Y como con todo, en el mundo de la música hay una canción o un disco para cada situación. Y Miserere Luminis es la música para los momentos de soledad y pesadumbre, momentos en los que necesitamos un respiro. Y es que la música de esta banda es perfecta para darse unos minutos a sí mismo, tumbarse y contemplar las cosas que tenemos en todo su esplendor. Miserere Luminis no es una banda sin experiencia, ya que está formada por (atentos): Icare y Neptune de Gris, y Annatar de Sombres Forêts. Un power trío muy poderoso, y es que algo muy grande tenía que salir de dos de las mejores bandas del Black Metal depresivo que a día de hoy nos podemos encontrar. El resultado no es para menos: una emoción como pocas se puede escuchar, con unos pasajes y arreglos que harán que tu cuerpo entre en estado de relajación plena y total.
Para empezar, y como demostración de lo que nos espera en este disco, Miserere Luminis comienza con la bellísima Cineris, que arranca con un piano de corte noble y elegante, que no tardará en hacer correr el velo para ir mostrando la batería y guitarra que van llegando desde la lejanía, y con una influencia del Post-Metal asombrosa, dejando nuevamente al piano solo, con una bellísima melodía.
Tras éste, pasamos a Le Mal Des Siecles, donde el sonido coge más fuerza, con unos riffs lentos pero marcados, y una voz resquebrajosa que acompaña a éste que se va aunando en unas leves pero importantes melodías de guitarra que se van estirando cual chicle. Rabia y tristeza fusionados en un tema único que presenta nuevamente resquicios del Post-Metal, resquicios que se harán más patentes en Ciel Tragique, con unas increíbles melodías que harían calmar hasta la bestia más feroz, unas melodías que tranquilamente pueden recordar a Isis sin ningún problema.
Llega The Mist, que comienza con una dulce melodía que va mutando en otras como si de una forma caleidoscópia se tratara. Lo mismo ocurre con Senectus, con un sonido astral, y piezas de teclado y piano que volverán a explorar tu mente y recorrerá tus constantes vitales. Un sonido ambiental único, de ángeles, ángeles oscuros, que te protegen en la oscuridad de tu interior y yacen a la espera de levantarte cuando ni siquiera tú mismo puedes hacerlo.
Y damos paso al tema homónimo del disco y la banda, Miserere Luminis, con unos arreglos acústicos que son acompañados de la batería, la voz dolorosa y unos pasajes y atmósferas que anuncian el final de este disco que está muy próximo, el cual se da con Exulcerare, con un sonido y ambiente desoladores, propio del Noise, y que corta por lo sano con un disco que resulta un viaje hacia lo más profundo y triste de nuestros corazones.
Cuando nuestras vidas necesitan un poco de aire puro, y cuando nuestra alma necesita algo de paz entre tanto caos interior, Miserere Luminis nos rescata de la locura extendiéndonos su mano, y recordándonos que aún tenemos oportunidad de continuar nuestro rumbo. Un disco que de no ser porque lo descubrí algo tarde, habría sido parte de mi top 10 del 2009.
Puntuación: 10/10
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