lunes, noviembre 14, 2011

The Tomb Of God se toma un tiempo muerto

¿Veis esa pequeña cueva de ahí? Es desde donde un humilde servidor ha ido todo este tiempo comentando sobre esos discos que más le han llenado/más ha esperado, y desde donde hace poco ha estado dando cobertura a aquellas bandas que han tocado a la puerta de ella para pedir ayuda. Ya, no tiene red eléctrica, pero bueno, me actualizo como puedo.

Sin embargo, esta humilde (y roñosa) morada va a ser cerrada durante un tiempo, y es que en breve se aproxima para uno los exámenes de curso (es lo que tiene ser joven, 21 tacos y aún tiene uno que formarse, lo cual no es malo), así que necesito disponer de todo el tiempo del mundo posible para poder concentrarme. Y es que el blog es lo que más me llena, sí, pero ante todo hay prioridades por encima de éste. Así de paso puede uno volver con las pilas recargadas y la mente despejada.

Procuraré ofrecer alguna que otra cosa a través de la página del Facebook (noticias, disco de la semana, algo a considerar...). Esto no significa un "adiós", ante todo. Esto es un "hasta luego".

Por supuesto, quiero aprovechar este espacio para agradecérselo hasta el día de hoy a mis amigos que siempre han mostrado interés en este pequeño espacio, a las bandas y grupos de promoción por interesarse igualmente y, ante todo, a los lectores del blog que se han sentido identificados con este blog. Lo cierto es que siempre he considerado este lugar como un sitio al que escapar para pasar el tiempo y liberar tensiones. Quién diría que llegaría a ser algo más para otros ojos, lo cual me alegra.

Así que, con todo dicho, esta tumba permanecerá sellada y el blog renacerá en 1 mes.

Mr. Peter Hayden - Faster Than Speed (2010)

Cuando un grupo tan extraño como Mr. Peter Hayden toca a tu puerta y te ofrece algo de su universo, uno puede hacer dos cosas: o dudar, o lanzarse al vacío. En mi caso he de reconocer que he dudado por un instante de lo que me encontraba ante mí, pero aún con todo, he decidido lanzarme a la piscina como el que más para zambullirme en la más absoluta nada. Y dicen que de la nada sale el todo, y es cierto, esta banda puede afirmarlo con total rotundidad, pues de un sonido tan apagado en principio, casi saludándose con el silencio, surge una auténtica supernova que da como resultado a todo un mundo mágico.

Surgidos de la propia Finlandia, Mr. Peter Hayden hace gala de un dominio de la música en el sentido más artístico que desde luego no tiene nada que envidiarle a nadie, ni siquiera a sí mismos. Con Faster Than Speed dan buena cuenta de ello, y a pesar de que resulta irónico el nombre del álbum frente a lo que nos vamos a encontrar (porque hay que decirlo, resulta irónico después de todo), lo que confronta Faster Than Speed es toda una experiencia. Bien podría decirse que casi es como una sesión jam, pero a lo grande, pues nos enfrentamos a 2 temas de nada menos que de 33 minutos aproximadamente cada uno de ellos, llegando a más de una hora, en donde nos irán introduciendo en continuos elementos ambientales y posicionados en un Rock muy pasajero, espacial, casi Post-Rock pero sin serlo, con varios ramalazos de Jazz pero asentados en una base completamente atmosférica.

Así, entrando de lleno en el disco, Smoke In Space hace total justicia a su nombre, pues comenzando casi en el absoluto silencio y desarrollándose poco a poco con la introducción paulatina de los instrumentos, volviéndose cada vez más y más envolvente, nos irán dinamitando de manera inconsciente con pequeños cambios que casi no apreciará tu subconsciente y detallitos que adornan y conforman este mundo de psicodelia absoluta. Y casi a mitad de tema, pasado un buen tiempo, seremos testigos de un cambio colosal hacia una vertiente de donde emana un aura muy propia del Sludge, pero aderezado con toques de Jazz que se entremezclan junto con todo lo establecido hasta ahora para dar resultado a una hecatombe atmosférica que te ahogará con todo su esplendor, todo para volver a sumergirse en pasajes completamente relajados y dar paso al final con unos riffs muy marcados y elaborados que bien se encaminan hacia un paso más propio del Math Rock por momentos.

Ya su siguiente tema comienza casi igual que su antecesor, solo que con la peculiaridad de que se muestra más encaminado a la dureza del Sludge en un sonido más crujiente y marcado, con una batería más poderosa y una guitarra más poderosa que no piensa parar ante nada ni ante nadie, pero sin dejar nunca de lado la recreación y la inspiración para dar fruto a unos emotivos y cautivadores paseos por la tranquilidad, en pos de jugar con ciertas texturas y capas sonoras que dan forma a todo este conglomerado de pasillos y entrecruzados que llevan todos a un mismo camino: a hacer levitar al oyente hasta lo más alto, para poder percibir todo lo que le rodea con total claridad. Aviso de antemano que este tema presenta una parte en donde convierten la distorsión en tu peor pesadilla, así que cuidado con cascos/amplificadores de turno, no sea que os estallen hasta tal potencia, pasando así a un riff bastante emotivo mientras pequeñas piezas propias del Jazz más relajado hacen acto de manifiesto hasta el final de esta infinita travesía.

Con el único inconveniente de pecar de casi infinitos pero para nada cansinos, Mr. Peter Hayden se presentan como un torbellino invisible que arrasa con todo, pero sin apenas notar su presencia. Si los magos se dedicaran a la música, harían cosas como lo que presenta este Faster Than Speed.

Puntuación: 9'5/10

viernes, noviembre 11, 2011

Make Me A Donut - Make Me A Donut (EP) (2011)

Últimamente está proliferando mucho las bandas que tienen nombres, como mínimo, curiosos, sobre todo en el ámbito del Deathcore. Dr. Acula, Arsonists Get All The Girls, Iwrestledabearonce, We Butter The Bread With Butter... son sólo un ejemplo de lo que nos podemos encontrar en este ámbito con nombres tan extravagantes y que casi son para tomárselos con humor (digo "casi" porque algunos muestran tener más calidad que la mayoría de bandas que van en serio).

La nueva apuesta de Domino Media Agency para su promoción se trata de esta nueva banda venida (una vez más) de Suiza, con miembros de Seepak y Marc Chevalley de Voice Of Ruin. Con un nombre como el de Make Me A Donut lo cierto es que ya iba con cierto temor de encontrarme una bizarrada sin mucho sentido, pero he aquí que me encuentro con un trabajo que goza de buena salud y bastante potencia.

Tras algunas demos, Make Me A Donut lanza su primer EP homónimo editado por ellos mismos, y que mezcla el Deathcore con pequeños elementos electrónicos que le dan variedad al asunto y más cuerpo a su música. Pero no por ello os esperéis a unos Attack Attack! o a unos Asking Alexandria, Make Me A Donut se lanza más hacia un sonido que bien podría decirse que es un cruce entre Heaven Shall Burn, Emmure y Winds Of Plague, pero con mayores elementos del Death Metal y, evidentemente, con esos pequeños elementos de la Electrónica.

Dividido en 5 temas, a este trabajo no le faltan los breakdowns y la mala leche, sin duda. Comenzando con Drawing The Apocalypse, un tema meramente instrumental en donde la Electrónica se hace totalmente evidente junto con el resto de instrumentos, consiguiendo una fuerza descomunal. Continúa con This Voice y ya aquí comienzan a meterse de lleno en los matices típicos del Deathcore, pero con bastante buen gusto, coros y pequeños elementos que a alguno le recordarán a los de Franckie Palmeri de Emmure. A ello añadidle las melodías y hasta cierta atmósfera que corre a cargo del teclado que lleva el tema, y tenéis un corte más que aceptable.

The Final Exile continúa comenzando con un groove descomunal, y así continuará en gran parte del tema, saltando entre riffs potentes y muy marcados que amenazan con destruirte todos los huesos mientras se vislumbra alguna pequeña atmósfera de fondo tétrica, una vez a manos del teclado.

Pretty Girl es posiblemente el tema más chocante dentro de este EP, en donde comienza con elementos muy claros del Rap para irse intercalando con los breakdowns mientras una pequeña base rapera se mete por debajo de todos los sonidos. Ya finalmente cierra con A New World Order, con elementos muy propios de bandas como Heaven Shall Burn y Neaera, y donde cabe destacar el sonido del bajo en donde en ocasiones suena completamente gordo saltando por encima del resto de instrumentos. Y tal como vinieron se van, concluyendo este pequeña introducción a Make Me A Donut.

No se puede decir que hayan descubierto la panacea, pero sin duda Make Me A Donut se defiende bastante bien para ser un grupo novel dentro del mundo del Deathcore. Habrá que ver si no queda en una simple anécdota.

Puntuación: 7/10

miércoles, noviembre 09, 2011

Antipope - House Of Harlot (2011)

Ésta puede que sea la primera vez que hable sobre un disco que, en mi opinión, está por debajo de la media de lo esperado, bastante. Lo cierto es que para uno no es fácil hablar sobre un disco que te ha dado más impresiones negativas que positivas y tener que mostrárselo al grupo/sello en cuestión, pero si tuviera que elegir entre eso o tener que alabar un trabajo que para nada me ha resultado glorioso, prefiero no tener que engañarme a mí mismo y optar por lo primero.

El caso ha recaído en el inminente nuevo trabajo de esta banda de Finlandia, que verá la luz el 30 de Noviembre de este mismo año. A sólo un año de su anterior trabajo Desert, Antipope lanza su nuevo disco House Of Harlot a través de Violent Journey Records con el fin de ir labrándose un hueco dentro de la creciente escena del Metal, aunque no del modo que uno esperaba.

Antipope se muestra como una banda que, a decir verdad, parece que no tiene muy claro lo que quieren hacer realmente, pues House Of Harlot es un compendio entre el Gothic Metal más arraigado al Doom Metal, el Heavy Metal, y hasta el Industrial, adquiriendo así un sonido bastante similar al de grupos como, por ejemplo, Subway To Sally. Sin embargo, el mayor problema que uno puede presenciar en Antipope es que da la sensación de que se muestran faltos de personalidad, queriendo tocar muchos elementos en un mismo álbum pero sin tener bien claro qué dirección toman exactamente, hasta cierto punto de que temas como el que dan nombre al disco difieren mucho de otros como Rapeman, dando la sensación de que estamos escuchando a una banda distinta en todo momento, sin tener un toque distintivo que se muestre patente en todo momento.

Comenzando con el propio House Of Harlot, uno de los aspectos que hacen que el trabajo pierda considerablemente calidad es en la voz, resultando bastante monótona y muy pobre, sobre todo en cuanto a agudos se refiere, y forzando mucho los cambios de registro, si bien cuando se vuelve más fiera mejora un poco, como en The Carnal Ritual Of Self-Asphyxiation. Los instrumentos se muestran correctos, aunque la composición también resulta muy simple, conteniendo temas muy básicos, de ritmos y riffs típicos dentro de los sonidos por los que se mueven estos fineses, y que pueden recordar desde a los Paradise Lost del Symbol Of Life (no hay más que escuchar The World Coming Down) hasta el sonido propio de las bandas de la ola del movimiento conocido como Neue Deutsche Härte.

Por supuesto no todo es malo en House Of Harlot, y si hay algo que no se le puede achacar a Antipope es que no sean variados dentro de su ámbito, pues podemos encontrar desde temas que se encaminan más hacia el Heavy Metal (como en el tema homónimo), como mostrar pequeños ramalazos de Black Metal en sus dosis justas en ritmos acelerados de acelerados de algún tema como A Thing So Vile, o pasar a un toque mucho más enfocado al Industrial en Rapeman, y algunas de las pequeñas atmósferas que recrean no están nada mal tampoco.

Un trabajo que como ya he dicho encuentro bastante por debajo de la media. Antipope tiene aún mucho camino que recorrer, y necesitará planear mejor su estrategia para mover ficha a la hora de jugar a este ajedrez inmenso que se conoce como Metal, tomándose su mayor tiempo debido si es necesario.



Puntuación: 3/10

lunes, noviembre 07, 2011

Backtrack - Darker Half (2011)

Aquel Febrero en el que asistí al concierto de Terror junto con First Blood y Lionheart en Madrid en la Sala Live, descubrí a estos chicos. Muchos hablaban de que iban a ser la sorpresa de la gira, escuché su Deal With The Devil para saber por cuál camino iban y lo cierto es que me convencieron, pero pensaba que las opiniones exageraban lo expuesto aún a pesar de ello. Como siempre, la realidad suele contradecir todo aquello en lo que crees, y el directo de Backtrack me supuso una patada en la boca (literalmente, pues me cayó uno que se tiró del escenario justo encima y que no vi venir), pues mostraron mucha actitud en el escenario aún cuando no había todavía suficiente público, llegando a resultarme los segundos mejores de la noche después de Terror.

