lunes, enero 30, 2012

Pontiak - Echo Ono (2012)


Sí, lo sé, últimamente ando bastante inactivo por el blog. La razón es muy sencilla: en estos días no he encontrado nada que me llamara la atención o me convenciera lo suficiente como para querer dedicar unas palabras a ello. Será que ando de capa caída, es normal, a todos nos pasa en ocasiones, acabamos un poco cansados de ciertas rutinas y descendemos bruscamente nuestra actividad hasta el punto de no dar siquiera señales de vida, nos encerramos en nuestros pequeños y obsesos mundos, buscando ese algo que nos haga ascender a flote una vez más.

Y parece que por fin he encontrado ese "qué" en esta ocasión, pues estamos ante un trabajo ante todo elegante, noble, pero a la vez lleno de energía y ganas de llevarse todo por delante. El Stoner a día de hoy es un género bastante explotado (como con todo, vaya), que necesita en más de una ocasión acordar pactos y acuerdos con otros estilos para realizar proezas nuevas que los lleven hacia la victoria. Quizás esto es lo que pensaron Pontiak cuando decidieron formarse allá por 2004 en las calurosas montañas de Virginia, en Estados Unidos. Este trío de hermanos decidieron que no sería mal idea relacionar el Stoner propio de los primeros Queens Of The Stone Age con el Rock psicodélico de los 60's.


Dicho y hecho, Pontiak empezaría a hacer funcionar su engranaje y con ello toda su maquinaria con trabajos que van desde Sun On Sun hasta este reciente Echo Ono, para así obtener un sonido que baila entre el Rock de antaño y el actual, danzando con las influencias de los QOTSA y grupos como Pink Floyd o Iron Butterfly, un sonido dulce y que por momentos roza el Pop clásico (como en The Expanding Sky), llevándonos desde los cálidos desiertos de su tierra con temas que son un genial acompañante para los largos recorridos en Cadillac's 59 por carreteras oxidadas por el calor como lo son Lions Of Least o The North Coast hasta los mundos irregulares y deformes de la psicodelia pura a merced de temas como Royal Colors o Panoptica, donde dan un vuelco completo al sonido para retorcerlo y volverlo completamente crudo y áspero, pero ante todo completamente psicodélico, sin tener nada que envidiar a los dinosaurios del estilo, demostrando ser unos excelentes pupilos.

Los teclados que suele aportar Jennings ayudan esencialmente a obtener ese sonido alocado del Rock psicodélico, además de dar variedad y amenizar los temas de corte más Stoner. Mirándolo de alguna manera, Echo Ono mantiene un contraste que va desde el estilo más desértico hacia la vertiente más lisérgica, de manera que con cada tema va pasando poco a poco de un extremo hacia el otro, como una carrera desde Nueva York hacia San Francisco.


Otro de esos grupos que no han descubierto el fuego, pero que sin duda saben usarlo para quemar motores y chillar ruedas como condenados diablos. Una vez más los desiertos reclaman ser recorridos para gozar de la sensación de hacer lo que te dé la real gana.



Puntuación: 7'5/10

1 comentario: