
Es el caso del que vengo a hablaros a continuación, y que me lleva una semana en vilo sin poder dejar de exprimir y saborear semejante maravilla con el corazón encogido y las pupilas dilatadas cual drogadicto compulsivo. Hablo de I Hate Sally, un grupo proveniente de Canadá, concretamente Ontario, y que me ha impresionado desde la primera escucha. Como si de una maldición se tratase, y bajo una portada simple, Don't Worry Lady esconde un auténtico gigante dormido, esperando a que lo despertemos para que lance un grito de guerra y se incorpore a la tierra. Una de las cosas que más me impresionó de esta banda al indagar en ellos, es que estaba compuesta por ex-miembros de The Chariot, ya sabéis, la banda de Hardcore/Noisecore formada por el ex-vocalista de Norma Jean, Josh Scogin. Y como si todo fuera una interconexión entre todas las bandas, I Hate Sally muestra un Screamo/Emocore con muchos tintes propios del Noisecore que te harán sacudirte contra todos sitios, pues lo de esta gente es un auténtico torbellino amenazando con destruir tu casa.

Don't Worry Lady es la metamorfosis de la Mariposa de la Muerte, que dentro de su capullo oscuro, florece un ser aberrante y hermoso a la misma vez, que puede estamparte contra la pared, como apiadarse de ti en cuestión de segundos. Y es que la gran mayoría de los temas son pura adrenalina para el cuerpo, que recorrerá tus venas y te hará lanzarte contra la pista (o donde estés) a base de hostias contra todo. ¿Dudas de ello? Baja un poco más y reproduce Hannah Hannah, y sabrás a lo que me refiero, un auténtico bombardeo que comienza con una apacible brisa distorsionada que dará paso a una sucesión de ataques que supondrán el caos absoluto en tu mente, un tema que no me imagino lo que organizaría si fuera tratado en alguna discoteca llena de hardcoretas furiosos. Y por si fuera poco, termina con ese toque completamente Sludge que te hará fregar todas tus babas a tu alrededor.
Y si no es Hannah Hannah, también lo pueden ser Martha Served o Bathsheba Of Seven, cargados de tensión acumulada en los nervios, pero I Hate Sally también sabe tratarle a las melodías. Y qué melodías, madre del amor hermoso, cuando se acerca Iseah'Rife uno se encuentra con la misma energía característica de la banda, pero que se entrecorta bruscamente para dar paso a un tránsito solitario y desolador que te dejará con los ojos como platos y la boca abierta frente a la pantalla de tu ordenador, seguido de Iseah'Cancer que refuerza esa atmósfera demoledora de la banda. Lo demás es, simplemente, pura necesidad para el cuerpo.

Puntuación: 10/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario