sábado, septiembre 03, 2011

Opeth - Heritage (2011)

Uno de esos discursos tan aclamados dentro del Metal actualmente es sobre qué grupo o grupos tomarán el relevo de la escena de este género de ahora en adelante. Todos los años se repite este ritual, se abre un debate acerca de quiénes serán los privilegiados que representarán dicho género en un futuro (que cada vez parece más lejano, jé) y cada uno de los miembros del colectivo (en este caso, foros) vota por un grupo a favor, el cual en la mayoría de los casos suele ser su grupo favorito. Más allá de si realmente esto sea algo necesario o no (para un servidor desde luego que no), algunos de los nombres que más he visto ser mencionados suelen ser Mastodon, Dream Theater, Gojira y en especial Opeth.

¿Y por qué Opeth destaca entre los demás a la hora de ser quien tome el "liderazgo" de toda la escena del Metal en general? Quizás sea porque cuando Mikael Akerfeldt decidió crear la banda, hizo algo que nadie jamás había hecho por aquel entonces hasta ahora: fusionar lo mejor del Rock progresivo de los 70's de grupos como Yes (y hasta diría que Cream) con el sonido más extremo del Death Metal y unas composiciones altamente complejas y extensas, convirtiéndose así en una nueva vía para el Metal extremo, una nueva manera de hacer las cosas, alzando a Mikael como una de las mejores voces del Metal extremo, Opeth como todo un referente y clara influencia a considerar y su trayectoria digna de mención. Así ha sido en estas dos décadas de existencia de la banda, sus trabajos hablan por sí solos, y a día de hoy es raro estar metido en este mundo sin conocer apenas a esta banda. Sin embargo, parece que Mikael ya empezaba a estar harto de hacer las cosas para los demás y ansiaba hacer algo que le llenara más a él mismo, así que desde el momento en que se anunció que su nuevo trabajo Heritage no iba a tener nada de Death Metal para convertirse en todo un disco de Rock progresivo setentero, a más de uno se le encendió la bombilla (incluida la mía). A cada noticia que surgía del nuevo disco, más revuelo causaba entre sus seguidores, como señoras que se amontonan esperando a que abran las puertas para entrar a las rebajas de verano como orcos oligofrénicos lanzados hacia la batalla. Y ahora que ya se puede encontrar por la extensa red mucho antes de su lanzamiento (las filtraciones es lo que tienen), la oportunidad estaba más que marcada, había que hacerse con él sí o sí para ver en qué había derivado todo al final.

Y he de reconocerlo, al ir a escucharlo por primera vez para un servidor ha sido como congelar el tiempo, en donde nada se mueve más que la música de Heritage y tú, explotando tu mente y viajando hasta el infinito del cosmos. Pero bueno, tampoco voy a desarrollarme mucho y hablemos del disco en sí. Por supuesto, lo que ya venía sentenciando Akerfeldt mucho antes es real, aquí no hay ni una sola seña extrema, y no escucharás ni un sólo gutural proferir de la boca de Mikael. ¿Que es un disco de Rock progresivo setentero completamente? Ahí sí que habría que aclarar, pues esto es más bien la parte más calmada y progresiva de Opeth bebiendo mucho del Rock progresivo setentero, pues esccuchar Heritage es como escuchar cualquier disco anterior de los suecos, pero eliminando las partes más duras y cubriéndolas con otro elemento. Y con calmado no esperéis a algo atmosférico grisáceo en la vena de Damnation, pues éste camina por otros derroteros.

Comenzando por una suave y pausada introducción de piano a manos del tema que da nombre al disco, Heritage comprende una serie de elementos y viajes temporales hacia el pasado pero llevados desde la mano de Opeth, es decir, como si visitáramos un museo de lo mejor de los 70's con Mikael y cía. Y es que de alguna manera, consiguen hacer que los elementos del Rock progresivo clásico se conviertan en suyos propios. Comenzando con The Devil's Orchard, tema que muchos ya conocían con anterioridad, se podría decir que es el tema más Opeth de todos, pues su comienzo, así como su desarrollo, son muy fieles a la banda, solo que olvidándose por completo de que anteriormente introducían elementos del Death Metal. Detalle del bajo con Martín Méndez, que sigue demostrando ser todo un monstruo cada vez que se manifiesta.

