lunes, agosto 30, 2010

Gallhammer - Ill Innocence (2007)

La mayoría de los que visitan este blog supongo que sabrán lo que es un power trio. Son aquellas bandas formadas por exclusivamente tres miembros, normalmente una batería, un bajo y una guitarra. Los hay famosos que han estado ahí desde siempre (Motörhead), y los hay nuevos bastante curiosos e interesantes (los ya mencionados aquí My Own Private Alaska formado por una voz, un piano y una batería). Pero si hay un power trio que destaca tanto por sus miembros como por su música, ése es Gallhammer.

Gallhammer se forma en 2003 en Japón (ah, bella Japón...) cuando Vivian Slaughter decide crear una banda con unas atmósferas y un sonido opresor a la altura de los Hellhammer (no es de extrañar que el nombre de la banda provenga de ésta). Pronto recluta a Mika Penetrator y Risa Reaper y empiezan a trabajar. Como veis, un power trio de chicas, lo cual supone toda una sorpresa ya que pocas son las bandas de Metal extremo formada exclusivamente por chicas, ya sabéis que el sector femenino suele ser más reacio a la música más bestia del Metal. La banda se esforzó desde el primer instante, ya que ninguna de ellas tenía la experiencia suficiente en sus instrumentos, ya que todas habían sido anteriormente vocalistas. Esto se puede notar en sus primeras demos, bastante simples en cuanto a composición. Sin embargo, fueron aprendiendo rápidamente, y al año siguiente ya tendrían su primer disco, Gloomy Lights, que mostraba ya de por sí una gran calidad.

Esto propició al sector underground y a que todo el mundo pusiera los ojos en ellas, hasta el punto de que acabaron firmando nada menos que para Peaceville Records. Así, y tras varios años después, lanzan su segundo disco, Ill Innocence.

Gallhammer no es sólo una banda que destaque por su formación, también destaca por el peculiar sonido que presenta. Mostrándose seguidoras de bandas que van desde Celtic Frost hasta Amebix, la música del grupo se aúna en un Black Metal fusionado con el Doom y con mucha influencia del Crust, logrando así un sonido variado y obteniendo una personalidad en éste que las hace bastante diferentes y reconocibles del resto de bandas. Así pues, podemos pasar del Doom Metal más oscuro en At The Onset Of The Age Of Despair, para dar paso a un Black ciertamente thrashero en Speed Of Blood, o cambiar a un tema puramente crustie del tipo de Blind My Eyes (riffazos de órdago asegurados, y un tema curioso a la par de gracioso por la segunda voz de ardilla que acompaña a la más rasposa y estridente), o incluso encontrarnos todos estos elementos entremezclados en un mismo tema, como en Ripper In The Gloom, que pasa del Doom más melancólico al Crust más rabioso en cuestión de minutos.

Aquí cada una de las tres componentes del grupo tienen el mismo protagonismo, ninguna se queda en segundo plano como buen banda de power trio que es. Para empezar, las voces. Cada una de ellas aporta su propia voz, con un timbre diferente del otro, lo cual se hace bastante notorio en temas como los antes citados Blind My Eyes y Ripper In The Gloom. La guitarra se encarga de los riffs más asesinos que nos encontraremos en el disco, mientras que el bajo hace una labor gloriosa en los temas más Doom, donde se hace mucho más patente su sonido. Finalmente, la batería termina añadiendo el último ingrediente con su ritmo. Es bastante increíble el pensar de que una banda inexperimentada en los instrumentos en sus comienzos acabe sacando algo tan gordo, pero 4 años son 4 años, y en ese tiempo se puede aprender y mucho. Si a todo esto añadimos el sonido tan guarro que muestra, y que ha sido masterizado y tejido por nada menos que Nocturno Culto de Darkthrone, podemos estar seguros de que este disco no defraudará a nadie.

Una banda única en su especie, que no podrás despegarte durante mucho tiempo una vez los escuches por primera vez. Benditos power trios.



Puntuación: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario