viernes, septiembre 30, 2011

La Dispute - Wildlife (2011)

No hay nada como el fin de semana, desde luego: llegas, tiras todas tus cosas en la cama/sofá/donde sea, y lo acompañas con tu cuerpo cayendo violentamente sobre el confortable colchón de turno, apagándose todos tus sentidos, relajándose todos tus músculos, despejando completamente la mente. Y entonces, enciendes tu reproductor y te pones algo que acompañe la situación, que te fulmine definitivamente con una bocanada de relajación absoluta.

Y la misión de hacerte olvidar de todas las preocupaciones le ha tocado a nada menos que a lo nuevo de La Dispute, una de esas bandas que a día de hoy podría considerarse todo un referente en el Screamo actual (el de verdad, no en el que muchos meten erróneamente a grupos de Post-Hardcore (erróneamente una vez más) con Metalcore, tecladitos y toques electrónicos) por su particular manera de hacer las cosas, pero más aún de verlas. Formados en las inmediaciones de Michigan en Estados Unidos, este grupo siempre se ha caracterizado por un Screamo que apuesta más por la emoción sonora que por la complejidad o toda técnica que se precie, de la cual no carecen a pesar de ello. Todo ello se forma mediante una fusión del mejor Screamo, el Post-Hardcore y animados (o entristecidos, según como le den) momentos rockeros, dando lugar a algo muy propio, casi espiritual, dentro de un marco en el que trazan un lienzo perfecto.

Su mayor victoria llegó con el lanzamiento de Somewhere At The Bottom Of The River Between Vega And Altair, en donde dejaron atónitos a muchos con un disco lleno de maestría, variedad y, ante todo, emoción, emoción por los cuatro costados, ganándose así el beneplácito de ser una de las mejores bandas del panorama que recorren actualmente. Por ello, no es de extrañar que la llegada de su nuevo disco Wildlife caldeara el ambiente, y más lo que se podía empezar a visualizar (y escuchar) por la red.

Pero aquí está, entre nosotros, dispuesto a adentrarnos una vez más en sus pasajes inmensos. Lo primero que hay que considerar es quizás hasta lo más obvio: uno no puede esperar que Wildlife esté a la altura de su predecesor, y mucho menos que lo supere, pues su antecesor está muy por encima de cualquier cosa. Podéis pensar que es injusto, y es posible que así sea, pero es lo cierto, Somewhere At The Bottom Of The River Between Vega And Altair es uno de esos discos que no se pueden repetir, va más allá de todo lo conocido, y por ello no se puede comparar con este trabajo porque sería como comparar a un maestro con su aprendiz. Aún con todo, La Dispute también lo sabe, y para ello nos ofrecen algo en una dirección diferente, pero sin cambiar de sentido. Más allá de los temas animados que presentaban en sus anteriores trabajos (incluido Vancouver), Wildlife se centra más en el aspecto emotivo, tratando en todo momento de hacernos transmitir algo profundo, y es por ello que se preocupan incluso más que anteriormente en los aspectos melódicos que en brindarnos unos momentos muy marchosos como podían ser en temas como Damaged Goods.

Así pues, temas como King Park dejan patente una vez más la capacidad de esta banda de arrancarnos un pedazo de corazón para dejarnos completamente vacíos, aunque hay que admitir que es un disco al que hay que ir pillándole el punto, no es algo que entre a la primera, y no creo que tampoco sea la intención de ellos, sino la de apreciarlo cual arte de museo que contemplamos detenidamente. Eso sí, temas que impacten a la primera los hay, y un buen ejemplo de ello es The Most Beautiful Bitter Fruit, con una emoción y a la misma vez una energía como pocas veces hemos apreciado en ellos.

Y una vez más, todo el peso recae en Jordan Dreyer, cuya manera de recitar los temas siempre ha sido el sello distintivo de la banda, y aquí no será menos, demostrando lo que puede llegar a transmitir su voz, ya sea en A Departure, Edward Benz, 27 Times o A Broken Jar.

Creo que hasta puntuarlo sería injusto, pues las sensaciones no es cosa de números, es cosa de lo que siente cada uno, pero aquí estamos, siendo contrarios hasta con uno mismo.



Puntuación: 7'75/10

miércoles, septiembre 28, 2011

Mastodon - The Hunter (2011)

Estaba cantado, era algo de esperar, tarde o temprano tendría que acabar hablando de lo nuevo de Mastodon. Mientras que todo el mundo estallaba con la filtración de The Hunter hará cosa de una semana o más, un servidor prefería dejar que la cosa se calmara para poder tener una posición propia sin verme influenciado por las críticas. Y es que éstas van desde lo mejor del año hasta la completa decepción, pasando por miles de calificativos apreciativos y despectivos que podáis imaginar.

Hablar de Mastodon es hablar de muchas cosas: en primer lugar, es hablar de uno de los grupos llamados hoy en día a ser uno de los herederos que seguirán manteniendo del Metal en todos los sentidos (no lo veo así). En segundo lugar, es hablar de una banda con una de las evoluciones más peculiares a la par de alabadas y vapuleadas por ambos lados: comenzando como un grupo de Sludge bastante sucio y fiero, poco a poco fueron tomándose una ducha de Rock progresivo que les fue quitando de encima toda esa mugre sonora que les caracterizaba, algo que empezó a notarse levemente en Leviathan y que ya se notaba bastante claro en Blood Mountain.

Poco a poco se fueron ganando el respeto del público, pero donde dieron el pistoletazo final para alzarse en lo más alto de la cima fue nada más y nada menos que con Crack The Skye, una obra en donde el progresivo destilaba por todas partes, y el cual se ganó a pulso el título a uno de los mejores discos del 2009 (un servidor así lo defiende), un disco con una producción apabullante pero que actúa como arma de doble filo cuando tienen que llevarlo a directo, pues parece que Mastodon nunca ha destacado por las voces en vivo.

Pero más allá de todo eso, he aquí a estos chicos volviendo con su nuevo disco, The Hunter. Y lejos de continuar la trayectoria de su aplastante predecesor, lo cierto es que casi se podría decir que es una "involución", en el sentido de que la banda parece que ha decidido volver hacia atrás en sus pasos con un trabajo que está más cerca del Blood Mountain que de su evolución lógica, un disco que recupera cierta potencia de sus comienzos, pero ahora bañada en las melodías y en los arreglos enrevesados que traía de por sí Crack The Skye, mucho más simple que éste.

Varios son los detalles peculiares que trae The Hunter: comenzando por su producción a cargo de Mike Elizondo (productor de 50 Cent, Avenged Sevenfold y Maroon 5), y con un art-work que han elaborado con la colaboración de AJ Fosik, diseñador de unas figuras la mar de curiosas, aunque no quita el hecho de que para un disco como el de Mastodon queda bastante... monótono. Pero más allá de ello, The Hunter supone en cierta medida una bajada de nivel con respecto al Crack The Skye. Quizás sea porque tras su anterior obra, uno esperaba algo a la altura, manteniendo unas expectativas muy altas, quizás sea porque, a fin de cuentas, Mastodon es un grupo difícil de asimilar en cada disco que lanzan, pero lo cierto es que uno no esperaba esta vuelta hacia atrás. Pero así ha sido, recogen la contundencia del Sludge para adornarla con los detalles que perfilaban en Crack The Skye y le añaden otros nuevos. Comenzando con Black Tongue como primer escalafón, ya comienzan a mostrar un defecto que se irá sucediendo en la mayoría de los temas y que uno temía que sucediera, pero así es: la parte vocal falla considerablemente a la hora de impactar, llegando incluso a empeorar respecto a su predecesor donde las melodías calzaban perfectamente con lo que podía uno escuchar, aunque hay ciertos temas en donde cumplen con lo acometido, como en Curl Of The Burl, con unos coros que en principio me ponían como una auténtica abominación, pero que al escucharlo tampoco es para tanto, llegando incluso a gustar, amén del increíble solazo que perfila casi al final de tema.

Y sí, lo cierto es que cuando uno escucha temas como Blasteroid o Stargasm piensa en Blood Mountain, ya sea por esa manera de mezclar composiciones progresivas complejas con el sonido pesado que profesaban tiempo atrás, o porque vuelven a hacer uso de las voces estridentes. Pero a pesar de ello, también puede uno escuchar resquicios propios del Crack The Skye, algo claramente notorio en el tema homónimo The Hunter o Thickening. Pero no sólo eso, también presentan algunos elementos nuevos, como ciertos toques psicodélicos que se puede apreciar en el ya mencionado Curl Of The Burl, o Creature Lives, un tema que jamás te esperarías de Mastodon, pero ahí está. En este aspecto los últimos temas ganan mucho más que todo lo anteriormente escuchado.

Lo sé, os estaréis preguntando: "¿Y Scott Kelly? No suele perderse ningún fregado de éstos". Tranquilos, pues en este disco también colabora esta máquina de no parar, para ser exactos en Spectrelight, quizás el único tema que teletransporta a Mastodon a los mejores momentos del Remission, una apisonadora en donde el ritmo no decrece ni un instante y las guitarras amenazan con aplastarte estrepitosamente.

En resumen: The Hunter no es un mal disco, pero tampoco es excelente. Se podría decir que es como una especie de resumen de lo mejor y lo peor de Mastodon a lo largo de todos estos años, y que queda plasmado en este trabajo que, una vez más, dividirá a los escuchadores de éste. De momento no sé en cuál de los dos bandos posicionarme.



Puntuación: 6'75/10

lunes, septiembre 26, 2011

Amebix - Sonic Mass (2011)

Imaginad lo siguiente: imaginad la típica película en la que un matrimonio es feliz hasta que el hombre de la casa muere por alguna circunstancia, ya ser por accidente, enfermedad, o asesinado. Sin embargo, es resucitado mediante alguna especie de magia negra o divinidad que le hace regresar a la vida... solo que en otro cuerpo. Sabes que es esa persona resucitada, a pesar de que la apariencia engaña.

Pues bien, se podría decir que ésa es la situación de Amebix. Que una leyenda que construyó junto con otras bandas un género como es el Crust y que años después desaparecería para, pasadas las décadas, vuelva con un lavado de cara (y diría que de cerebro también) y te lance un nuevo disco que nada tiene que ver con aquellos hombres de crestas infinitas y pintas arrastradas sólo puede suponer dos cosas: que han madurado algo más que en sus vidas, o que se han vuelto locos. De una forma u otra, y a pesar de todo, uno sabe que está ante Amebix igualmente. Lo sientes, como esa mujer que siente que es su marido en esa película infantil de similar trama.

¿Que por qué digo todo esto? Bueno, es fácil de explicarlo: Amebix se ha olvidado completamente de sus orígenes para cascarnos un disco de puro Post-Punk. Pero no un Post-Punk a la antigua, sino bastante metalizado y rudo, que chocará a nuevos y propios. Siendo sinceros, los ingleses siempre mostraron cierta devoción por el Post-Punk, no hay más que echar una escucha a sus clásicos, Drink And Be Merry sin ir más lejos tenía unos ramalazos muy propios de grupos como Joy Division, algo bastante lógico si tenemos en cuenta que no estaban muy alejados cronológicamente a éstos.

Sin embargo, lo de Sonic Mass va más allá de eso, mucho más allá. Comenzando con un tema como Days que ya de primeras es bastante relajado para lo que eran tiempo atrás Amebix, con un Rob Miller ya bien entrado en años muy calmado y que bien podría confirmar lo antes dicho por la banda, con una épica que se va desarrollando con suma delicadeza mientras el sonido de las batallas inundan el fondo. Pero oh, esto es sólo la punta del iceberg... no, esto es la trampa dentro de la trampa, porque incluso este tema es bastante diferente a lo que viene a continuación, y que es lo que verdaderamente dejará descolocados a todos: la cosa se vuelve seria, muy seria, todo se vuelve más oscuro, más potente, más temerario... y entonces entra la voz y lo primero que piensas es: "¿Killing Joke?" Porque sí, desde el momento en que oigas a Rob soltar la primera frase en The Messenger, se te va a erizar el pelo al darte cuenta que es casi Jaz Coleman en persona, aunque no es así. No sólo la voz, todo el tema en sí podría haberlo facturado los Killing Joke, con unas estructuras muy parecidas a las de ellos.

Claro, tampoco van a ser un copia y pega de todo lo que se ha hecho ya antes, y por supuesto echan su pequeño grano de arena propio para dar forma a unos temas completamente bestiales, oscuros y poderosos. Desde la increíble God Of The Grain hasta el tema homónimo dividido en dos partes, una en la vena de Days, y la otra estallando en un apocalipsis sonoro que no dejará nada de vida a su paso, por no hablar de Visitation, quizás el tema más tétrico de todos los que quedan atrapados como almas en pena en este disco. Diversidad ante todo.

¿Que ya no son los Amebix que revolucionaron a muchos perros viejos allá en los 80's? Sí, estás en lo cierto. ¿Que por ello este disco no vale la pena? Absolutamente sí que vale, Sonic Mass es toda una muestra de que un grupo puede regresar y aún con todo impresionar siempre y cuando lo haga bien. Ya los que se dividan entre amantes y odiadores es otra historia que conocemos de sobra.



Puntuación: 10/10

sábado, septiembre 24, 2011

Fresh Trash - La Jungla (2010)

Hoy me siento de muy buen humor. Mucho. ¿Por qué? Muy sencillo: hoy es el día en que llegan estos alocados a la isla para tocar en la Sala Adrenaline después de su concierto de ayer en Tenerife (el cual me imagino que habrá sido una locura, y espero que hoy también lo sea así). Fresh Trash es el significado de la locura, el desenfreno y la buena marcha en todos los sentidos, a través de un Hardcore Punk que es pura fiesta.

Directamente venidos de El Masnou (Barcelona) al igual que los Anal Hard, esta banda ciertamente amantes de grandes como Cro-Mags o Agnostic Front se formó en un principio bajo el nombre de Vicious Circle, editando bajo éste un 7'' titulado Kiss My Ass. Años después, cambiarían el nombre a los actuales Fresh Trash y lanzarían su debut La Jungla tras haber ganado la Beca de Nuevos Músicos. Con ello, lanzan el disco en 2010 y dejan claro y patente el por qué se han ganado dicho beneficio. Y es que su música es toda una oda a la marcha en todas sus facetas, pues el disco podría ser la opción ideal para amenizar las fiestas privadas en casas de colegas. Bajo 15 temas (más un bonus track), seremos testigos de cómo nuestro esqueleto se irá infectando de esta música tan pegadiza que profetizan estos barceloneses, hasta el punto de que no podrás parar. Temas que acabarás recitando en tu cabeza como un crío ilusionado como La Jungla de Neón, Fresh Trash o El Maresme Tropical, en donde la sencillez no se suelta en ningún momento de la mano de la calidad para acabar siendo todo un hit completo en el que ningún tema sobra, más bien faltan más temas para amenizar toda la noche completa. Ya bien sea por unos riffs pegadizos como pocos, un ritmo marchoso que no se despega de uno encima cual lapa acoplada o la voz que se ajusta perfectamente al sonido de la banda (aunque he de decir que siento una relación de amor-odio con ésta, pues es una de las voces más bohemias que me he echado en cara, parece que se haya levantado de la cama y haya grabado la sesión en un plis plas). Y por si no fuera poco, nos sorprenden cerrando con un tema lento, pero que resulta normal cuando ves directamente el título del tema: Weed & Paranoia. No puede significar otra cosa.

"Desmadre" es la palabra que mejor define a la banda, y eso es lo que uno espera esta noche con ellos, pues va a ser, como mínimo, gloriosa.

Puntuación: 9'5/10

viernes, septiembre 23, 2011

Eskeype - Legacy Of Truth (2010)

Una vez más, la entrada de hoy viene a manos de Domino Media Agency, que en esta ocasión vienen ofreciéndome el debut en larga duración de esta banda de Suiza (para variar). Uno en principio no esperaba mucha cosa, ya de primeras me daba la sensación de encontrarme ante un refrito del refrito del refrito del Deathcore, pero cuando la realidad supera a la ficción (que se crea uno en la cabeza), es cuando grupos como Eskeype te cierran el pico de una patada en la barbilla y demuestran que, pese a estar todo inventado, jamás se agotará la inspiración en la mente de uno.

Con una intro a modo de prólogo que ya va apuntando muchas maneras desde ya, la banda se presenta con este Legacy Of Truth que es todo un viaje por el espacio... hecho a la fuerza. Y es que Eskeype combina los mejores resquicios que han ofrecido el Death Metal, el progresivo y hasta el Deathcore para ofrecernos una obra adaptada a nuestros tiempos, pero aventajada respecto a otros, en donde nos lanzarán hacia el infinito del Cosmos en una cápsula a velocidad luz con suma violencia. Así sin más, nos introducen en grandiosas melodías que se combinan y entrelazan perfectamente con unos pasajes progresivos que, sin desarrollarse demasiado, calzan perfectamente con los grandiosos riffs que ejecutan como cyborgs programados para realizar sus funciones a los instrumentos con total precisión. Buen ejemplo de ello lo tenemos justo al principio con The Chronicle's Origin, dividido en dos partes, y en donde no falta nada: momentos de pura destrucción de cervicales, una cierta técnica que se ajusta cual engranaje al complejo sistema de la banda, y ambientes en donde batallas milenarias se libran a lo lejos.

Uno de los aspectos más llamativos en la banda, y pese a ser ya un instrumento casi típico en este tipo de sonidos progresivos, es la inclusión de un violín a manos del vocalista Nico (cuya voz por momentos recuerda a Kevin Sharp de Brutal Truth, será que me han metido algo en el desayuno esta mañana), el cual aporta más variación de la que ya ofrece la banda de por sí, como en A New Beginning, donde va de la mano del resto de los instrumentos en los riffs, y que puede pasar de la dulce melancolía a herir como espada de caballero, o en The Survivors, donde alcanza su cota máxima de grandiosidad.

Todo esto se produce bajo un sonido, evidentemente, también adaptado a nuestros tiempos: moderno, nítido, pero potente y destructivo cual bomba atómico, con unos riffs muy efectivos, como en Dreamtime For A Basic Instinct, Exposure Of A Nation (Scartezia) (con una cierta sinfonía de por medio) o Resurrection For The Ray Of Light, que puede recordar por momentos a Fleshgod Apocalypse pero en una versión Deathcore, dejando claro una cosa: no por ello todo son breakdowns sin sustancia alguna, aquí los pocos que te encontrarán están mimados cual bebé recién nacido.

Más allá de poder ser una obra a rememorar dentro de muchos años, Eskeype ha dejado claro con este Legacy Of Truth de que las apariencias engañan, y que los buenos trabajos no es algo exclusivo de los grandes.

Puntuación: 8'5/10

miércoles, septiembre 21, 2011

Alda - :Tahoma: (2011)

Después de la decepción que me he llevado al escuchar el debut de Old Silver Key, proyecto que reúne a Neige y los miembros de Drudkh y que queda todo en una suerte de Alcest sin carisma ni gracia alguna, uno pensaba que no iba a haber nada que me hiciera olvidar el sabor amargo de dicho disco... tonto de mí. Resulta que había olvidado que tenía algo pendiente por saborear, y que para mi sorpresa no sólo me ha devuelto la alegría, sino que me ha dejado incluso más contento que antes de llegar a mi humilde morada.

Así que me dispongo a escuchar lo nuevo de estos chicos proveniente de Tacoma (Washington, Estados Unidos)... ¡y sorpresa! el remedio a todos mis males. Alda se presenta tras una demo y un primer disco de larga duración de nombre homónimo dispuesto a conseguir lo que a mi pesar muchas bandas denominadas dentro del término "Cascadian Black Metal" no han conseguido hasta ahora, indiferentemente de su calidad o no: trasladarme a los frondosos bosques que sirven de total inspiración a estas bandas para su música. Alda lo consigue en su nuevo :Tahoma:, y vaya que si lo consigue, la sensación de verse protegido por las infinitas ramas de los árboles es tal que dudo mucho que este trabajo haya sido grabado en un estudio que no esté directamente ubicado en el interior de uno de los enormes pasajes que se ubican a las afueras de las grandes ciudades de la zona. ¿Cómo obtienen esa sensación? Pues a través de varios elementos como puede ser, especialmente, la introducción de elementos folclóricos y guitarras acústicas que dan un toque ritual magnífico, a la misma vez que recitan cánticos alrededor de una fogata encendida a la luz de la noche (y no lo digo sólo porque en la imagen lo podáis ver, que también). El comienzo de Tearing Of The Weave es un claro ejemplo maravilloso de ello en donde va dando paso a un colosal riff de puro Black a medida que éste avanza, pero la palma se la lleva especialmente Shadow Of The Mountain en ese aspecto, donde este hecho se confirma de principio a fin, y cuyos últimos minutos bien podrían ponernos ante un chamán recitando conjuros a La Luna en un baile espiritual. Otro aspecto considerable y que le otorga al disco un aire puro son las melodías que introducen, calzando perfectamente con la música de la banda, y que se puede entrever en temas como In The Wake Of A Iron Wind o Wandering Spirit. Por supuesto las paradas y cambios de revolución están a la orden del día en una banda como ésta, haciendo mayor hincapié en los arreglos tranquilos que en los riffs más blackers.

Así pues, Alda se presenta como una de las pocas bandas de esta escena que más se sienten identificadas con la naturaleza que les rodea, procurando trasladar este acercamiento a sus raíces y sus antepasados a su música en todo momento bajo la auspicia del Black Metal, y haciendo de esta variante del Black Metal atmosférico algo más simbólico.

Un disco que, en mi modesta opinión, supera a lo nuevo de Wolves In The Throne Room sin desmerecer a éste y al de otros trabajos nuevos de los grupos de esta vertiente que han salido este año, y un claro candidato a formar parte de los mejores discos de este año. Y si no, ya veremos.



Puntuación: 10/10

lunes, septiembre 19, 2011

Lost Sphere Project - Third Level To Internal Failure (2011)

Ya empieza a notarse la retirada del Verano y la inminente llegada del Otoño: los días se vuelven más grisáceos, las nubes entorpecen el saludo del Sol a la mañana, y así hasta la caída de la noche... Todo parece volver a ser como siempre. Y como ya no hay tiempo para la diversión y la alegría, es hora de regresar a la etapa de la furia y la auto-destrucción a base de pura demolición sonora.

Y parece que los de Domino Media Agency me han leído el pensamiento en esta ocasión, pues después de la anterior entrada de Voice Of Ruin, han quedado lo suficientemente satisfechos como para mostrarme lo que viene a continuación, y que posiblemente sea lo que uno anda buscando en esta ocasión: caos total. Porque eso es lo que son Lost Sphere Project, puro y auténtico caos en donde todo se viene abajo y no da tiempo siquiera a poder saber qué está sucediendo. Directamente venidos de Suiza al igual que Voice Of Ruin, y bajo el sello de Division Records que se ha encargado del trabajo de bandas como los por aquí mencionados Dirge, Kehlvin y demás, se presentan como un auténtico holocausto nuclear que amenaza con arrasar con todo a su paso bajo su propuesta.

Y la propuesta de Lost Sphere Project es la siguiente: coge a Converge, experimenta con ellos mutilándolos a base de puro Grindcore desenfrenado, y reemplaza las partes amputadas por extremidades robóticas creadas de la mano de Botch con un Mathcore completamente alocado. Tan sencillo y a la vez tan complejo como eso. Lost Sphere Project podría ser varias cosas a la vez: podría ser la versión más Grindcore de Five Star Prison Cell y a la vez la versión más coherente de Psyopus, podría ser la versión más cazurra de bandas como Knut, o directamente podría ser tu peor pesadilla. Sea como sea, han logrado facturar un disco tras su temerario Verse XXIV en donde han mejorado unos aspectos y han dejado atrás otros, pero que de una manera u otra mantiene un nivel de calidad más que notable.

Third Level To Internal Failure sería como una bala que rebota contra todos los lados de una habitación, impactándote desde todos los ángulos posibles sin tiempo a reaccionar. Masterizado por nada menos que James Plotkin, miembro de los extintos Khanate, en éste han reforzado mucho más su vena grindcoreta, dejando de lado sus escarceos con algunas pequeñas atmósferas sobrecogedoras que mostraban en su anterior Verse XXIV (como bien podía apreciarse en temas como Luvicide) para ofrecernos unos temas mucho más directos y mejor trabajados en riffs aplastantes, no sin dejar de lado la técnica con la que se visten en varios temas como Paradoxal Sights, Ice Mike o cualquier otra que se precie. Incluso presenta un remix bajo el título de Cetaceans Rippers, que hasta resulta ser pegadiza y potente. Una producción ideal, una voz que se mantiene en su línea de potencia y el resto de instrumentos que mantienen el nivel son los alicientes finales para un disco breve, pero intenso.

Auténtica monstruosidad que te aniquilará como un insecto en cuestión de segundos, y que pese a no ser nada que no se haya hecho ya, mantiene las papeletas suficientes para ser un trabajo a la altura. Y así, comienza mi día de furia.

Puntuación: 8/10

domingo, septiembre 18, 2011

Comatose Vigil - Fuimus, Non Sumus... (2011)

Hacía muchísimo tiempo que no actualizaba el blog con un disco de Funeral Doom. Hay que ser sinceros, no es un género para ponerse todos los días a todas horas, pero cuando uno decide regresar a éste, acabas sumergiéndote en una sucesión de experiencias explosivas y únicas a cámara lenta. Claro, también depende del grupo y de que consiga atraparte y adentrarte en su terreno, pero cuando se trata de Comatose Vigil no hay que preocuparse por ello, pues nos encontramos ante una de los grupos con un poder innato para definir exactamente lo que es el Funeral Doom hoy en día.

Directamente desde Rusia, estos opresores de su propia vida ya perfilaban un potencial increíble con su disco Not A Gleam Of Hope, donde ya apuntaban maneras con una atmósfera muy enfermiza para lo que es el Funeral Doom. Ahora, tras varios años sin dar señales de vida, y con alguno de sus miembros enfrascados en otros proyectos como Abstract Spirit, la banda vuelve con la fuerza suficiente como para volver a brindarnos un momento de gloria suprema de la mano del sello Solitude Productions.

Ya de entrada, hay que dejar una cosa bien clara: hay que tener paciencia, mucha paciencia con el disco, pues a más de uno se le atragantará como almuerzo de ayer, ya que a pesar de ser tan solo 3 temas, cada uno de ellos es un mundo... ¡qué digo, un universo! En este aspecto sus similitudes con bandas como Esoteric por la densidad de los temas y la larga duración de éstos está justificada, al ser un género lento puede que tampoco le resulte cargante a alguien que esté experimentado con este tipo de estilos.

Dejando las aclaraciones a otro lado, Fuimus, Non Sumus... es claramente diferente a su predecesor, pues esa atmósfera asfixiante y sombría que perfilaban en Not A Gleam Of Hope se ha transformado en melodías que confieren a la banda un aspecto más cristalino. Casi se podría decir que tienen cierto deje del Doom/Death más gótico en dichas melodías, pero de alguna manera Comatose Vigil procura usar un filtro para evitar convertirse en un despropósito cualquiera, logrando de esta manera que éstas sean las suficientes como para darle mayor colorido al estilo de la banda sin perder la esencia del Funeral Doom, manteniendo ciertos tránsitos decadentes, por supuesto. Todo esto se debe sobre todo gracias al teclado, que dando cuerpo al disco en todo momento presentándose de fondo consigue ser el alma vital para darle ese carisma que encierra Fuimus, Non Sumus..., consiguiendo unos pasajes increíbles que da la sensación de estar observando algo enorme, casi como si estuvieras en la galería de una cueva.

Por supuesto aún se sigue manteniendo la marca de la casa, que son las guitarras que confieren mayormente el aspecto lúgubre de la banda, y con unos riffs muy propios de ellos, con parones intencionados y arranques grandiosos que estallan como ondas expansivas, algo difícil de conseguir ante un género que normalmente no suele tener mucha sustancia en los instrumentos habituales si no acabas decidiendo experimentar con algo nuevo. Sus característicos punteos siguen estando vigentes en todo momento, cobrando mayor presencia en Autophobia, donde podremos escucharlo más veces, y a cada cual más mortífero que una granada en un sitio cerrado.

Podría desarrollarme mucho más y hablar algo acerca de los 3 temas que conforman el disco en sí, pero sería como explicar toda la historia de la humanidad en todas sus épocas, así que os animo a que os adentréis en este fantasmagórico mundo que supone Fuimus, Non Sumus... y veáis cómo la banda es capaz de meterte en mil y una situaciones. Comatose Vigil vuelve, y por la puerta grande.

Puntuación: 9'5/10

sábado, septiembre 17, 2011

Voice Of Ruin - Voice Of Ruin (2011)

Y seguimos con material de bandas o incluso compañías que me han enviado para darles un hueco dentro de estas entrañas de Internet y así darse a conocer un poco más de cara al público a nivel internacional. En esta ocasión, se trata de Domino Media Agency, quienes parece que se están encargando de ayudarles en la promoción y publicidad a esta banda llegada directamente desde Suiza con la intención de desmarcarse los hábitos propios del género en donde corren. Y como toda ayuda es poca, pues gustosamente he decidido ofrecerles una entrada en el blog, pero antes que nada hay que hablar de la banda y del disco en sí, obviamente.

Denominándose a sí mismos "Metalcore brutal y sexual", Voice Of Ruin se forma en 2007 tras cambiarse el nombre anterior de la banda, Wristcut. Su reconocimiento por tierras suizas ha sido tal que han llegado a telonear a bandas de la talla de Entombed, Tankard o Benighted. Tras una demo lanzada en 2009, la banda decide enfrascarse en su primer larga duración, de nombre homónimo, que es lanzado bajo el sello de Heimathome Records, quienes ya habían editado material suyo cuando aún respondían al nombre de Wristcut.

Pues bien, más allá de lo de "Metalcore brutal y sexual", Voice Of Ruin se adentra más en los terrenos más bestias del Deathcore, pero tampoco os esperéis a unos Whitechapel como quien más, su sonido es mucho menos oscuro que esta tanda de grupos. ¿Por qué? Por la influencia que reciben de nada menos que del Thrash Metal. Tampoco es que vayan a ser unos Slayer de la vida, pero se puede apreciar ciertos riffs que evocan a los mejores momentos de este género, y que se puede apreciar en temas como en Dependances (ese comienzo me recuerda enormemente a los últimos trabajos de Onslaught), Free Hate con ese arranque completamente Thrash, o Beautiful Fight, con más de un arranque que a alguno le puede recordar incluso a Evile si se presta atención.

En ese aspecto sí que podría decirse que beben de una banda de Metalcore exactamente: de nada menos que de Unearth, los cuales también presentan unos riffs muy propios del Thrash Metal ocultos entre los breakdowns. Por otra parte la producción se presenta pulida, propia de estos grupos de hoy en día que procuran sonar lo más nítido posible, aunque habría deseado que el bajo se notara mucho más. La ejecución de los temas es buena, y presentan diversidad en los registros vocales, pasando de los guturales a las voces más cercanas al Hardcore con algún efecto que le da más cuerpo a la voz. Sin embargo, a pesar de ello, he de decir que, aunque tienen algunos toques que bien podría servirles para desmarcarse de lo típico, los temas no pasan de los habituales que uno puede escuchar dentro de este género, es decir, que no destacan en nada más, cayendo dentro del saco de bandas del montón, lo que no quita que uno pueda disfrutar de buenos momentos con breakdowns y un cierto groove que hará a más de uno desnuncarse completamente.

Un disco con buenas ideas, pero que aún le quedan bastante por pulir y mucho por recorrer. De momento esto es sólo el principio.



Puntuación: 6/10

viernes, septiembre 16, 2011

Njiqahdda - The Path Of Liberation From Birth And Death (2011)

Bueno, la entrada de hoy va dedicada para uno de los lectores habituales del blog, Jolocho, el cual, como apasionante curioso de todo lo que le rodea y compartidor de bienes preciados, siempre suele mostrarme alguna que otra cosa cual piedra preciosa haya encontrado y le haya iluminado los ojos. Así pues, ésta es una de las primeras entradas en donde presto atención a lo que me ofrecen que a lo que me dice mi instinto musical.

Y para esta ocasión, Jolocho me ha recomendado darle una escucha a uno de los nuevos trabajos de esta banda asentada en Estados Unidos, en Illinois para ser exactos, una banda que en poco más de 5 años han lanzado más material del que sacará cualquier grupo en su vida. Como si de unos Nadja en versión oscura se trataran, Njiqahdda centra todas sus fuerzas en el ámbito más atmosférico y oscuro del Black Metal, de modo que cada trabajo sea como una especie de experiencia espiritual pero enfrascada en el más absoluto dominio de la oscuridad. Y aunque jamás me he atrevido a profundizar en ellos (no tengo tiempo y mucho menos alma para tragarme toda su discografía, creo que para entonces habré muerto yo y 2 generaciones posteriores a mí), The Path Of Liberation From Birth And Death parece ser un buen ejemplo que simplifica en más de una hora lo que viene a ser Njiqahdda.

Estos discípulos de la verdad (que es lo que significa el nombre de la banda) puede decirse que simples, desde luego, no son, pues este trabajo presenta una variedad en cuanto a ritmos y elementos que introducen en su música que no dejarán indiferente a nadie. Aún a pesar de ello, algo me dice que The Path Of Liberation From Birth And Death no es el mejor trabajo que han sacado, pues comienza con un nivel bastante bajo a decir verdad. Apartando el tema To Return From The Flame que hace las veces de tema de introducción, los dos tramos que vienen a continuación presentan una gama de riffs complejos y de cambios de ritmo continuos pero que poca sustancia ofrecen, lo cual no quita el hecho de que resulta hasta llamativo encontrarte tanta técnica en un grupo que se presupone de Black Metal, si bien el tema Attaining The Confidential Supreme Absolute cobra un poco más de fuerza respecto al tema que sucede, con algún que otro momento puntual bastante a considerar.

Sin embargo, la guinda especial reside en Universal From Replaced With Despondent Chaos, el cual en sus más de 25 minutos se introducen en la pura atmósfera cargada de una tensión que parece estar a punto de romperse con un solo chasquido de dedos, y que poco a poco nos va abriendo una capa de texturas sonoras que deja a uno con la boca abierta, y que va desde puro ambiente forestal a sonidos psicodélicos que te harán sumergirte en el universo infinito perdido en la inmensidad de éste.

La cosa parece mantenerse en buen estima con The Opulent Throne, que a pesar de volver a las composiciones y los ritmos intricados, se hace mucho más ameno que sus congéneres predecesores, mucho más ameno y sin resultar tan desorbitado (y cargante), además de sufrir algún parón para meterte de cabeza en un pasaje espacial con una voz divina oscura de fondo. Sky And Earth Remembered Only As Blood presenta el mismo esquema que el anteriormente citado, solo que con más variedad en su contraste ritmos rápidos y alocados/pasajes lúgubres, con momentos incluso en acústico mientras una voz más limpia pero igual de perturbante se hace latente en todo momento, cerrando el disco con una calma infernal como pocas.

Un trabajo enturbiado por sus primeros minutos, pero como con todo al final siempre hay luz, y en The Path Of Liberation From Birth And Death hay y de sobras como para dejar ciego a cualquiera. Tened a Jolocho a vuestro lado, lo acabaréis agradeciendo.



Puntuación: 7/10

miércoles, septiembre 14, 2011

Bury Your Dead - Mosh N' Roll (2011)

Pues nada, una vez más se acaban las vacaciones y volvemos a la rutina diaria, cosa que en esta ocasión parece que me va a chupar más tiempo del que me esperaba en un principio, por lo que probablemente el ritmo de actualización baje (no tanto como ha venido en estos días, pero lo hará). Lo cierto es que esperaba volver al día a día de siempre, pues demasiado tiempo libre para un adolescente es hasta perjudicial si no sabes qué hacer. Además, parece que éste ha sido uno de esos días cabrones en lo que todo se vuelve en contra tuya, como si todo fuese una rebelión contra tu persona.

Debido a ello, lo mejor para despejarse de todo es liberando todo el estrés (y la furia) a base de hostia limpia, y nada mejor para ello que precisamente la sorpresa de este año en el ámbito del Metalcore, estilo perfecto para ponerse como una fiera hasta caer rendido: Bury Your Dead. "¡Pero si este grupo tiene sus años! ¿Qué sorpresa van a dar?", es lo que pensaréis al instante. Y sí, estáis en lo cierto, Bury Your Dead llevan ya una década dando felpa como nadie y por ello ya no tienen nada que decir, ¿pero qué pasa cuando te enteras de que para su nuevo disco han vuelto a admitir en su familia nada menos que a Mat Bruso? Pues estamos hablando de nada menos el vocalista con el que más mala hostia han desatado en los escenarios y en los mejores discos (Cover Your Tracks y Beauty And The Breakdown, claros ejemplos).

Tras la marcha de éste fuera de la banda y la entrada de Myke Terry, Bury Your Dead empezó a llevar una dirección hacia un ámbito más melódico, algo que era poco de esperar para una banda acostumbrada a sudar breakdowns como la vida misma, los cuales no faltaban en sus dos posteriores discos (Bury Your Dead y It's Nothing Personal), pero que dejaban el listón muy bajo respecto a sus anteriores trabajos. Sin embargo, y sin siquiera darnos tiempo a enterarnos de ello, la banda anuncia la llegada de su nuevo disco Mosh N' Roll, retirándose a tiempo Myke Terry y volviendo a aceptar a Mat Bruso entre sus congéneres músicos.

Y es curioso, porque parece que siempre que este hombre está presente en la banda, se centran simplemente en partir bocas a base de puros breakdowns y se olvidan que anteriormente realizaban melodías, pues su nuevo trabajo es toda una oda a los mejores momentos de la banda, con unos temazos capaces de descoyuntarte vilmente en donde disparan breakdowns como munición de artillería pesada, quizás porque la voz de Mat está hecha para que el resto de la banda se adapte a él, y no al revés. Y es que Mosh N' Roll no miente en su título, pues seremos testigos de un puro y continuo enfrentar de momentos de auténtica zona de guerra, influenciados enormemente por el Hardcore Beatdown, en donde las hostias están a la orden del día.

Que temas como Slaughterhouse-Five o Nothing Is Lost Save Honor suenen tan de lujo después de dos discos "decentes" como si se hubieran dormido hasta que ha llegado Mat para despertarlos es algo que hasta asombra. Y aunque puedan pecar de repetitivos hasta en sus propios temas a sí mismos, no deja de quitar el hecho de que son toda una fábrica de hacer breakdowns poderosos como la vida misma, muy a pesar de no inventar ya la rueda. La voz de éste demuestra una vez más que siempre ha estado hecho para cantar en Bury Your Dead, confiriéndole la fuerza y la mala hostia que caracterizan a la banda realmente desde sus primeros pinitos.

Prepárate, pues se va a desatar la destrucción desde el primer instante en que le des al play de tu reproductor. Y doy gracias por ello.



Puntuación: 8/10

viernes, septiembre 09, 2011

Weirding - Each Birth Is A New Disaster (2011)

Bueno, sé que últimamente el blog ha tenido muchos parones (aunque la publicación ponga que es del Viernes pasado, que no os engañe, esta entrada he tenido que dejarla a medias hasta hoy), pero me han pasado tantas cosas en estas últimas semanas que no he podido ni siquiera asimilarlo. Todavía me arde el cuerpo en llamas de aprovechar los últimos días de vacaciones al límite, y me da que esto va para largo, pero al menos se puede decir que más o menos las cosas vuelven a su cauce.

Y vais a tacharme de flipado moderno que quiere llamar la atención, pero he de decir que cuando un grupo es más desconocido, más me atrae: el halo de misterio, de no saber quién está detrás de uno u otro grupo, o el mero hecho de encontrarte tan poca información de una banda que has visto merodeando por ahí aviva más la llama de la curiosidad y el deseo de saber qué hay detrás de ello. Y cuando lo único que conoces de ésta es el art-work de su trabajo, lleno de un aura grisácea (nunca mejor dicho en esta ocasión) y de puro desconocimiento sobre qué hay detrás de ello, pues ya no se puede esperar más por saber de qué se trata.

Pues bien, Weirding es una banda de Vancouver (Canadá) que se arrastra por los laureles del puto Sludge y el Doom Metal, profiriendo un grito hacia el pasado con un sonido que es heredado directamente de las figuras más emblemáticas de ambos estilos. Vale, no son los primeros en recoger los mejores momentos de ambos estilos ni serán los últimos, pero su manera de hacerla es tan elegante y a la vez tan oscura que muy pocas veces encuentras algún grupo que consiga devolverte enormemente a esa época en la que todo estaba por descubrir como éstos. Energía fangosa es lo que se hace latente en todo el tramo que supone su debut Each Birth Is A New Disaster, con un claro regusto clásico que será la delicia pura de los oídos más viejos.

Comenzando con Bastard con un ritmo de batería continuo pero pegadizo, vamos siendo testigos de lo que se nos viene encima con unos riffs sencillos como el agua, pero efectivos a la misma vez para apagar esa sed de temas gordos. As A Crown es otro que también toma pan y moja, pues con esos sonidos tan arrastrados y a la vez sucios con unos punteos afilados como cuchillas y estridentes como si de una pizarra siendo rayada se tratara, consiguen como mínimo hacerte saltar del asiento, todo ello con un regusto muy a los primeros Electric Wizard que parece que van a caerte encima como un alud de piedras.

Ya poco a poco vamos presenciando los resquicios más propios de los Black Sabbath, y que se asientan en unos riffs de la propia escuela de Iommi y que se manifiestan en temas como Hard Witch/Heavy Spells o Creeping In On The Heel/Love Theme From Weirding, hechos con un gusto exquisito que ni el Karlos Arguiñano. Y tras ello, cada vez se envuelven en más capas de oscuridad y densidad hasta el punto de que casi parecen unos Ramesses pasados por filtro, como es el caso de His Throne o Drowning In Flame, dejando constancia de que a pesar de todo lo dicho no se casan con ningún grupo definitivamente y se van pasando el anillo entre unas influencias y otras con cada tema que ejecutan.

Sí, desde luego toda una sorpresa a considerar, pues cuanto más pasan los días, más cuesta encontrar algo que merezca la pena dentro de la horda de grupos que amenazan con derramar el vaso de agua que conforma estos géneros y cualquier otro. Un ejemplo a tomar.



Puntuación: 8'75/10

jueves, septiembre 08, 2011

Hank Williams III - Attention Deficit Domination (2011)

Normalmente suele ocurrir que en toda familia hay una oveja negra que se desvirtúa del resto de miembros de ésta. En el caso de los Hank Williams siempre han sido una familia muy atribuida al Country, suponiendo todo un peso importante para la evolución de éste. Lo fue en su momento Hank Williams como abuelo y también lo ha sido Hank Williams Jr. como padre. En la parte que le corresponde a Hank Williams III como hijo también ha heredado el legado de las generaciones anteriores para llevar el Country hacia delante, pero parece ser que nacer en los 70's y vivir de lleno todo lo que vino después afecta mucho en la adolescencia, pues el Metal, el Punk y el Hardcore ahondaron enormemente en la visión del heredero de los Hank de la música hasta afectar enormemente en su carrera en solitario, evolucionando su Country hacia derroteros más punkarras y alocados.

No sólo eso, sino que son varios los proyectos en los que Hank III ha formado parte, siendo Superjoint Ritual el más conocido junto con Phil Anselmo con el que siempre ha tenido buenas migas. Además de ello, también es conocido por sus pinitos en el Hardcore con grupos como Assjack o Arson Anthem, ambos a la batería.

Pues bien, parece ser que en esta ocasión Hank III ha decidido hacer total pleitesía al Stoner/Doom con su nuevo trabajo titulado Attention Deficit Domination, en un claro homenaje a bandas como Sleep con un disco pesado y gordo cual camionero que cruza la Ruta 66 en su musculoso vehículo de incontables toneladas. Aquí podemos olvidarnos de cualquier atisbo de Country que se precie, los riffs que factura Hank en este álbum son todo un culto a los pasajes más oscuros y bañados en ácido que se puedan apreciar en este hombre. Y hay que decir que no se le da nada mal, pues Attention Deficit Domination encierra una cantidad enorme de riffs enganchantes y efectivos cual ataque directo al pómulo, pues el regusto desértico de Demons Mark y la monstruosidad que atesora a I Feel Sacrificed son un buen ejemplo de lo que nos encontraremos aquí, en donde los espíritus de Iommi, Matt Pike y demás brillan con luz propia aquí. Y si no es eso, pueden ser temas con una densidad pasmosa y unos momentos totalmente funerales como en Living Beyond Doom con un toque completamente Candlemass.

Eso sí, uno de los aspectos que más me producen pus y gonorrea aguda en Attention Deficit Domination es la voz de Hank. A pesar de también querer homenajear al estilo poniendo un registro vocal propio del Doom más fumeta, lo cierto es que lo prefiero cuando hace Country, pues aquí hay momentos que te produce hasta vergüenza ajena (no quiero señalar al tema Bend), aunque a mitad del disco la cosa mejora bastante, y hasta se atreve a meter algunos pequeños guturales en Living Beyond Doom.

Este año está bastante cargadito de lanzamientos de este buen hombre entre Attention Deficit Domination y sus otros discos que forman la tanda de este año con el que nos brinda Hank III, cada uno a su manera. A veces ser la oveja negra no es malo, sino todo lo contrario.

Puntuación: 7/10

miércoles, septiembre 07, 2011

Cerebral Ballzy - Cerebral Ballzy (2011)

Seguro que más de dos o tres conocerán el nombre Bad Brains, todo un clásico del Hardcore Punk quienes han llegado a ser considerados como los precursores del género, y que para sorpresa de algunos todos sus miembros son negros. Tampoco es que sea un detalle muy a tener en cuenta más allá de demostrar que en estas cosas cualquiera puede hacer música sin importar ningún rasgo personal propio, pero quizás sea necesario recalcar esto ya que hoy en día muy pocas bandas se proponen regresar a las raíces para remarcar el estilo en sus comienzos (aunque con esto de los revivals que están a la orden del día uno tampoco se impresiona mucho ya).

Sin embargo, cuando te encuentras una cosa como Cerebral Ballzy no puedes hacer otra cosa que sentir curiosidad como mínimo, pues... ¿cuántas bandas hoy en día deciden volver al Hardcore de los 80's? Porque en el Metal hoy en día te encuentras grupos a patadas tratando de rescatar el sonido añejo del estilo, pero en el Hardcore muy pocas se atreven a sonar como si fueran Minor Threat o Black Flag, por poner algunos ejemplos puntuales. Sin embargo, estos chicos de Nueva York han decidido ir en sentido contrario al que van la mayoría de grupos sumergidos en este mundo, pues regresan hacia atrás en el tiempo para plantarnos un disco de puro Hardcore Punk ochentero con una actitud muy punkarra y skatera que te hará sentirte un auténtico crío que ha descubierto este universo en el momento de su creación.

Al igual que en su momento lo fueran Bad Brains, Cerebral Ballzy también cuenta con algunos miembros de color en su formación, lo cual sabemos que es muy poco común en el estilo pero no por ello deja de ser posible, destacando su vocalista Honor Titus por desprender una actitud completamente punkarra a través de sus cuerdas vocales, aunque no sería posible con la presencia del resto de miembros que ejecutan temas como sentencias se trataran. Y a pesar de ello, la banda tiene más similitudes con los clásicos mencionados anteriormente (Black Flag, Minor Threat) que con los de Washington en las composiciones, dejando de lado todos los elementos Funk y Reggae que presentan los papis del género, y yendo más a destajo con los temas. La producción ayuda enormemente a darle ese toque retro a la música de Cerebral Ballzy, consiguiendo que tengamos la sensación de estar escuchando un disco venido del pasado para deleitarnos con obras del tamaño de Insufficient Fare con su magnífica melodía, Sk8 All Day o la extremadamente pegadiza Cutting Class que hará moverte el esqueleto con total desenfreno.

Un disco sencillo, pero efectivo y letal como un arma de fuego que dispara contra tu mente y te fusila al instante con su impecable puesta y su actitud altamente clásica. Siempre se agradece algo como esto para huir de las complejidades que nos planta la vida.



Puntuación: 9/10

martes, septiembre 06, 2011

Ringworm - Scars (2011)

Hoy es un día en el que espero no complicarme demasiado. Sabiendo que dentro de muy poco las vacaciones para un servidor vuelven a enterrarse para regresar de nuevo al trabajo del día a día, es normal que uno quiera ir a lo directo, a lo sencillo, a lo efectivo sin mayores miramientos. Y quién me iba a decir que eso lo iba a encontrar nada menos que con Ringworm, porque si no me da por curiosear, aún seguiría sin saber que habían lanzado disco nuevo durante este verano.

Ringworm es todo un clásico del Hardcore metalizado junto con sus compatriotas Integrity, una de esas piedras angulares que son esenciales para saber cómo ha surgido toda esa oleada que hoy en día nos invaden dentro de dicho género, y de cómo este género se ha fusionado en el Metal para dar forma a diversas variantes, entre ellas el Metalcore. Un grupo que tiene bajo su tutela una obra del calibre de The Promise atestigua su alto status dentro de dicho mundo. Siempre caracterizados por ese toque propio del Thrash Metal que los distinguen del resto, se podría decir que Ringworm de alguna manera es la versión Hardcore de Slayer, gracias a esos riffs tan evocadores de éstos y de su fiereza aunados en la base de su estilo.

Y mientras que la mayoría de grupos buscan desvirtuarse de la escena buscando su propio sonido lejos de los clichés propios del Hardcore, Ringworm pasa olímpicamente de todo ello y nos brinda un trabajo con puro sabor clásico que hará relamerse de gusto a más de uno. Scars es lo que cualquiera podría esperarse de la banda, solo que hecho con unos cojones tan grandes como para poder lanzar un disco que a pesar de no inventar nada nuevo no resulta repetitivo y mucho menos cansino. Con una mala baba que los atesora desde el principio, el grupo te lanza hacia el pasado cual jabalina a base de temas que emanan un gusto añejo por todos los costados, y eso se debe principalmente a los excelentes solos que perfilan durante todo el transcurso del disco con un toque muy rockero y que agilizan Scars hasta decir "basta".

Por supuesto ese toque thrashero sigue siendo la marca de la casa en la banda, y este trabajo no está ausente de ello, con temas como Cleansing Of The Fall que podrían haber firmado hasta los actuales Kreator, todo ello desde la perspectiva de Ringworm, claro está. La voz de Human Furnace sigue manteniéndose como la primera vez, con una rabia afín a lo que nos puede deparar el grupo y del que muy pocos pueden presumir sin tener que parecer un perro al que le han dado patadas en los testículos. Temas como To The Grave, la colosal Scars o la completamente thrashera Angelfuck son sólo un testimonio de lo expuesto.

Hasta los más sabuesos tienen muchas cosas que contarnos a día de hoy, así que mejor sentémonos y abramos bien los oídos a ver qué nos tienen que decir. Ringworm desde luego aún tienen algunas batallitas que mostrar, y Scars es un claro ejemplo de ello.



Puntuación: 8/10

lunes, septiembre 05, 2011

Omega Massif - Karpatia (2011)

Aún recuerdo cuando escuché por primera vez a Omega Massif: una grisácea tarde de Otoño hacía del día un muermo más que pasar mirando cuatro cosas y oír cómo la lluvia ataca el techo y se refleja borrosamente en la ventana. De repente, te encontrabas con algo que te llamaba la atención, unos colores que te hacían sentirte identificado con ellos y que mostraban lo que sentías en ese momento. Te dispones a buscarlo, y nada más suena In Der Mine en tu reproductor, sabes que ese tema no va a borrarse jamás de tu mente. Una joya se presentaba ante un servidor, y a la cual recurriría siempre que necesitara aire para mi mente. Años después se llevaría la entrada que se merece.

Que se anuncie la llegada de su nuevo trabajo tras varios años después de esa delicia que respondía al nombre de Geisterstadt sólo podía suponer una cosa: una alegría tremenda para un servidor. Karpatia tenía el duro trabajo de estar altura de su predecesor, y no hablamos de saltar un obstáculo sin apenas esfuerzo: hablamos de escalar el Everest del Post-Metal instrumental después de Pelican. Pues aunque pueda sonar exagerado, Geisterstadt es posiblemente uno de los mejores trabajos del género que nos haya brindado éste, y ponerse a la altura de éste es algo que sólo los propios Omega Massif podían conseguir.

Y así ha sido, los alemanes no han perdido el tiempo con florituras ni estupideces en todos estos años, y que Karpatia salga más tarde de lo que uno esperaba demuestra que la banda puede tomarse el tiempo que quiera si con ello consiguen pulir un trabajo a la altura. Porque hay que decir que su nuevo álbum es una digna continuación de su debut, muy a la altura y que deja perfilar una inspiración colosal para introducir unos riffs que atacan a la conciencia sin tapujos con un enganche y una fuerza como pocos, embarrados en unas melodías altamente cargadas de sentimiento y feeling.

Que un tema como Aura pueda codearse con la colosal In Der Mine hace a uno hasta estremecerse ante lo que se pueda encontrar dentro de esta bestia, pues el tema es una verdadera máquina colosal fabricadora de riffs gordos que se van intercalando con unas melodías cristalinas, brillantes, a la altura de su predecesor. Que a estas alturas una banda como Omega Massif apueste por seguir siendo fieles a su sonido dentro de este estilo es algo que se agradece, y que nos dejan delicias de la talla de Ursus Arctos o la titánica Steinerness Meer. También son capaces de subirse a lomos de un caballo potente y cabalgar a todo trapo con riffs como el que presenta Wölfe, cargados de un ritmo poderoso que se va extendiendo cada vez más como si de una plaga se tratase.

El sonido del disco es más que satisfactorio, donde para nada se hace cargante y cuyos instrumentos suenan a la perfección en todo momento. Una vez más la ausencia de voz en su trabajo es todo un acierto, uno no podría imaginarse un disco de esta banda con voz por delante, rompería toda la magia que desprende el grupo.

Sé que no me he extendido mucho más de lo que desearía con una banda como ésta, pero Omega Massif es de esos grupos que se entienden mejor escuchándolos, las palabras son sólo un extra más. Y créanme si os digo que la experiencia vale la pena.



Puntuación: 10/10