jueves, junio 30, 2011

Giles Corey - Giles Corey (2011)

¿Qué pasa cuando la música se convierte en algo más que en "meras estructuras de ritmos, armónicos y compases"? Que se convierte en arte, simple y llanamente. Más allá de querer hacer un buen tema, hay algunos que buscan hablar sobre un hecho, algo que les inquieta, a través de la música. Normalmente a estos trabajos se les suele denominar "discos conceptuales", tratando sobre un tema en concreto, generalmente histórico, o incluso meras anécdotas propias y curiosas.

Y si bien ése no sea el sentido de este disco, sí que tiene una "continuación" que hace que todo el disco en su conjunto tenga mucho más significado que si se tratara por partes como si de una operación se tratara. Quizás a algunos no les suene el nombre de Dan Barrett. Bien, es nada menos que una de las mentes que hay detrás de un proyecto extraño y oscuro a la misma vez, y que incluso su propio nombre transmite cierto misterio: Have A Nice Life (del cual habrá que hablar larga y tediosamente de él en un futuro). En 2009, Dan empezaría a comenzar otro proyecto por su total y propia cuenta, que respondería al nombre de Giles Corey, recogiéndolo del nombre de uno de los granjeros acusados de brujería durante la colonización de Estados Unidos en los juicios de brujería de Salem. Para entonces, nos ofrecía un adelanto en forma de demo que no se convertiría en un disco completo en sí hasta la llegada del 2011.

Pues bien, he aquí su disco debut, el cual presenta una atmósfera muy similar a la de Have A Nice Life, lenta y apaciguada, gris y triste pero melodiosa a la misma vez a través de los elementos del Shoegaze y folclóricos, adentrados en una penumbra de completa densidad que te irá atrayendo hasta envolverte completamente en su niebla fantasmagórica. Así pues, escuchar temas como Empty Churces o Grave Filled With Books son un indicio de la perturbada mente de Dan Barrett, y que te irá sumergiendo en sus profundas aguas sin posibilidad de escape. Un sonido esotérico, como si múltiples almas pasaran a tu alrededor, expectante ante lo que se está aconteciendo, es básicamente lo que encierra Giles Corey en lo más profundo de su corazón. Pero, aún con todo, la cantidad de sensaciones que puede desprender esta obra es tal que necesitarás un tiempo para asimilar todo lo que va desprendiendo éste, como si de un dulce vaho exhalado por la propia muerte se tratara. Desde la locura en los últimos minutos de The Haunting Presence, hasta la pura alegría y jovialidad en un puro arranque de Folk en No One Is Ever Going To Want Me. Por no hablar de ese pequeño diamante en bruto que significa I'm Going To Do It, una mirada hacia atrás mientras viajas lentamente en ese tren que te llevará a ninguna parte.

Una dulzura para los oídos, que te enamorará en el momento óptimo en el que estés para afrontar la revolución musical que encierra Giles Corey. Es pronto para hablar de ser posiblemente uno de los mejores discos de este año, pero como dicen por ahí, el tiempo dirá.



Puntuación: 10/10

miércoles, junio 29, 2011

Beastwars - Beastwars (2011)

Es hora de ir precisando de un sonido mucho más animado para un día de verano como éste. Normalmente la música suele acompañar a las estaciones del año, y mientras que para una época como el otoño viene de perlas algo calmado y gris, para una etapa como la del verano no hay nada mejor que una buena dosis de marcha cañera. ¿Y cuál es la música que mejor define a esta época calurosa y llena de energía al mismo tiempo? Exacto, has acertado: el Stoner.

Y viniendo a ser recordado por el foro de Doom & Stoner Community después de encontrarme este pequeño ser en el inframundo de Internet, hoy es un buen momento para hablar de algo fuera de todo lo típico, pues éste es el disco debut de una banda de Nueva Zelanda que, sin inventar nada nuevo, vienen dispuestos a hacernos sudar la gota gorda con su aplastante sonido capaz de derribar muros. Beastwars es una banda de Stoner ultravitaminado por la pesadez y la musculatura del Metal. Para ser más exactos, el Doom ofrece esos decibelios necesarios para derribar muros como si de papel se tratara. Su debut homónimo es una buena muestra de ello, y con un artwork acojonante a cargo del ilustrador Nick Keller (si queréis ver las maravillas de las que es capaz este hombre, entrad aquí).

En un disco breve pero conciso, Beastwars vienen a demostrar que, si hay una cosa que se le da muy bien a Nueva Zelanda, es el Stoner. Y así lo demuestran con su debut, en donde su Stoner alimentado a base de barritas de proteínas consigue una potencia suficiente para romper moldes. Así lo dejan claro desde el principio con Damn The Sky, donde pasarán encima tuya como una locomotora, solo que montados en gigantescos Monster Cars que te aplastarán como a una cucaracha, todo ello bajo una poderosa voz propia de alguien que lleva toda su vida fumando Krüger, y que a veces dará la sensación de, junto con algunos riffs, estar escuchando a Crowbar, pues bien se podría decir que la voz de Matt Hyde se acerca peligrosamente como un coche de carreras a la de Kirk. Esto queda bastante claro en temas como Call Out The Dead o Red God, que junto con esos ritmos de cautivador sonido desértico levantarán la mañana mucho antes de lo previsto.

Pero no sólo de temas rápidos y bravos vive Beastwars, pues también saben balancearse en temas mucho más lentos y rockeros, como en Mihi (juro que se te pondrán los huevos por pendientes al escuchar el final de este tema) o Iron Wolf, dando cierta sustancia y variedad al disco entre tanto riff caluroso.

Un trabajo digno de sus tierras y del género, dispuesto a hacer de estos días sudorosos más amenos. Hora de ir cogiendo tu coche y surcar los desiertos a todo trapo, chicos.



Puntuación: 8/10

martes, junio 28, 2011

Heretoir - Heretoir (2011)

Últimamente da la sensación de que todo está muy callado, como si algo estuviera en silencio, como si todo fuese lo mismo. La rutina es algo bastante mala incluso durante los días de veraneo, y eso hace que uno no sepa qué hacer en precisos instantes. Es el riesgo que tiene el día a día, deseamos hacer siempre algo distinto, pues estar todos los días realizando la misma cosa puede incluso llegar a aburrir.

Algo así se podría decir con la música: cuando alguien empieza a hacer algo distinto de los demás, irremediablemente te encontrarás a varias personas imitando el mismo sonido, intentando liberarse de esa rutina musical para buscar algo nuevo. Algo así se podría decir de todo lo que ha conllevado a los numerosos proyectos en los que Neige ha estado embarcado. Siendo Alcest el mástil que sustenta al resto de la embarcación, más otras bandas que de alguna u otra forma han tenido que ver en el paso del Black Metal hacia una vertiente más calmada y melodiosa sin tener que resultar puramente atmosférica, es inevitable que surjan otras personas deseando alzar este sonido con el fin de querer hacer algo nuevo y quién sabe, marcar un momento, una etapa en la historia del Metal. Y parece que se está consiguiendo, para bien o para mal, pues ya varios grupos han empezado a posicionarse para tomar el relevo cuando aquellos quienes sacaron algo nuevo dentro de todo lo existente, desaparezcan.

Uno de esos proyectos que han ido surgiendo de entre todos es Heretoir. Surgido en Alemania en 2006 bajo la total figura de Eklatanz junto con la ayuda de Nathanael (miembro de bandas como Thränenkind o Agrypnie, este proyecto busca ser uno de los primeros hijos del Black Metal facturado hoy en día junto con otros elementos como el Shoegaze o el meramente Rock. Tras algunos trabajos, finalmente ha lanzado su debut homónimo, allá por Febrero, con un artwork realizado por Fursy Teyssier (Les Discrets).

Y básicamente Heretoir es todo lo que hace Neige en sus proyectos, sobre todo con Alcest, pero con una mayor variedad en sus temas, se podría decir, saltando entre temas con mucho regusto Black como en Fatigue u otros puramente instrumentales de un Shoegaze e incluso Post-Rock relajado como puede apreciarse en Retreat To Hibernate. El mayor contrapunto que presenta es, obviamente, su falta de originalidad, pero si hace años atrás salían bandas de Death Metal a cascoporro y muchas de ellas son consideradas joyas del género, ¿por qué no iba a ser lo mismo con éste? El tiempo dirá, pero aún con todo presenta algunos elementos bastante interesantes que despiertan el interés de los más adormilados. Entre ellos los peculiares ritmos que presenta la batería en más de una ocasión, sobre todo al bombo, cosa que se puede apreciar en temas como en el tema homónimo. No es que tampoco vaya uno a encontrarse a Flo Mounier a la batería, pero sí hay ciertos ritmos en ésta que llaman un poco la atención.

No es un disco que destaque enormemente en algún aspecto, pero sí es cierto que respeta al completo todos los elementos de esta variante del Black Metal que está surgiendo últimamente. Al fin y al cabo, siempre digo que si uno no es original, al menos no llegues a convertirte en algo como lo nuevo de Morbid Angel (ejem...).



Puntuación: 7'75/10

lunes, junio 27, 2011

Sun Devoured Earth - The Sunshine Always Fades (2011)

Los días pasan, dejando atrás todo un mar de recuerdos, de hechos y de palabras que quedarán encerrados en el pasado como cuando dejamos las cosas más viejas en el trastero de nuestra casa. Y esto nos hace pensar en lo que hay delante. Tristemente todo llega a su fin, nada es infinito, y todos lo sabemos, aunque muchos no quieran reconocerlo. Como en la vía muerta de un tren, el fin es lo que nos espera, y es posible que por razones como ésta que nos invaden la mente espontáneamente, echamos una mirada hacia atrás y todo aquello que dejamos en nuestro camino nos hace emanar una gota de nostalgia de nuestros ojos, algo a lo que llamamos comúnmente "lágrima".

Sí, bueno, "qué emo se nos ha vuelto este hombre" y todas esas cosas, pero es inevitable pensar en ello cuando escuchas algo como lo que hoy vengo a comentaros. Bajo este manto de tristeza y soledad, se esconde una figura cuyo nombre es atribuido al de Vadim Vasilyev, y que en menos de dos años se ha labrado una discografía que ríete tú de Senmuth o Nadja (bueno... no, es imposible superar a esta gente con tanto lanzamiento). De un país que jamás te esperarías noticias de él como Letonia, este proyecto es el fiel reflejo de una silueta apartada de toda civilización, y con ello, de todo deseo hacia la vida que pueda ofrecer ésta.

The Sunshine Always Fades es uno de los numerosos trabajos que este llanero solitario ha ido lanzando a lo largo de este año, y que muestra el lado más depresivo del ser humano, mediante unas atmósferas ambientales cargadas a través del uso de elementos del Shoegaze y el Post-Rock, creando un ambiente deforme y nebuloso, como si te adentraras en una dimensión que lleva a la nada. Algunos consideran a Sun Devoured Earth como una banda de Black Metal. Puede ser que algún otro disco sea así (no he catado ningún trabajo más aparte de éste), pero desde luego que The Sunshine Always Fades no presenta los ingredientes esenciales como para poder clasificarlo de Black Metal, aunque sí pueda ser una influencia para obtener ese sonido tan oscuro y cargado que presenta el disco, donde algunos gritos palidecidos en la lejanía se pueden escuchar en algún tema como puede ser Melancholy. Y aún cuando puede dar la sensación de que los primeros temas tenga un cierto regusto a la etapa más atmosférica de Burzum, con algún disparo de adrenalina como en A Song About Hate (magnífica pieza musical, dicho sea de paso), todo queda en meras anécdotas que desaparecen al instante cuando el disco transcurre, pues aquí todo recae en los elementos más depresivos del Rock en todas sus facetas vistas y por ver. Temas como Insomnia, Everything Always Ends Badly o Tides refuerzan la teoría en la que se supedita un servidor, donde las melodías más tenebrosas y grises a la misma vez se ven influenciadas por los elementos de los géneros ya citados.

El último aliento antes de morir es posiblemente el que mayor se siente en toda la vida, pero no temas, no debes tener miedo en cuando ésta llegue. Es más, debería ser al revés, la muerte debería temerte a ti al ver que te enfrentas a ella.

Puntuación: 8'25/10

domingo, junio 26, 2011

Loss - Despond (2011)

Hay días en los que uno cambia radicalmente de estado de ánimo: unos días deseas comerte el mundo entero, y otros simplemente quieres tumbarte en tu habitación y dejar que el tiempo pase. Y a todo ello siempre, siempre la música acompaña a dichos estados de ánimo. Y como un domingo no anima mucho a la cosa precisamente, hoy no queda otra que dejarse vencer por la monotonía.

Así pues, es el momento idóneo para escuchar algo como lo que hoy acontece. Mucho había uno oído hablar sobre este trabajo, pero no ha sido hasta ahora que he decidido darle la oportunidad que se merece. Y ya que, como he dicho, es el momento ideal, qué menos que adentrarse en los pasajes que ofrece este trabajo, oscuro y cargante, obligándote a enterrarte en su atmósfera hasta que todo este fenómeno acabe. Loss es una banda afincada en los terrenos frondosos de Nashville, en Estados Unidos, y que a pesar de su trayectoria (sus miembros formaron alianza para crear este ser en 2004), no ha sido hasta este año que lanzaran un trabajo en sí, después de demos y algunos splits con bandas como Necros Christos o Worship. Bajo el sello de Profound Lore (quién lo diría...), se embarcan en el lanzamiento de su disco Despond, que presenta un Funeral Doom Metal poco habitual, pues a diferencia de sus raíces en el que este estilo sonaba crudo y oscuro como la propia muerte arrastrándose hacia tus dominios, Loss se empapa en las melodías que podrían presentar las bandas más melódicas del Doom/Death.

Así pues, algunos temas como Open Veins To A Curtain Closed respetan los cánones típicos del Funeral Doom, pero se ven bañados en pequeñas capas melódicas que no desentonan para nada con el esquema del estilo que profetizan, y mientras la voz cavernosa se conjuga en los pasajes abrasadores de la banda, estos armónicos se van manifestando poco a poco. La trayectoria del disco es similar en casi todo su camino, e intercalados por interludios "made in Funeral Doom" (entendiéndose como interludios de más de 2 minutos), van mostrando algún que otro toque bastante tétrico (algo que se nota claramente en el último tema The Irreparable Act).

Pero a pesar de todo esto, Loss es capaz de mostrar alguna que otra sorpresa, y eso es lo que nos mostrará en Silent And Completely Overcome, que sin esperarlo en ningún momento nos encontraremos ante una fusión entre Warning y Ataraxie, comenzando con unos esquemas muy propios de la banda inglesa, con unas voces limpias y melodiosas que uno jamás se podría haber esperado en un disco como éste, y que se va diluyendo para dar paso a unos guturales de ultratumba y pequeños susurros propios de demonios del más allá mientras ejecutan algún blast-beat al más puro estilo Ataraxie o Disembowelment.

Un excelente trabajo que no pasará inadvertido para muchos, y al que hay que tomarle mucha calma y tranquilidad para poder absorber completamente todos los detalles que precisan Despond. Lo ideal para una tarde de domingo como ésta, vaya.



Puntuación: 9'5/10

sábado, junio 25, 2011

Oathbreaker - Mælstrøm (2011)

Por fin vuelvo a recuperar las energías después de una noche de San Juan que salió bastante mejor de lo que en un principio me esperaba. De esto hace ya un día. Una tradición que se ha ido llevando durante años, y que abre la llegada del solsticio del verano, la cual desde mi punto de vista se ha ido degradando cada año más. Hermosa a la par de caótica, y ya que menciono la palabra "caótico", es una buena manera de introducir y definir lo que hoy viene a continuación.

Oathbreaker es una banda formada en Bélgica en 2008, y aunque no lo parezca, este país es muy conocido por su gran escena del Hardcore y todo lo que derive de éste. De hecho, y para más inri, la banda cuenta nada menos que con Lennart Bossu, guitarrista de los aclamados en el mundo del Sludge Amenra. Así pues, y lejos de todo ello, Oathbreaker comienza sus andaduras con su EP homónimo en donde profesan un Hardcore completamente caótico, alocado, destructor, muy propio del de bandas como Converge (de hecho, han llegado a telonearlos en algún que otro concierto), y que cuenta entre otras cosas con vocalista femenina al frente, cuyo nombre responde al de Caro.

Tras algunos años en silencio, finalmente la banda lanza su disco debut, en donde parten tu cara en dos con su rimbombante música que amenaza con obstruir todas tus arterias, colapsando tu cerebro y haciéndose con el control supremo de tus sentidos para lanzarte directamente contra todo lo que haya delante. Mælstrøm se conjuga en 9 temas, los cuales cada uno impactan contra tu subconsciente para entrar como locos en tu memoria y no borrarse nunca jamás de tu mente, y que van desde descargas de adrenalina pura y dura como Hierophant o Black Sun, a completas bajadas de ritmo como en la apocalíptica Glimpse Of The Sun, o un completo cambio radical con un tema homónimo puramente acústico y donde Caro demuestra que no sólo sabe perder la cabeza completamente, sino también mostrar un lado relajado, melodioso y armonioso con una voz dulce y cálida. Y precisamente esos ataques de pura histeria son los que demuestran enormemente todo el potencial de esta chica, siendo el orgullo de los más esquizofrénicos de este tipo de Hardcore. Seguramente Jacob Bannon le daría el sello de aprobado.

Una auténtica salvajada que aplastará tu cabeza como si de un troglodita con una roca en sus manos se tratara, y que no dejará indiferente a nadie. Estoy seguro de que más de un compañero belga se mostrará feliz ante un grupo como éste, palabra de santo.



Puntuación: 8'75/10

jueves, junio 23, 2011

Coprófago - Unorthodox Creative Criteria (2005)

Hay veces en las que a uno le entra una pequeña nostalgia que le hace recordar irremediablemente en discos del pasado y a los que acude ipso-facto a ellos. Eso es lo que me ha pasado hoy, pues mientras se comentaba en un post del foro de la Rockzone sobre grupos de Math Metal, he recordado con gran alegría a Coprófago, una de esas bandas de la que muchos otros deberían tomar ejemplo sobre cómo crear una música colosal y personal aún dentro de un estilo que se ha ido conformando poro a poco en el transcurso de los últimos años.

¿Y qué es lo que tiene Coprófago que los hace tan especiales? En primer lugar, obviamente, su sonido: recogiendo la esencia de los mejores Meshuggah, facturan un Metal enrevesado y complejo que bebe mucho del Death Metal técnico, pero aportando ese sonido tan característico de los suecos, en lo que muchos definen como "Math Metal" (etiqueta que para algunos puede resultar absurda, pues toda la música en sí puede ser pura matemática, pero vaya, en algún sitio habrá que meterlos). Sin embargo, y lo que los hace únicos, es su manera de introducir elementos progresivos y puramente extraídos del Jazz para darle un viraje completo a su música de manera que obtienen una personalidad innata. ¿Lo que puede chocar más aún todavía? Su procedencia: Coprófago surge en las inmediaciones de Santiago de Chile.

Esto demuestra así entonces que da igual del lugar de donde procedas o el tipo de persona que seas, lo importante es lo que hagas. Y lejos de querer ser total reflejo del nombre de la banda, Coprófago apuesta por todo lo abstracto, lo extraño y difícil de comprender para el ser humano, básicamente como es su música. Unorthodox Creative Criteria es el último trabajo hasta la fecha que han lanzado en 2005, y que recoge todo lo que puedes encontrar en la banda: encierra técnica, progresismo, rabia y calidad por todos lados. Comenzando con ramalazos puramente Meshuggah, y cuyo registro de las voces es completamente similar al de Jens Kidman, en temas como Crippled Tracker o The Inborn Mechanics de compases muy similares a los suecos, pero con un ritmo mucho más marcado (pero que mucho), esto es solo la punta del iceberg de lo que podemos ver en Unorthodox Creative Criteria, y que mientras descendemos hacia las profundidades del disco como si viajáramos al centro de la Tierra, se podrá ir presenciando cómo se desarrolla el disco cada vez más y más.

Y mientras los elementos del Jazz y del progresivo se van intensificando mientras se desarrolla Unorthodox Creative Criteria, iremos viendo una complejidad pasmosa que recae sobre todo a la batería con Marcelo Ruiz y una técnica pasmosa pero que no serviría de nada sin la presencia del resto de instrumentos, en especial el bajo, que adquiere todo el peso del Jazz y de la técnica desprendida de manera vigorosa. Entrando en temas de pura técnica aplastante como Isolated Through Multiplicity, en donde se muestra el mayor ejemplo de lo que pueden llegar a hacer estos chicos, y terminando con dos pedazos de obra maestra como son Motion o Wavelength, en donde el Jazz se hace dueño supremo de todo el transcurso de ambos temas, el primero mucho más ambiental y de puro progresivo, y el segundo con algún que otro arranque violento, hacen de estos dos el broche de oro perfecto para cerrar un disco tan colosal como éste.

No hay lugar para la duda: Coprófago deja claro su implacable capacidad para facturar una obra de tal calibre como la de este trabajo, y que nos obligará a acudir a él como si de una misa los domingos se tratara. Y una vez más, demostrando que en cualquier país, por pequeño o inesperado que sea, puede salir cualquier joya grandiosa.



Puntuación: 9'75/10

miércoles, junio 22, 2011

Hexvessel - Dawnbearer (2011)

Lo sé, hay veces que nadie se espera un cambio tan radical como éste en un rincón de Internet como éste, pero lo cierto es que no está de más publicar algo que se salga un poco fuera del contexto típico del blog para agilizar tanto sonido potente, y así de paso invitar a los pocos habituales en sonidos como los que vienen a continuación adentrarse en ellos. De todos modos, en cierto modo se podría decir que no nos salimos mucho del plato, pues tras este proyecto uno jamás se esperaría que fuera perpetrado por alguien como nada menos que Kvohst, o el que fuera vocalista de la banda de Black Metal inglesa Code hasta hace poco, que ha decidido abandonarla.

Tras trasladarse en 2009 a Finlandia, Kvohst decide empezar a crear un proyecto que se desvirtuara completamente de toda la trama que había estado llevando a cabo con Code con un grupo que se basara prácticamente en el Neofolk que abarca a grupos como Rome o Spiritual Front. Codeándose con miembros de bandas como los mira tú por donde ayer mismo comentados aquí Dark Buddha Rising, Kvohst empieza a profanar en las entrañas del Folk, pero con un rollo ocultista y profundizando en temas paganos que confieren a Hexvessel de un halo esotérico, algo así como con The Devil's Blood pero en versión folkie.

Lanzando su disco bajo el sello de Svart Records, Hexvessel te hará pasar por diversos pasajes melancólicos, relajantes, calmados, suficiente para apoyar tu cabeza sobre el respaldo de tu sofá y adentrarte en la pura naturaleza a través del oído. Vale, reconozco que no estoy muy puesto en todo el rollo del Neofolk, pero no creo que se necesite ser el ojo que todo lo ve para percatarse de que estamos ante una obra que desborda calidad por los cuatro costados, y que a medida que avanza y se deja escuchar con más profundidad, te irá sumergiendo poco a poco en su esencia, en su aura, mediante unos temas que irán convirtiéndose en hábito diario de tu vida. Desde temas de completo espiritualismo como Radiant Transcendent que te hará sentirte abrazado a la propia naturaleza, a otros con un sonido muy añejo y que te teletransportará al pasado hacia aquella música que disfrutaban nuestros parientes como Heart Of The Mind World, Invocation Summoning o Wayward Confessor, con una multitud de instrumentos que adornan y embellecen la música de Dawnbearer, dándole ese toque bello pero a la vez extraño, confiriéndole un cierto manto psicodélico sin tampoco verse en algo exagerado, y con la irreconocible voz de Kvohst (normal...), demostrando un portento talentoso con todo lo que se le eche encima.

Quizás no sea lo que uno se espere, o lo que uno desea, pero vaya, hay veces que nuestro cuerpo pide algo que libere su alma y se desprenda un poco de ella para purificarla, y Hexvessel es una buena propuesta a ello.



Puntuación: 8'75/10

martes, junio 21, 2011

Dark Buddha Rising - Abyssolute Transfinite (2011)

Hay veces en las que uno ha llegado a diferenciar a las bandas en dos ámbitos: los que crean música por el deseo de hacer algo que les llena, como un medio de entretenimiento, o porque tienen una idea que quieren transmitir o quieren enseñar algo mediante la música, y los que toman su música en torno a unas creencias que siguen. O resumido en otras palabras, los que se creen lo que hacen y los que no. Quizás el tomarse la música como una forma de vida o como mero ocio ya depende de cada uno, y de si le parece más razonable una cosa u otra, pero lo cierto es que normalmente disfruto más lo primero que lo segundo, pues lo sienten, aquellos músicos que predican una cosa en la que creen mediante su música lo sienten, y es posible que esto es lo que más me gusta, sobre todo porque trabajan mucho más duramente sus obras.

Ése quizás podría ser el caso de Dark Buddha Rising, banda proveniente de Finlandia y que lleva activa desde el 2007. Estos chicos basan su música en el pleno y absoluto ocultismo, y para transmitir ese aura, se adentran en los terrenos más lisérgicos del Doom Metal, empleando constantes capas de Drone, Sludge y psicodelia, dando así un toque ritualista a su música que ríete tú de Aluk Todolo (aunque no tengan nada que ver musicalmente, sólo en su aura esotérica minimalista). Abyssolute Transfinite es el último disco que han lanzado, y que deja bien claro que su música es todo un ritual escabroso. Y aunque bien podría a alguno recordar a YOB, Dark Buddha Rising va mucho más allá con su música, convirtiéndola en todo un manto de ácido corrosivo al que si no prestas cuidado puede hacerte daño. Comenzando con Ashtakra que se divide en dos partes bien diferenciadas, desde el primer instante ya van a tiro hecho con una brutalidad sonora que te hará volar por los aires. Mientras el bajo se va haciendo dueño y señor de la escena que vamos presenciando a través de todo el Drone ultra-saturado que presentan, la batería impasible ante todo lo que sucede, y las guitarras esperan acechando, atacan indistintamente mientras pequeños gritos agónicos se ocultan al fondo de toda esta sombra.

Continuando con la segunda parte del tema, la banda para completamente, tomando impulso con pequeñas notas tranquilas al fondo para prepararse y lanzarse de nuevo hacia la batalla con todo su arsenal, y donde las voces ya se van haciendo cada vez más claras y poniéndose al frente, todo ello mientras los riffs de puro Doom Metal gordo en las guitarras se van facturando poco a poco. Chonyidt 45 es posiblemente la bomba atómica del disco, donde presentan taaaaantos elementos en toda esta música del fin del mundo en sus casi 22 minutos de duración, que podría tomarme esta vida y quizás alguna que otra para poder describir todo lo aquí presente. Lo que sí está claro es que el concepto de "ocultismo" se define al 100% en este tema, pues toda la psicodelia, esos toques rituales del comienzo, y en definitiva, todo ese rito de la muerte propio de tribus indígenas son acentuados al límite en este tema, donde ni un solo minuto te dejará tranquilo en cualquiera momento. Y ya por último, Sol'Yata, donde el puro Drone ambiental se desata en este tema para dar esa atmósfera oscura y tenebrosa que caracteriza perfectamente a la banda, y que se rompe completamente en los últimos minutos cuando hacen acto de presencia las guitarras y la batería para encerrarte en su tortura eterna.

Toda una oda al ocultismo y a la buena música capaz de adentrarte en su mundo gris y negro y no dejarte escapar de él por los siglos de los siglos. Transmitir lo que tus palabras dicen a través de los armónicos es algo que muy pocas bandas llegan a hacer a día de hoy, y ciertamente, se agradece.



Puntuación: 10/10

lunes, junio 20, 2011

Young And In The Way - I Am Not What I Am (2011)

Hay ciertas bandas dentro de la música que permanecen en la sombra como si fueran fantasmas, observando cómo todo transcurre a su alrededor, conspirando contra el sistema desde la oscuridad con su música y su visión de la vida. Por otra parte, también existen algunas bandas que son como el contrapunto de la música, el alter-ego de su género, la oveja negra, el hijo bastardo, ese ser que no se acepta y es rechazado por presentar un aura maligna que amenaza contra la integridad de la humanidad, escondiéndose entre la neblina que lo abriga.

Más o menos ésa es la idea que me ha dado al escuchar a Young And In The Way y su debut I Am Not What I Am. Directamente desde Carolina del Norte, esta banda ha ido llamando la atención de aquellos quienes se sumergen en los pozos más profundos y las calles más recónditas de la música mediante su particular Hardcore, que se empapa en otros estilos como el Crust o el Black Metal, dando lugar a un Hardcore ejecutado por el mismo señor de la noche, envuelto en una manta y un halo de oscuridad que hará mantenerte en vilo durante toda la corta pero intensa travesía que supone su trabajo. Tal ha sido la repercusión que ha obtenido dentro de la música underground del Hardcore, que además de esto, también han lanzado un split con Torch Runner (lo cual tampoco es moco de pavo).

Con un magistral y a la vez fantasmagórico comienzo a manos de That Is Not Dead Which Can Eternal Lie en donde dará la sensación de verse rodeado por espíritus que irán atormentándote poco a poco y cada vez más hasta suprimir por completo toda tu cordura, la banda comienza acto a seguido a facturar uno por uno temas que van cumpliendo las reglas claras del Hardcore, pero entumecido en un baño de Crust en los instrumentos que le da un toque sucio y áspero a su música. A medida que I Am Not What I Am avanza, las influencias del Black Metal se van visualizando cada vez más claramente, en donde temas como With Strange Aeons Even Death May Die dejan claro la presencia de éste, y como si unos Darkthrone o unos Carpathian Forest hardcorizados se trataran, empezarán a adentrarse en los terrenos más pantanosos del Black Metal, algo que se muestra con todo lujo de detalles en el tema homónimo y que continúa con Love And Terror Laid The Stone, donde ambos géneros suman sus fuerzas para conseguir un tema lleno de mala hostia y nihilismo pero con la fuerza propia del Hardcore, finalizando con unas pequeñas sinfonías y extractos de audio que da el toque final al tema. Ya por último, y pasado algún tema más, cierra con Ascending The White Mountain, toda una oda al Black Metal donde los riffs caerán sobre ti como una avalancha, enterrándote vivo sin poder huir de ello.

Mientras lees esto ahora mismo, bandas como Young And In The Way planean minuciosamente cuál será su próximo movimiento, tomándose su música como una estrategia en la que las fichas son ellos mismos, y que deben estudiar al milímetro qué paso darán esta vez para obtener la victoria. Y de momento parece que van ganando.



Puntuación: 9'25/10

domingo, junio 19, 2011

Ascension - Consolamentum (2010)

Después de un fin de semana bastante memorable en donde ha habido de todo, hay que terminarlo de una manera más que gloriosa para cerrar una semana perfecta. Y para ello, lo haremos a través de la perfección, personificada en un trabajo cuidado al más mínimo detalle en todos los aspectos, ya sea por la magnífica portada que podéis presenciar justo arriba, ya sea por la presentación que nos ofrecen (gloriosa hay que decir), ya bien sea por su música en todo su concepto. A pesar de la cierta controversia que genera el hecho de si es un trabajo del año anterior o de este que nos acontece por el mero hecho de que la versión en vinilo saldría a finales de 2010 (Diciembre) y posteriormente la versión en CD en 2011 (un servidor considera que un trabajo es de cierto año desde el momento en que se publica oficialmente y se hace la primera tira, sea en el formato que sea), disfrutarás igualmente de esta joya en bruto que se nos presenta.

Ascension es una banda proveniente de Alemania, y que demuestra venir a por todo y con todo. Con un Black Metal oscuro y minimalista que se introduce por tus entrañas cual enfermedad que origina una pandemia a gran escala, estos oradores de la mismísima Muerte proclaman el buen hacer del género mediante un trabajo que deja en paños menores a la inmensa mayoría de bandas que van surgiendo como muertos vivientes de entre las piedras sin alma ni conciencia, arrasando con todo a su paso sin dejar rastro de vida en su ferviente camino hacia el Infierno.

Consolamentum es un trabajo que descarga furia y oscuridad a partes iguales, un fiel reflejo de los mejores Watain en todo su esplendor, porque si hay una cosa que puedes sacar en conclusión de estos jinetes del apocalipsis, es que cualquiera podría decir que es un nuevo disco de los suecos más endemoniados, pues las similitudes son muy claras y exactas. Pero aún con todo ello, Ascension demuestra papeletas suficientes para dar un golpe lo suficientemente fuerte como para hacerse notar, y de momento lo han conseguido, pues Consolamentum desprende calidad por todos los poros, en una obra que es como el devenir de la aniquilación total de la humanidad. Desde la fantasmagórica Open Hearts, hasta el desolador tema homónimo final con el que cierra el disco, encontraremos un Black Metal que bebe mucho del sonido de los ya mencionados Watain, pero además de ciertas bandas como Deathspell Omega en su sonido que parece perderse en el espacio eterno entre los sucesivos riffs del Juicio Final, y que se van expandiendo a medida que se van desarrollando temas como Grey Light Sibling o la colosal Rebellion Flesh.

Todo, absolutamente todo, está estudiado y calculado en cada milésima de segundo y de cualquier medida para hacer que la perfección cobre figura. Y esa figura responde al nombre de Consolamentum.



Puntuación: 10/10

viernes, junio 17, 2011

Valborg - Barbarian (2011)

Hace cosa de un año aproximadamente, hablé acerca de una banda procedente de Alemania bastante curiosa e inusual, practicando un estilo que embarcaba elementos del Death Metal y el Rock dentro del auge progresivo. Su nombre era Island, y estaba formada por miembros de la banda que hoy lidera la entrada de hoy. Lejos de querer tomarse un descanso, y habiendo lanzado trabajos en los años anteriores sin pararse a recuperar el aliento, Valborg vuelve con un nuevo retoño bajo el brazo, que ha visto la luz entre la oscuridad y el dolor. Su nombre: Barbarian.

Dejando claro que el plato preferido de estos chicos es el progresivo, Valborg desfila entre elementos como el Death y el Doom Metal, bañados en una elegancia y a la vez en un manto de odio que conjugan en todos y cada uno de los segundos que dura Barbarian. Tras una intro breve y que deja bien claro lo que nos vamos a encontrar, el disco arranca con Astral Kingdom, perfecta carta de presentación en donde sacan a relucir su arsenal e ir abriendo fuego contra nuestros sentidos con una amalgama de riffs pesados, marcados y sobre todo efectivos que inundarán tu conciencia, apoderándose completamente de tu subconsciente para acto seguido enterrarte vivo con su potencial oculto. Las voces, que viajan en varios tonos, registros y timbres, procuran que el disco sea rico y variado y no caiga en la monotonía. A partir de Battlefield Of Souls, empezamos a notar la primera influencia clara y evidente: el sonido que grabó a fuego lento Celtic Frost con su monumental Monotheist. Este aspecto se nota claramente, y se refuerza enormemente en Exterminator, donde los recitales de la banda acompañando los golpes destructivos de guitarra dejan patente la influencia de Thomas Gabriel y compañía en el sonido de Barbarian.

Continuando con el viaje, Amethystine Skies refuerza el lado Doom de la banda con un pal de tuercas y unos solos minimalistas, lentos y oprimidos cual alma condenada. Y con todo ello, la mejor manera que puede terminar el disco es con un tema que cambia completamente la travesía de Barbarian, y que se deposita en Samantha Alive (previo a otro tema), en donde desatan su poder progresivo y cambian completamente el rumbo para presentar un tema que bien podría ser material de los Dream Theater perfectamente.

Un lujo de trabajo, que tiene tras de sí a unos excelentes músicos desconocidos para gran parte de la humanidad por desgracia, pero que seguirán ofreciendo minutos grandiosos por mucho tiempo.



Puntuación: 9/10

jueves, junio 16, 2011

We Are The Damned - Holy Beast (2011)

Prácticamente el verano ya está aquí: las vacaciones, el liberarse del estrés, de preocupaciones y demás, la libre juerga... Todo eso por fin ya se puede disfrutar, y de alguna manera hay que celebrar el gozo y disfrute de estos días libres. Y para comenzar con buen pie con ello, hoy es hora de hablar sobre algo animado y cercano a nosotros: Portugal. Siempre ha sido un país bastante silencioso en su escena musical, aún a pesar de contar con clásicos como Moonspell, o festivales de gran peso como el cada vez más exitoso SWR Barroselas Fest.

Por supuesto también presenta su escena Hardcore en todos los aspectos, y para muestra de ello, aquí expongo en retrato lo nuevo de esta banda proveniente de dichas tierras, concretamente de Lisboa, y que ya atacaron nuestras líneas años atrás con su debut The Shape Of Hell To Come. We Are The Damned no son solo una banda de Hardcore al uso, también presentan cierto aspecto que los hace característicos de de toda la horda de bandas que azotan el género hoy en día.

Entre todos esos aspectos, se encuentra cierto toque e influencia del Crust en la pesadez y potencia de las guitarras, bajo y batería y en los riffs rápidos y carniceros cual Shiva armada con cuchillos, y a la vez arrastrados, todo ello con el toque Hardcore que destilan, pero un Hardcore metalizado, debido también a la presencia de cierto toque Death 'n' Roll, es decir, riffs rockeros realizados por la mismísima muerte, y que se puede notar en ciertos momentos como por ejemplo en Lucifer VIP (Chapter II), donde se nota claramente esos pequeños toques. Pero donde realmente depositan sus esfuerzos y esperanzas es en el Hardcore más musculoso, como bien se puede presenciar en temas del calibre de Devorador Dos Mortos, Christian Orgy o The Glorious Grisly, capaces de tumbar hasta al mismísimo Hulk de un simple gancho, todo ello bajo el liderazgo de la voz estridente y multi-variada de Ricardo Correia que envía al resto de miembros hacia una batalla e inminente muerte segura.

A pesar de todo ello, y siendo un disco que recoge bastantes elementos, da la sensación de que podría haber sido mucho mejor, o al menos eso es lo que un servidor se esperaba. Quizás su reducción de duración (algunos temas podrían estar fuera sin ningún problema) habría compensado la pesadez que puede llegar a resultar Holy Beast si no se coge debidamente, pues puede escaparse de las manos de uno y acabar resultando algo repetitivo.

Pero aún con todo, We Are The Damned es una buena propuesta para esas tardes en las que no sabes qué hacer exactamente y te ves presa de las fauces del aburrimiento, y un buen ejemplo de que en Portugal también prolifera su escena.



Puntuación: 7'5/10

miércoles, junio 15, 2011

Morne - Asylum (2011)

Aaaah... no hay nada como llegar a tu casa y administrarte una buena dosis de buena música, y más cuando es algo que a la primera escucha sabes que va a cautivarte. Y así es, así ha sido con nada menos que lo nuevo de una banda que ya me cautivó hace dos años con su disco debut. Se podría decir que Morne es el renacimiento de bandas como Grief o Disrupt a través de la esencia y el espíritu de Jeff Hayward, dos grupos colosos con este hombre al frente, uno del Sludge y otro del Crust, que tras la muerte de ambos, sus cadáveres putrefactos en descomposición hace que la carne de ambos se unan para reencarnarse en una banda que se alimenta del sonido de ambos estilos, y de algo más, al menos en este disco.

Con Untold Wait, Morne desarrollaba un híbrido entre el Crust melódico y armonioso, doloroso, recogido en elementos como violines y teclados, bebiendo así de la esencia del ahora conocido Neocrust; y el Sludge más atmosférico, más arraigado al Post-Metal por sus densos pasajes y melodiosos tránsitos que conllevan así hacia un destino trágico, un sonido que arrasa con todo cual cabeza nuclear detonada. Esto hizo que este nuevo proyecto de Jeff Hayward fuera despertando poco a poco la curiosidad de algunos, ganándose un respeto dentro de la escena underground. Y tal es así, que dicha banda a dado a luz a una nueva criatura, hermosa y a la vez tétrica, al que han bautizado con el nombre de Asylum.

Y así con todo, lo vuelven a lograr. Es más, podría decirse que eleva lo presenciado en Untold Wait hasta los mismísimos cielos para grabarlo a fuego lento en el firmamento en conjunto con las estrellas, pues lo que ya nos deparaba en aquel disco ha sido reforzado con algunos ajustes en Asylum, dando así forma a un disco glorioso y que no pasará desapercibido para cualquiera que lo escuche. Con un trabajo en el que se nota que bebe más del Post-Metal y de bandas como Fall Of Efrafa, Asylum juega con una nueva capa de texturas sonoras que amplían el repertorio que ya conjugaban hace un par de años atrás. Comenzando con el colosal tema que da nombre al disco, el cual va mostrando una evolución en donde encontraremos de todo en éste, y que va desde pasajes melódicos que alivian corazones a riffs pesados y rabiosos que suprimirán cualquier rayo de esperanza, en donde Jeff transmite un registro sonoro completamente acorde a lo que intentan transmitir en su música, con piezas de teclado que irán haciéndose patentes en tu cerebro hasta lobotomizarte completamente, y cuyo lenguaje se va traduciendo en temas como Edge Of The Sky o Nothing To Remain (este tema con un solo que arrancará tu corazón y lo lanzará por el abismo de la desolación). Por supuesto también hay cierta cabida para el Crust que ya profundizaban en su anterior obra, y que en pequeñas dosis se puede apreciar en temas como I Will See You o los últimos minutos de la ya mencionada Nothing To Remain, donde profesan una rabia contenida entre tanta melodía y densidad sonora que se mantendrá tensa cual cuerda. Y para rematar todo lo expuesto, cierran el disco con una magnífica pieza triste que responde a Volition y que se va apoyando en notas de teclado, violines y voces dulces de la muerte que te arrastrarán finalmente hacia una trampa en donde te atacarán golpes intensos de guitarra que darán caza a tu subconsciente adentrándose en tus impulsos nerviosos a través de los nervios auditivos para hospedarse en tu mente para siempre.

Poco a poco se va alzando como uno de los mejores trabajos que un servidor habrá presenciado este año. Ya era hora, porque pensaba que este top de lo mejor del año iba a ser inamovible.



Puntuación: 10/10

martes, junio 14, 2011

Gridlink - Orphan (2011)

¿Puede de alguna manera la locura volverse loca? Es un planteamiento bastante descabellado, irrisorio y, con toda la razón, estúpido. Pero después de haber escuchado lo nuevo de esta banda, os puedo asegurar que es algo posible, superando todo lo visto anteriormente. Gridlink es una de esas bandas que podrían denominarse como "anti-música", "destructores de la música" o, resumido para muchos, "puro ruido". Con miembros provenientes tanto de Estados Unidos como Japón, esta banda podría decirse que es la continuación de los ya extintos Discordance Axis, una de las bandas más destacadas dentro del mundo del Grindcore por su alocada y esquizofrénica manera de realizar en su momento este género, con una técnica y una velocidad que a veces rozaba lo absurdo.

Con miembros de esta anterior banda como Jon Chang, y otros como Bryan Fajardo (Kill The Client) o Teddy Patterson III (Burnt By The Sun), esta banda nace con el legado dejado por Discordance Axis, y que en 2008 dejarían bastante claro de hasta dónde pueden llegar con su máxima locura con Amber Gray, poco más de 11 minutos resumidos en 11 temas de pura droga sonora condensada en un Grindcore ultratécnico que jamás habrías esperado presenciar. Pues bien, Orphan continúa lo expuesto hace 3 años atrás con un nuevo ataque en el que el Grindcore más extremizado impacta a la velocidad de la luz contra tus sentidos con una fuerza que no te dejará apenas levantarte, pues una vez te encuentres en el suelo serás aplastado cual cucaracha. Hasta el punto de tener que marcar los temas con golpes de baqueta para poder diferenciar un tema de otro, esta orgía de riffs, trastes, ritmos que mutan continuamente a manos de la batería con un Bryan Fajardo que parece el mismísimo Cthulhu aporreando las cajas con sus tentáculos, y la voz de Jon Chang que irá entrando en tu mente como una paranoia obsesiva, como una perturbación mental que se va desarrollando poco a poco en tu interior con sus continuos gritos de puro loco demencial, y en donde no darán ni un minuto de respiro para asimilar todos y cada uno de los temas que conforman Orphan. Lo único que acabarás deseando es que termine semejante pesadilla, pero una pesadilla que, cual gato que muere por la curiosidad, te hará irremediablemente volver a darle al play para experimentar otra sacudida.

Más vale que te prepares con lo primero que tengas y te cubras bien todos los ángulos, pues Gridlink es una fuerza desconocida que golpea por todos lados sin ningún patrón a seguir. ¿Preparado para la experiencia?



Puntuación: 8'25/10

lunes, junio 13, 2011

Seven Sisters Of Sleep - Seven Sisters Of Sleep (2011)

Últimamente, y aunque no lo parezca, mi vena Hardcore está más hinchada que nunca. Es algo normal, uno tiene épocas en las que escucha más una cosa, escucha más otra... y estás continuamente dando vueltas en este peculiar y obsesivo círculo. Tal vez sea por el último concierto en el que he estado de Hardcore, que me ha dejado con el sabor de boca suficiente como para desear más y más, y para subsanar este hecho, hoy es hora de curtirse en pura misantropía sonora.

Para ello, y buscando en los rincones recónditos de la red, uno se encuentra con esta banda proveniente de Estados Unidos. En la más pura ola del Hardcore metalizado que lideran Integrity y compañía, Seven Sisters Of Sleep se suman a la bandera de lo que algunos consideran como Holy Terror, es decir, Hardcore pesado e influenciado por el Metal, con letras de temática oscura y poco ortodoxa. Con su disco homónimo debut, breve como un suspiro, la banda desenfunda su escopeta para descargar toda su munición sobre nosotros.

Y vaya que si lo hace, pues a toda esa destrucción pulverizante que detona rápidamente en los 8 temas que conforman este trabajo se suma un sonido mucho más crudo y cochambroso propio del Sludge. Incluso podemos apreciar algún pequeño riff rockero en alguna que otra ocasión (Passed Out Standing, Christmas Morning), pasando de tempos medios en Follow The Serpent a auténtica avanzada de caballería dispuesta a destrozar las defensas enemigas con Swamp, todo con ese toque tanto a las voces como en la batería propio del Hardcore más bestia jamás facturado.

Sencillez demoledora y efectiva, porque al fin y al cabo la destrucción es así: sencilla.



Puntuación: 8'75/10

domingo, junio 12, 2011

Deafheaven - Roads To Judah (2011)

En los últimos años, numerosas bandas de Black Metal surgidas principalmente de Estados Unidos han ido desarrollando una variación en el estilo inusual para éste, en donde elementos como el puro Ambient e influencias del Rock en cierta medida (llamémosle Post-Rock, llamémosle Rock atmosférico) han ido realizando simbiosis con este estilo de manera que ha generado una nueva visión de cómo hacer Black Metal. Con grupos como Wolves In The Throne Room al frente, he influenciados por otros como pueden ser Weakling, esta diversidad en el sonido más crudo del Metal ha ido adquiriendo el nombre de Cascadian Black Metal, etiqueta que parece venir atribuida por todas las bandas provenientes de la Cordillera de las Cascadas que abarca Washington, Oregón y California.

Poco a poco, bandas provenientes de la nada se van elevando y uniendo a esta nueva vertiente, entre las que se encuentra Deafheaven. Venidos de California, esta banda parece ser de las nuevas interesadas en este nuevo sonido del Black Metal, y con su debut Roads To Judah se suben al carro de éste, con un trabajo que puede ser el orgullo de los grupos que han ido consolidando esta variante. Con sólo 4 temas, Deafheaven sacan un disco más que interesante que promulga todos y cada uno de los detalles que definen lo que tenemos delante, y que va desde los riffs acelerados propios del Black Metal, hasta pequeños escarceos al Post-Rock en las partes más pausadas y melodiosas. Estos golpes brutales y completamente radicales de estallar toda la melancolía con un golpe de rabia Black pura es algo a lo que nos han tenido acostumbrados desde hace poco grupos como Altar Of Plagues, y estos jóvenes parecen haber aprendido muy bien de sus predecesores. Pero si hay algo de lo que más beben estos chicos es, obviamente, de Wolves In The Throne Room, y aunque bien es sabido que éstos tampoco es que hayan inventado la rueda, el claro recuerdo a los lobos es más que consabido. Comenzando con Violet con su evolución claramente influenciada por los anteriormente citados, y terminando con Tunnel Of Trees como cierre de esta etapa que supone Roads To Judah, Deafheaven, sin ser tampoco un novamás, defienden muy bien el sonido que poco a poco nos invaden desde tierras lejanas del Black Metal.

Tal vez aún queden años para que estas nuevas bandas se consoliden dentro de la historia del Metal y no sea una mera casualidad pasajera, pero lo cierto es que hasta ahora, han manifestado una evocación e ímpetu por sacar hacia delante esta nueva variante del Black que pocos grupos manifiestan hoy en día. Y Deafheaven no son la excepción.



Puntuación: 8'5/10