Pues Sweet Cobra es rebeldía, mala hostia... hacer lo que te dé la gana, vaya. No son nuevos en este mundo, llevan ya 8-9 años aproximadamente y 3 álbumes a sus espaldas antes de la llegada de su cuarto y nuevo disco Mercy. Y la propuesta de la banda es simple y sencilla: Sludge anclado en el Hardcore más rítmico, claro revelo de Kylesa, y que luego le pasarían a otras bandas que vendrían después como Black Tusk. Aún a pesar de ciertos contratiempos de la banda, como la muerte de su anterior guitarrista Matthew Allen Arluck fulminado por un cáncer, han sabido seguir manteniéndose en pie y hacer lo que más les gustan: tocar. Y este Mercy es el fruto de dicho esfuerzo y superación, un disco que, aunque no traiga nada nuevo bajo la sombra, sabe mantener las raíces del Sludge actual y mostrar ejemplo de ello.
Está claro que la banda no pretende hacer nada nuevo. Al contrario, buscan reafirmar su sonido y condensarlo en este Mercy, y así lo han logrado. Con temas como Sprague Dawley o la fulminante Matriarch demuestran que aún dentro del género saben marcar cierta personalidad, y que saben moverse entre dichos pasajes como si de una serpiente escurridiza se trataran, y es posible que ése sea el mérito que le atribuye al nombre de la banda. Pero quitando eso a un lado, en estos casi 40 minutos de metraje, nos encontraremos ante un disco bien pulido y con las ideas claras. Incluso, además de ello, presentan algún pequeño toque rockero, y se atreven a desacelerar, como puede ocurrir en Silvered, comenzando con una atmósfera muy gruesa, y finalmente pisan el acelerador a fondo. O sino, también tienes a Reinhold London, que en cierto modo se asemejan a los Bison B.C.
Directo y a la cara, sin miramientos, ni titubeos, ni dudas que puedan entorpecer, así es lo nuevo de estos estadounidenses directamente de Illinois, Chicago. Un disco entretenido y 100% disfrutable que hará de las tardes de soledad más amenas. En perfecta compañía de estos chicos estamos.
Puntuación: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario