Madder Mortem nace en la fría Noruega, concretamente en Oslo, allá por 1993 a partir de las cenizas de Mistery Tribe, el cual pasa a llamarse a la banda que son ahora. Si hay algo por lo que ha destacado esta banda siempre, es por su toque personal del Gothic Metal. Lejos de los grupos Gothic Metal del palo de Nightwish y cía, todos apegados de mala manera al Power Metal más épico (sic) y llevadero, Madder Mortem intenta llevar el sonido gótico a terrenos más oscuros, opresores, lentos...
Y es así como nos encontramos con un Gothic Metal muy denso, aferrado con uñas y garras al Metal progresivo, a lo que se conoce como Dark Metal, y también al Doom Metal, pero sobre todo al Metal progresivo, así que podemos esperarnos unos cambios de ritmo bastante bien encajados y enganchantes, un sonido crudo y muy pesado, como si te estuviera cayendo un piano sobre la cabeza una y otra vez, y pequeñas melodías que acompañan a una música única en su género.
Desiderata es posiblemente el disco más crudo, más violento y directo a la cara. La densidad sonora de este disco es tal que si no estás bien sujeto a la silla es posible que salgas despedido por los aires cual muñeco de pruebas de choque de coches. Lanzado bajo el aclamado sello de Peaceville Records (Katatonia, Akercocke, My Dying Bride, etc etc), nos encontraremos ante un disco que no va a dejarnos ni un respiro siquiera. Como ya he dicho, el sonido se presenta denso, pesado y violento, pero también compaginado con pasajes tranquilos y melancólicos, todo ello aderezado con la increíble voz de Agnete M. Kirkevaag, celestial e increíble que también se atreve con algunos screams y agudos (prueba de ello es el tema Changeling, donde también nos encontraremos reseñas incluso del Death Metal).
Si hay una cosa que podéis estar seguro de que no vais a sufrir con Desiderata, es aburrimiento, y es que todos los temas son tan variados que es imposible quedarse dormido. Ya sea los riffs cercanos al Thrash que presentan en Plague On This Island, como en la mala hostia que desprenden en M For Malice o el toque Dark, con pasajes y ambientes oscuros y opresores del Cold Stone, podéis estar seguros de que no os aburriréis. Pero oh amigos, si hay un tema a destacar de este disco, ése es sin duda el que deja la firma final del disco: Hangman, con ese toque gótico y celestial que nos harán recordar a las canciones alemanas de antaño de los años 40, en donde dichas canciones intentaban rescatar un poco de tranquilidad y cordura en un mundo gobernado por las guerras, el caos y el dolor. Todo ello bajo la dulce e impresionante voz de Agnete que estalla en un sonido desesperante y lleno de sufrimiento que hará vibrar todas tus neuronas y dejarte sin aliento al final de ésta.
La recta final de un trayecto que cada vez se hace más y más corto. Bailemos la Danza de la Muerte, pues.
Puntuación: 9'75/10
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