
Directamente desde Rusia, estos opresores de su propia vida ya perfilaban un potencial increíble con su disco Not A Gleam Of Hope, donde ya apuntaban maneras con una atmósfera muy enfermiza para lo que es el Funeral Doom. Ahora, tras varios años sin dar señales de vida, y con alguno de sus miembros enfrascados en otros proyectos como Abstract Spirit, la banda vuelve con la fuerza suficiente como para volver a brindarnos un momento de gloria suprema de la mano del sello Solitude Productions.

Dejando las aclaraciones a otro lado, Fuimus, Non Sumus... es claramente diferente a su predecesor, pues esa atmósfera asfixiante y sombría que perfilaban en Not A Gleam Of Hope se ha transformado en melodías que confieren a la banda un aspecto más cristalino. Casi se podría decir que tienen cierto deje del Doom/Death más gótico en dichas melodías, pero de alguna manera Comatose Vigil procura usar un filtro para evitar convertirse en un despropósito cualquiera, logrando de esta manera que éstas sean las suficientes como para darle mayor colorido al estilo de la banda sin perder la esencia del Funeral Doom, manteniendo ciertos tránsitos decadentes, por supuesto. Todo esto se debe sobre todo gracias al teclado, que dando cuerpo al disco en todo momento presentándose de fondo consigue ser el alma vital para darle ese carisma que encierra Fuimus, Non Sumus..., consiguiendo unos pasajes increíbles que da la sensación de estar observando algo enorme, casi como si estuvieras en la galería de una cueva.
Por supuesto aún se sigue manteniendo la marca de la casa, que son las guitarras que confieren mayormente el aspecto lúgubre de la banda, y con unos riffs muy propios de ellos, con parones intencionados y arranques grandiosos que estallan como ondas expansivas, algo difícil de conseguir ante un género que normalmente no suele tener mucha sustancia en los instrumentos habituales si no acabas decidiendo experimentar con algo nuevo. Sus característicos punteos siguen estando vigentes en todo momento, cobrando mayor presencia en Autophobia, donde podremos escucharlo más veces, y a cada cual más mortífero que una granada en un sitio cerrado.

Puntuación: 9'5/10
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