Por ello, que hayan lanzado su debut este mismo año supone darle un tiento sí o sí, y lo cierto es que ha sido lo mejor que he hecho, pues si ya apuntaban maneras con su EP, su primer larga duración es simplemente un auténtico cañonazo de puños americanos despedidos contra tu cara. Y es que Backtrack es una mirada hacia el Hardcore neoyorquino pasado, con una energía, una puesta y ante todo unas ganas de liarla parda que pocos grupos del estilo pueden presumir de ello actualmente, y Darker Half lo demuestra con creces.

Ya desde el primer momento, Backtrack se lanza como guerrillas al ataque con su The Worst Of Both Worlds, un tema en donde el mosh y el zapatilleo está garantizado en todo momento con una mala hostia como pocas, y con la perfecta voz de James Vitalo que calza a la perfección con el sonido de la banda. Ya todo lo que viene más adelante son los esquemas propios del Hardcore más cazurro, pero hecho con buen gusto y sobre todo 100% de efectividad. De hecho, en algunos temas (por no decir que en la gran mayoría) se puede apreciar la alta influencia de Terror en las composiciones, y que van desde la intensidad del One With The Underdogs con temas como Soul Sucker o Red Handed hasta la aceleración propia del Keepers Of The Faith con Hard To See o el tema homónimo (el cual, si mi memoria no me falla, fue uno de los que tocaron como nuevo tema en la gira de este año).

Y ya, es todo cuanto uno necesita saber. ¿Para qué más? Es más, ¿por qué sigues leyendo estas líneas? Darker Half te espera para salir a tomar las calles y hacerlas tuyas. No lo hagas esperar más.



Puntuación: 9/10

sábado, noviembre 05, 2011

The Atlas Moth - An Ache For The Distance (2011)

Odio los malditos días que parecen un Domingo, se le quitan a uno las ganas de realizar cualquier cosa. Ya sólo levantarme esta mañana me da la sensación de que este día será así, y que sea justo un Sábado tiene tela, mucha tela la cosa. Así que, para acompañar el día, lo más normal es ponerse algo acorde al día que se levanta hoy, así que he aprovechado la oportunidad de rescatar este disco que en el anterior mes ha dado mucho de qué hablar (y si no preguntadle a nuestro compañero de fatigas de blogs Cthulhu con su reseña).

The Atlas Moth es una banda que surge en las huestes de Illinois, allá por el 2007, a fin de realizar un Sludge en donde han ido buscando desde su debut A Glorified Piece Of Blue-Sky su propio trayecto y personalidad. ¿Y cómo conseguir algo más propio y que no parezca un refrito de todas las bandas que han ido saliendo en estos años en torno a este estilo? Pues tirando de la psicodelia, ni más ni menos. Y así es como An Ache For The Distance surge con el objetivo de ofrecernos algo distinto dentro de lo ya conocido, de una manera u otra, adentrándonos en una espiral infinita en donde todo tipo de colores y tonos van alternándose mientras nuestra imaginación vuela a la velocidad de la luz o más.

Jugando con la psicodelia de la clase más alta, The Atlas Moth se adentra en un círculo vicioso de capas de sonido que van conformando esta obra hasta obtener un resultado más que satisfactorio, que nos irá trasladando hacia pasajes insólitos donde todo está distorsionado, pero bien estructurado a la misma vez. Lo primero que uno se percata de la banda en An Ache For The Distance es la capacidad que tienen de mostrar varios tonos de sonido a la vez en todo momento. Me explico: uno de los ingredientes principales del grupo es la presencia de varias voces y guitarras, las cuales cada una va tomando las posiciones que le corresponden hasta crear la formación completa, de manera que por ejemplo seremos testigos de voces limpias y melódicas a la misma vez que otras más rasgadas se anteponen a éstas, y a su vez podremos presenciar las guitarras más potentes que dirigen todo el trayecto del disco mientras otra hace de soporte en un plano más alejado con el grado de psicodelia característico de estos chicos.

Un buen y claro ejemplo de ello es Holes In The Desert, tema en donde se puede distinguir con total claridad los diversos elementos que conforman a la banda y de los que hablo, en donde Andrew Ragin juega un papel fundamental a la hora de conseguir ese toque ilimitado de sonido profundo psicodélico que caracteriza a An Ache For The Distance, un tema que por ciertos aspectos podría decirse que también presentan un cruce raro y a la vez único entre los últimos Paradise Lost y los Mastodon del Blood Mountain. Lo sé, puede parecer una burrada sin sentido, pero quizás haya alguien que esté de acuerdo con lo que noto.

Como he mencionado, la influencia de los Mastodon del Blood Mountain es ciertamente notoria en algunos aspectos, y basta con escuchar el tema homónimo que da nombre al disco para percatarse de que no va mal encaminada la cosa, con unas melodías psicodélicas que engrandecen al sonido de la banda. Por supuesto, The Atlas Moth no cae por el precipicio de la copia descarada, y a ello le añaden tintes propios con un cierto retoque Stoner en algún que otro momento, todo ello mientras el sonido de la banda suena como si lo escucharas sumergido en el agua u otro medio similar. Por supuesto el pequeño toque Stoner que impregna a la banda en ciertas ocasiones es algo también bastante visible al oído, y no hay más que presenciar cómo surge Perpetual Generations y cómo se va desarrollando para darse cuenta de ello.

Como última curiosidad de An Ache For The Distance, habría que recalcar el tema Horse Thieves con el que cierra el disco, casi 7 minutos de un sonido mucho más crudo en donde las voces se sumergen en completo ácido y flotan sin rumbo por todos lados, para acto seguido comenzar a delirar completamente en un ejercicio de esquizofrenia total con saxofones embullidos en la más absoluta decadencia y voces enfermas a más no poder hasta el cierre del disco.

Y así, The Atlas Moth da un salto de fe hacia el éxito con resultados notables, ofreciéndonos un disco que te sumergirá en un mundo de completa fantasía delirante. Porque si hay algo que no existe, se construye con la mente.



Puntuación: 8'5/10

viernes, noviembre 04, 2011

Pianos Become The Teeth - The Lack Long After (2011)

Coge una flor, tócala, acaríciala, huélela, siéntela. Coge un pájaro, con suavidad, siente cómo su latido hace vibrar la palma de tu mano, siente que está lleno de vida, comprende el mundo desde su forma de ser. Ve hacia un lugar donde estén solos tú y la naturaleza, respira hondo, relajado, con los ojos cerrados, alza los brazos, deja que el viento te abrace y forma parte de éste en un uno absoluto.

Ahora túmbate, coge el último trabajo de Pianos Become The Teeth, reprodúcelo, cierra los ojos y deja que el resto haga su cometido. De esta manera podrás comprender lo afortunado que es uno de tener algo tan valioso como es la vida, pues sólo siguiendo en este mundo vivo podrá uno ser testigo de obras hermosas como The Lack Long After que le dan un mayor sentido a todo, pues esto no es sólo música: es expresión en toda su regla, es arte en todo su sentido y es, ante todo, belleza transformada en música. Y no es la primera vez que este grupo alcanza estas cotas magistrales de grandiosidad, si hay algo por lo que se caracteriza Pianos Become The Teeth, es por alcanzar el mayor significado de la palabra "música", que no es otro que el de conseguir transmitir una serie de emociones y sentirse uno identificado con la música que estos estadounidenses practican. Con la salida de su Old Pride, demostraron que no iban ni por un paso por delante ni por detrás de los demás grupos dentro de la escena del Screamo/Post-Rock que actualmente se está cosechando en estos últimos años: van por su propio camino, nunca comparándose con nadie, nunca igualándose a nadie. Y si bien podría decirse que en cuanto a emotividad lo más próximo a ellos podría ser The Saddest Landscape (otra maravilla sonora que no debería dejar pasar por alto nadie), Pianos Become The Teeth tiene otra visión, en la que los sentimientos más sinceros y puros del hombre pueden manifestarse a través de una serie de melodías y armónicos que den como resultado a toda una declaración de intenciones humanas.

Con su nuevo The Lack Long After, la banda se reafirma en sus ideales, demostrando una vez más su capacidad de desprenderte de todo dolor y calmar tu alma. Una vez más, el grupo apuesta por trasladarnos hacia un mundo de magia a través de un equilibrio perfecto entre el Screamo y el Post-Rock con algún pequeño toque de Emo propio de grupos como Mineral. Pero incluso con todo ello, cogen estos elementos y los evolucionan hacia un sinfín de sonidos únicos e incomparables con ningún otra cosa. Ya de cabida uno se da cuenta de ello con I'll Be Damned, seguido del majestuoso Good Times que a más de uno le podrá encontrar alguna semejanza con el magnífico tema Jess And Charlie del anterior trabajo.

Quizás con mayor toque Post-Rock en sus composiciones, Pianos Become The Teeth nos adentra mucho más en pasajes estratosféricos que nos harán sentir como levitando entre aguas limpias y cristalinas, y donde la voz de Kyle Durfey juega un papel importante en conseguir transmitir esa sensación de calma aún cuando expresa más dolor que otra cosa, algo que consigue de manera soberbia en esa pequeña joya que posiblemente pasará a la posteridad como uno de los mejores temas que se han tratado, y que responde al nombre de I'll Get By, mientras el resto de instrumentos y las melodías de las guitarras te hacen mecer como a un bebé en su cuna.

¿El amor es algo natural, o inventado por el hombre? Venga de donde venga, sólo sé que el amor hacia cosas como The Lack Long After es posible pues, entre otras cosas, nunca te destrozará el corazón. Es más, te lo aliviará.



Puntuación: 10/10

miércoles, noviembre 02, 2011

Lantlôs - Agape (2011)

Recuerdo la primera vez que escuché Lantlôs y lo mucho que me impactó en su momento su debut homónimo: era como ver la vida desde otros ojos, desde unos ojos cansados, hartos de ver cómo todo a su alrededor se va masificando hasta el punto de que no se puede respirar, hartos de ver cómo el planeta se va pudriendo poco a poco, y de cómo la sociedad se va convirtiendo en un sistema en el que todo parece estar perfecto, pero inanimado, sin alma ninguna, unos ojos que ven la vida y las calles desde otro tono, un tono gris.

Lantlôs, que en su significado alemán significaría "sin techo" o "sin hogar", es el proyecto del alemán Herbst al que poco después se le sumaría Neige tras la retirada de su anterior compañero Angrrau tras lanzar su disco homónimo. Desde entonces, tardaron casi 2 años en lanzar su siguiente disco, .Neon, que volvía a regalarnos un momento más de gloria decadente a través de una simbiosis casi perfecta del Black Metal depresivo con el Post-Rock, dando así lugar a una experiencia única.

Y justo cuando uno pensaba que tardarían una nueva eternidad en lanzar algo nuevo, resulta que este año lanzan casi sin avisar su nuevo trabajo que hoy tenemos aquí delante, llamado Agape, y que no es más que la reafirmación de que nos encontramos ante un nuevo fenómeno que va más allá de lo conocido, aún cuando en estas épocas Lantlôs puede que no tenga más trucos debajo de la manga.

Desde el momento en que Agape suena por primera vez en nuestros oídos, deja claro una cosa: Lantlôs cada vez se va adentrando más en los pasajes y la ambientación característica del Post-Rock. Con la llegada de Neige y su influencia es algo que se podía apreciar en .Neon, y aquí ya no es sólo una simple apreciación: es un hecho. Los 5 temas que conforman Agape están atesorados de una magia magistral adornada casi completamente por los pasajes de este estilo, teniendo algún momento de algidez y rudeza propia del Black, pero siempre bajo la capa del Post-Rock. Buen ejemplo claro de ello lo presenta Bloody Lips And Paper Skin, la cual va pasando de las frágiles notas ejecutadas a la potencia de la guitarra junto con la voz rasgada de Neige, manteniendo en todo momento ese tono y toque característico del Rock más expansivo.

Por supuesto también hay momentos en donde el Black Metal se alza completamente con riffs acelerados gracias a la batería, aunque sólo en momentos puntuales, como al principio y al final de Bliss, que da el toque final a un tema que presenta un claro contraste entre la crudeza del Black y la melancolía del Post-Rock con pasajes en donde el piano acompaña en este viaje hacia la más absoluta nada. Y tan pronto como nos regalan unos minutos hermosos en You Feel Like Memories en donde la tranquilidad y la paz son los protagonistas de esta trama, pasan a un sonido completamente desolador en Eribo - I Collect The Stars, al igual que en el primer tema Intrauterin, en donde muestran su lado más oscuro, con algunos riffs pesados, lentos y opresivos que casi rozan el sonido de Altar Of Plagues.