Tras éste, I Feel The Dark muestra el mejor despliegue vocal en todo el disco de Mikael, pero donde hay que centrarse mucho más es en Slither, mucho más animado que sus anteriores temas y con algún deje jazzero a manos de Per Wiberg al teclado (el cual se ha retirado tras grabar este álbum, recibiendo un pequeño "homenaje" en la portada). Según se sabe, este tema es un homenaje a Dio, así que que no os extrañe si os da un déjà-vu a los Rainbow del Rising.

A partir de Nepenthe es donde más se hace latente la presencia del Rock progresivo setentero de los Yes y sucedáneos, tanto por sus bases rítmicas como por los efectos que emplean, un tema muy espacial. Y tras un tema más titulado Haxprocess (la atmósfera que consiguen con esos niños de fondo es colosal), llega el que puede que sea el plato fuerte del disco: Famine, en donde dicen que se han inspirado en nada menos que Jethro Tull para crear este tema, y no sólo porque introduzcan hasta flautas en éste (que también), sino por la diversidad que presenta este tema, la cantidad de pasajes en los que se introducen y lo intricado que resulta el tema con su variedad de contrastes, comenzando como si estuvieras a punto de ser devorado por caníbales, para luego meterte en la más absoluta calma y pronto ver cómo los instrumentos llegan como moscas zumbantes a tu cabeza, y así un sinfín de elementos hasta el final.

Finalmente, tras algunos temas en donde la cosa decrece un poco (aunque Folklore reaviva la llama con unos últimos minutos grandiosos en donde se cuela por la patilla un solo con mucho regusto clásico), cierra con Marrow Of The Earth como una suave brisa que se va disipando poco a poco hasta quedar en la más absoluta nada. Quizás el mayor defecto que se le pueda apreciar a Heritage es el que ya he visto mencionar hace poco: algunas partes parece que se entrecortan de manera abrupta, de manera que da la sensación de que no se desarrollan del todo un aspecto para suprimirlo continuamente con parones y "vuelta a empezar" continuos sin dejar apenas a que un tema se extienda mucho más del que debería.

Y aún así con todo logran cascarse un disco grandioso, que dividirá a su público en dos, pero que dará de qué hablar desde luego. A pesar de todo ello, Opeth no es un grupo que tomara el relevo del Metal, pues éste lo conforman todos los que forman parte de él, no tiene sentido poner un "representante" en éste.



Puntuación: 9/10

4 comentarios:

  1. La gran decepción del año,es un disco que no tiene por donde cogerse de principio a fin,seguramente si no se llamasen Opeth y fuesen otra banda,la gran mayoria de fans ni lo escuchaban,pero como son ellos parece que hay mucho miedo a perderlos,Steve Wilson les ha hecho perder el norte y aqui esta resultado una pena.

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  2. El tema para nada esta mal,sabemos que no es una banda que se reitere disco a disco,los fans más acérrimos del Death seguramente coman sus propios cerebros.
    En los mares,perdidos y sin norte muchas veces se llega a tierras desconocidamente fantasticas!

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  3. pffff (pinchazo para los Opeth)
    mira por donde pero no termino yo de ver el rollo este setentero en ellos. y no es que no me guste el disco, porque es muy bueno aunque como bien has dicho poco a poco va perdiendo algo de fuelle, pero creo que para hacer cosas asi deberian haber dado mas vueltas a todo. era un paso muy arriesgado y creo que se han quedado a medio camino. esperemos que ahora Mikael le meta toda la mala hostia que le falta a esto en Bloodbath

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  4. A los guturales de Akerfeldt no sé si le quedará mucha esperanza de vida o es que está pasando por algún tipo de bache vocal. ¿Han escuchado directos de Bloodbath u Opeth últimamente?

    http://www.youtube.com/watch?v=LjbHuF4DNhE&feature=related

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