martes, julio 12, 2011

Pyrrhon - An Excellent Servant But A Terrible Master (2011)

Después de varios días disfrutando de un ligero descanso en el que no he tenido que preocuparme de nada más que de dormir plácidamente para el día siguiente, volvemos a la senda de lo abstracto y lo extraño con uno de esos trabajos que dan de qué hablar, y mucho, pues lo que viene a continuación es algo tan extraño como el propio concepto de la vida. En un mundo en donde hoy en día el Metal cada vez se ahoga más en la oscuridad, no es de extrañar que grupos como Pyrrhon comiencen a mostrar elementos que ya recogen algunas bandas como Ulcerate, Portal o los Mitochondrion. Y como si de un viaje hacia el subconsciente del ser humano, o hacia las profundidades más remotas de la Tierra, los grupos se van zambullendo en un terreno cada vez más negro, en una eterna caída sin fondo.

Pyrrhon es una banda formada en Estados Unidos, para ser más precisos en la ciudad de Nueva York, allá por el 2008, y que tras cierto material previo, lanzan su debut bajo el nombre de An Excellent Servant But A Terrible Master. Su estilo está posicionado exactamente en el Death Metal técnico, pero no os esperéis unos Necrophagist o unos Obscura a la usanza, no. Esperaros algo parecido a Ulcerate, pero tampoco os esperéis a éstos completamente. Y es que Pyrrhon presenta un sonido tan extraño y sólido a la misma vez, que te hará preguntarte qué demonios es lo que tienes delante. Donde las atmósferas más bizarras se alzan en potencia en este trabajo, y con un sonido y una alta influencia de bandas de Black Metal atmosférico como el de Leviathan, amén de una progresión pocas veces vista en trabajos como éste, convierten a Pyrrhon en todos unos jóvenes prodigiosos a tener muy en consideración. Y tan pronto como están sumergiéndote en una espiral infinita a base de todo lo dicho anteriormente en temas como New Parasite o Glossolalian, te meten un tema de puro Death Metal técnico sin precedentes como en Idiot Circles.

Otra de los aspectos bastante interesantes a tener en cuenta es la voz. La variedad de tonos y de timbres, de registros que puede enmarcar Doug Moore al micro es tan amplia, que sumado al enorme contraste entre los temas de los instrumentos, dará la sensación de estar escuchando un grupo distinto, lo cual es de agradecer que presenten tal variedad ante todo. Con un registro que en momentos se acerca al de Tommy Rogers (Between The Buried And Me) y en otros se asemeja al de Devin Townsend (algo que se aprecia claramente en A Terrible Master), todo ello aderezado con voces graves y growls poderosos que irán arrancándote las costillas una por una cual cavernícola furioso.

Variedad y calidad en dosis iguales para un disco lleno de conceptos propios de unas mentes inquietas y ansiosas de nuevas expansiones dentro de sus deseos propios a nivel de músicos. Y así lo sigan demostrando de aquí a un futuro incierto.



Puntuación: 9/10

1 comentario:

  1. Interesantes. Pero lo que más mola es leer tu reseña.

    ¡Esperando a ver qué te cuentas del nuevo de YOB!

    ResponderEliminar