viernes, abril 08, 2011

Light Bearer - Lapsus (2011)

Adoro a la gente anónima, son como ángeles de la guarda que están ahí para guiarte sin que tú jamás llegues a descubrir la identidad de éstos. Ayer mismo decía que llevaba cierto tiempo sin encontrar algo como para que llegara a dejarme completamente estupefacto, sin habla y ni siquiera respiración. Pues bien, no mucho después de publicar la reseña de Maruta, una persona misteriosa dejó un comentario recomendándome lo que hoy me he dicho a mí mismo "esto tengo que publicarlo por mis cojones". Me gustan las recomendaciones inesperadas, pero si hay algo que me llamó mucho de ésta, es que la persona en cuestión me chivara que entre sus filas se encuentra nada menos que Alex, vocalista de Fall Of Efrafa.

Esas 3 palabras son suficientes para llamar mi completa atención, Fall Of Efrafa es posiblemente una de las bandas del Post-Metal que más me atraían, no sólo por su propuesta bañada con ciertos toques de Crust en algunos momentos, sino porque su música era algo que iba más allá del mero hecho de "componer", pues tras de sí había un mensaje (curioso mensaje) que había que descifrar, amén de las sensaciones y emociones que traspiraban por todos los poros. Tristemente su disolución hizo que uno mantuviera la esperanza de al menos ver a uno de sus miembros enfrascado en un nuevo proyecto que mantuviera su espíritu. No es de extrañar, así pues, que una noticia como ésta haga que me lance directamente en su búsqueda.

Pues bien, ni corto ni perezoso, he accedido a la recomendación y a catar la esencia de este trabajo, y tras haberlo saboreado, sólo puedo decir que no puedo decir nada. Completamente en blanco, con la mirada perdida, de repente he esbozado una sonrisa, esa sonrisa que a uno le sale cuando siente que ha descubierto un tesoro, como ese niño que descubre algo maravilloso y arde en deseos de volver a jugar con él. Porque, amigos míos, esto es lo más grande que uno jamás se haya topado en su vida, tanto que me cuesta hasta pensar si esto no es una maldición más que un trabajo realizado por unos cuantos ingleses con ganas de transferir sus pensamientos a nuestras vidas. Tan pronto como suene Beyond The Infinite, sentirás que estás ante algo tan grande que no podrás siquiera pararlo, y más cuando dé paso a Primum Movens. Y es que a partir de aquí comienza todo un mundo que te sumergirá en todo tipo de pasajes, de atmósferas, de sentimientos, de expresiones, de maneras de vivir la vida... todo. Se podría decir que este tema es como una tormenta de arena oscura, como un desierto ennegrecido, por el que uno avanza lenta y fríamente con paso sudoroso y pesado, pensando que no podrás soportar tal potencia sonora que se te presenta delante. Ciertamente se podría apreciar un cierto recuerdo vago a Fall Of Efrafa, solo que sin las partes Crust oscuras. La introducción de violines en el disco hace que sea a la vez bello y sombrío. Volviendo a la parte de Primum Movens, este tema te hará sentir como si te estuvieras arrastrando por el desierto a plena noche y un torbellino de arena te levantara para acto seguido estrellarte contra el suelo y dejarte moribundo, dando paso tras de sí a Armoury Choir, una tormenta de densa arena oscuro mucho más potente que el anterior tema, y en donde las melodías con la desgarradora voz de Alex harán que sucumbas a los pies de esta banda y a su sonido aplastante. Tras ello, y después de un interludio, llegamos a la parte culminante del disco, la que hace que el disco pase de ser una maravilla a una auténtica y puñetera obra maestra, y es la majestuosidad de Lapsus comprendida entre su "preludio" de más de 7 minutos donde Alex demuestra por primera vez tener una increíble voz no sólo para los momentos desgarradores, sino para las partes más armónicas con un registro limpio que tira de espaldas de lo grandioso que resulta.

Si tras esto aún sigues vivo, tranquilo, pues el tema homónimo de este disco que nos acontece cavará tu tumba, pues prácticamente es como Las Diez Plagas de Egipto, pero todas a la vez, en donde sus 17 minutos harán que te replantees seriamente tu vocación por la música, ya que lo que se nos muestra adelante está al alcance de pocos, muy pocos, que pueden presumir de facturar un tema tan glorioso, donde si no quedas aplastado por los momentos más desgarradores del tema, serás revivido por esos gloriosos minutos donde los violines confieren a Lapsus de un aura divina jamás vista, y que es rematada directamente con esas atmósferas donde esos gritos de almas en pena en la lejanía te dejarán con un nudo en la garganta. Y así, sin más, como si nunca hubiera pasado nada, culmina uno de los discos más increíbles que te vayas a echar en la cara nunca jamás.

Apocalíptico, y ni siquiera una definición como ésa puede englobar completamente lo que nos encontramos ante nuestros oídos. Desde ya, quiero agradecer a esa persona que me ha descubierto esta maravilla de este año, sea quien sea, y que esta entrada va dedicada expresamente a esa persona, que da alegrías desde las sombras. Y con esto, sólo queda decir: disfrutad de lo presente.



Puntuación: 1.000.000/10

2 comentarios: