miércoles, agosto 03, 2011

Forge Of Clouds - Forge Of Clouds (2011)

Quien pueda afirmar que haya vivido sin mirar ni una sola vez al pasado, miente. El tiempo se conforma de éste, del presente y del futuro, y no es ajeno a los humanos: vivimos el presente con expectativas hacia el futuro... pero de vez en cuando miramos hacia el pasado. No sabemos por qué, casi es un acto involuntario hacerlo, quizás porque deseamos regresar a ciertas etapas de nuestra vida que fueron brillantes, o directamente porque somos masoquistas, pues el pasado puede doler, más que cualquiera estocada, más que cualquier puñalada, más que cualquier daño físico. Porque el pasado no sólo nos hace recordar de dónde venimos y nos arranca una sonrisa. También hiere, y esas heridas son de las que no cicatrizan jamás.

¿A qué viene todo esto? Bueno, creo que a partir de ahora, cada vez que mire hacia el pasado, escucharé en mi cabeza este disco, pues representa perfectamente cómo es mi pasado: como si hubiera sido un apocalipsis y ahora mismo esté viviendo una nueva etapa de la humanidad. Forge Of Clouds es prácticamente desolación, dolor, pero embellecido bajo una capa de armonía que te hará dudar de su naturaleza. Pocas veces te encuentras un disco que consiga atarte hacia una pared para jugar con tu subconsciente mientras te distrae de toda la carnicería que empezará a hacer contigo mediante unas melodías que desviarán tu atención, como ese pervertido que se hace pasar por el hombre de los helados y engatusa a los inocentes niños para otros fines más perversos. Formados en Polonia en 2008, Forge Of Clouds es como un pronóstico, de algo trágico que va a suceder, como una tempestad que empieza a formarse a partir del ojo del huracán, y que tarde o temprano te atrapa... con la diferencia de que no opondrás resistencia, pues su manera de mezclar elementos del Post-Metal, el Sludge y el progresivo convierten su música en una espiral de aura maravillosa, pero a la vez gris, como esa tarde nublada y lluviosa que te relaja, a pesar de entristecer el cielo. Su disco debut homónimo deja bien claro que su música no está hecha para ganarse la simpatía de nadie, simplemente querer hacer lo que más les llena, lo que les mueve y les hace sentir sí mismos, y con un poco de suerte encontrar a personas que se sientan identificadas con lo que realizan: ramalazos rápidos y mortíferos aderezados con pasajes melancólicos que harían mecer hasta la bestia más despiadada conforman los 8 cortes en los que se divide la anatomía de este disco. Y tan pronto como se te encaran como un toro enfurecido con 151, se acercan y apoya su mano en tu cabeza como un hermano mayor en Ten. Y ver cómo los temas se van desarrollando como un organismo vivo y se va tejiendo con hilos progresivos, desarrollando unas texturas musicales bellas, tenebrosas, desesperantes, esperanzadoras, desarrollando una especie de guerra entre el bien y el mal en su trabajo, hacen que Forge Of Clouds se convierta en uno de esos trabajos hechos para ser testigo de una serie de emociones que para estar sentado juzgándolo como un experto crítico. Es más cosa de filosofía que de ciencia, no necesitas pruebas empíricas para saber si es un disco de absoluta grandeza, sólo necesitas dejarte llevar hasta donde te lleve, como si fuese un viaje en tren hacia ninguna parte, ya bien sea a base de pasajes psicodélicos propios de una película experimental como en Boot, o a base de melodías de guitarra que irán preparando el lugar donde te acurrucarás como un bebé dormilón como en Shame.

A partir de ahora, miraré hacia el pasado con otros ojos: con los ojos de Forge Of Clouds.



Puntuación: 10/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario