro, notaremos que tienen ciertas cosas en común en su música.

Sin embargo, *Shels presenta elementos que ni siquiera Devil Sold His Soul muestran, y eso es algo que se puede apreciar en su nuevo disco Plains Of The Purple Buffalo. Partiendo del Post-Rock como principal baza para su composición, *Shels es un constante flote entre varios elementos que ni siquiera el propio género muestra normalmente, y eso es gracias a las influencias que muestra. Y ya os digo, su nuevo disco es toda una experiencia, un viaje hacia un mundo de ensueño. Comenzando con Journey To The Plains, desde el primer instante ya notamos el primer detalle que nos acompañará durante toda la travesía del disco: las trompetas. Y es que si hay algo que abunda en Plains Of The Purple Buffalo, son las trompetas, tanto o más que las vuvuzelas en la Mundial del 2010 (eu...), siendo el primer "toque distintivo" de la banda, y que los define entre otras muchas bandas del estilo.

Otro aspecto son la infinidad de contrastes que encontraremos en el disco. Retomando Journey To The Plains, la influencia del Post-Metal (sobre todo en las guitarras) es más que latente, y ya sobre Mahumodo ni te digo, por todos esos ramalazos Post-Hardcore ambientales que también han tomado prestado Devil Sold His Soul para su música. Voces acordes a este género y que sean bastante claras se pueden apreciar en el tema homónimo, dividido en 2 partes, donde la segunda mitad destaca por la cantidad de cambios de flujo en su música que experimenta, amén del dúo de trompetas del que seremos testigos en éste.

Pero lo que de verdad hace más grande a este disco (y por ende, a la banda), es que en ningún momento retomarán ningún ritmo, ningún riff... nada. *Shels no pretende hace de su música 2 temas pegadizos que hagan mover el esqueleto fácilmente a la gente, sino que buscan dar un viaje estelar al oyente, proporcionarle una experiencia única, como si estuvieran leyendo un libro con los instrumentos. Y os aseguro que Plains Of The Purple Buffalo parece un cuento de hadas, además de presentar unos temas la mar de curiosos. Como Searching For Zihuatanejo, que da la sensación de estar escuchando a un grupo de hadas pequeñas empapadas en ácido lisérgico dando vueltas a tu alrededor.

Yo ya os he explicado la sinopsis. Ahora sólo os queda a vosotros destripar por vuestra propia cuenta el final. Si hay algo a lo que achacarle al disco es su excesiva duración, pero bueno, Plains Of The Purple Buffalo es casi como una película narrada con música, y las películas no duran 2 minutos precisamente.



Puntuación: 9'75/10

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