Si bien es cierto que no supera a su magistral disco homónimo, Agape lo roza con la punta de los dedos gracias a un sonido que lo impulsa lo más arriba posible. Y si no le da a alcanzar a éste, al menos le da a alcanzar a tocar las estrellas, a ellos y a muchos de los que escuchen esta obra.



Puntuación: 9'75/10

martes, noviembre 01, 2011

Cloud Rat - Fever Dreams (Recopilatorio) (2011)

He de reconocer que últimamente tengo una época de sonidos ultra-rápidos y cortos del que no me saca nadie, ya bien sea a través del Crust, del Powerviolence, o sobre todo del Grindcore. En estos meses es lo único que me pide el cuerpo, y echando un vistazo hacia las novedades de estos estilos en este año, parece que no ha habido nada más interesante más allá de lo que ya nos ha dado este año: Looking For An Answer sigue demostrando que como ellos hay pocos que dan tanta felpa, Rotten Sound se reafirma en ser actualmente los líderes del Grindcore sueco, Weekend Nachos se han superado con un disco que lanza todos por los aires, Brutal Truth parece que andan un poco a la deriva con su nuevo disco del que me esperaba algo mejor, y el debut de Noisear deja buen sabor de boca con un disco que bebe precisamente de los BT pero mucho más directos y técnicos si cabe.

Pero esto, esto que vengo a comentar hoy, es posiblemente la verdadera sorpresa del año en cuanto al Grindcore y todo lo que pueda parecerse a él, pues nos encontramos ante una jodida delicia al que no le falta nada para ser uno de los mejores discos del estilo en este año. Cloud Rat es una banda proveniente de Estados Unidos, surgida en 2009 y que viene dispuesta a llevarse todo por delante, secuestrarlo, y tirarlo por un acantilado para hacerse un nombre. Y es que desde que lanzaran en 2010 su debut homónimo uno se pregunta cómo es que uno tiene que caer de manera aleatoria para descubrir a estos chicos, pues para descubrirlos casi que hay que hacer por casualidad. Fever Dreams recoge sus mejores temas de Splits compartidos con otras bandas dentro del underground con el fin de compilar una auténtica bomba sonora que estallará en tu casa desde el instante en que le des al reproductor de turno.

Cloud Rat basa su sonido en el Grindcore más hardcorizado, casi en el Powerviolence, y con una serie de elementos que danzan entre bandas como Brutal Truth por presentar entrecruzadas composiciones en la que a veces da la sensación de estar escuchando dos temas a la misma vez, Magrudergrind por la bestialidad que le atesoran en el ámbito de bailar entre el Grind y el Powerviolence, sonando muy hardcoretas y a la vez muy cazurros (y por ser un trío compuesto de voz, guitarra y batería, dicho sea de paso), y lo último de Weekend Nachos por presentar algunos temas en donde se adentran en los medios-tempos con una oscuridad y a la vez un sentimiento pasmosos, rozando incluso el Sludge por momentos en temas como Deliverance In The Clouds o Caregiving To The Passive. Por hacer una comparación odiosa, es como si a Punch se le hincharan los huevos sobremanera y se volvieran unos auténticos berzerkers a los que no les importa morir tirándose hacia la batalla sin dudar ni un instante, en pos de una voz femenina que calza a la perfección con el caos total que supone Fever Dreams, rabiosa como un perro acorralado en una esquina. Temas como Clear demuestran el compendio que supone entre los arranques de puro Grindcore y la oscuridad que emanan de su interior, consiguiendo así un equilibrio perfecto entre la pura locura y la depresión total, dando como resultado final a un disco que más de uno desearía lanzar a día de hoy.

Un disco excelente, fiero y que sacia mi apetito y sed que llevo teniendo en estos días. Si vas a cruzar la carretera y ves que un camión pasa justo delante tuya a punto de arrollarte, probablemente ese camión se llame Fever Dreams.



Puntuación: 10/10