miércoles, mayo 18, 2011

Gallhammer - The End (2011)

Continúa el regreso de algunas bandas por estos lares, las cuales esperan no verse tragadas por el pozo del olvido bajo ningún concepto, y que con ello los lleva a salir a la superficie una vez más para sacar a la luz una nueva obra con la que seguir manteniéndose en el presente. Esta vez es el caso de Gallhammer, quienes ya habían tenido sus pinitos por estos lares. Deudores y seguidores de bandas como Darkthrone, Amebix o Celtic Frost, esta curiosa banda proveniente de Japón y formada exclusivamente por chicas ha regresado con la intención de realizar un cambio que en cierto modo ha resultado algo arriesgado, y todo ello se debe a la marcha de una de sus almas, Mika Penetrator, guitarrista de la banda.

La marcha de ésta, convirtiendo Gallhammer en un dúo, se nota y mucho en este nuevo trabajo, The End, demostrando el peso que tenía Mika en la banda. Todo esto ha propiciado en un cambio en este álbum bastante notorio, el cual se centra mucho más en las composiciones del Black y el Doom Metal y deja el Crust a un segundo plano (incluso diría que en un tercero). Con temas como el homónimo The End de ritmos y notas muy pausadas, y apoyadas mayormente en el bajo (como era de esperar) acompañado de la batería, la calidad en la composición se reduce de manera considerable, aunque tampoco se puede achacar algunos puntos interesantes de la banda que se recalcan en este disco. Uno de ellos es la mayor presencia de la peculiar voz que en anteriores ediciones presentaba la banda, esa "voz animada" que en esta ocasión acompaña a dúo las voces más podridas y ennegrecidas de la banda. Aberration y Entropy G35 son un claro ejemplo de ello, en donde, por otra parte, se muestra en el último tema citado una mayor predominancia del Crust junto con otros como Rubbish CG202. Otra de las peculiaridades que presenta The End son precisamente sus dos últimos temas, Wander y 108=7/T-NA, donde desarrollan una mayor faceta propia de los últimos Celtic Frost antes de su muerte, en donde las excesivas notas lentas repetidas se van propagando como pulsaciones, y que desprenden una faceta fúnebre clara a cargo de los instrumentos. Aún con todo esto, se nota un descenso de la calidad frente a sus anteriores trabajos, y esto es debido a lo ya mencionado: su reducción en la formación ha llevado que las ideas se hayan reducido también con ello, y esto ha hecho que The End, sin dejar de mostrarnos a unos Gallhammer sombríos como siempre han sido, sufra un lavado de cara que le ha hecho estar por debajo de sus anteriores obras.

Una pequeña decepción que se ha ido intensificando a medida que transcurre The End en mi reproductor. Aún con todo, no deja de ser un buen disco que para los más puristas saciarán sus ansias con algo nuevo dentro de lo viejo. Espero equivocarme con todo pronóstico.



Puntuación: 6'25/10

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