lunes, enero 24, 2011

Times Of Grace - The Hymn Of A Broken Man (2011)

¿Recordáis a Killswitch Engage? Estoy seguro de que sí, no hay una sola persona en la faz de la tierra que se considere amante de estas frecuencias y que no haya escuchado nunca a esta banda. Estos chicos provenientes de Massachusetts y desde el grupo Aftershock fueron uno de los pistoletazos de Roadrunner Records cuando el Metalcore empezaba a tener pegada dentro del mundo. Con sus melodías, sus voces dulces combinadas con un groove pegadizo y potente, y temas fáciles de memorizar, este grupo era tema en múltiples conversaciones por aquel entonces... hasta que empezaron a caer en el olvido ante la llegada de otras bandas del género mucho más afianzadas al Hardcore y no tan mainstream como pueden suponer éstos.

Entre los miembros de la banda se encuentra Adam Dutkiewicz, uno de los padres fundadores y muy conocido por sus característicos riffs y punteos que se suele marcar a la guitarra, después de haber estado a la batería en la banda. En estos últimos años, la ambición de Adam era la de mover su sonido hacia una nueva perspectiva, y tras su ingreso en hospital en Reino Unido en 2007, empezó a trabajar para construir el esqueleto que conformaría posteriormente a su proyecto paralelo, Times Of Grace (¿posible nombre tomado del archi-conocido álbum de Neurosis? Tal vez). Después de tratar todos los instrumentos esenciales para el proyecto, Adam necesitaba una voz. ¿Y a quién recurre? Pues nada más y nada menos que al vocalista original de su banda que le lanzó a lo alto de la cima, Jesse Leach. Y tras varios años de retraso, finalmente ve la luz su creación: The Hymn Of A Broken Man.

Lanzado bajo RoadRunner Records, y producido por el propio Adam, nos encontramos ante la otra faceta de este hombre, en un disco mucho más maduro que todo lo que haya hecho anteriormente, con una faceta más seria que la que podría presentar Killswitch Engage. "Evolución" es la palabra que mejor define a este trabajo, donde Adam nos brinda un Metalcore que se sale bastante de los cánones típicos de su banda, un Metalcore lleno de varios matices y que ha medida que transcurre te irá atrapando con sus tentáculos para inyectarte su potente y mortal veneno. Comenzando la travesía con Strength In Numbers a bordo, nos daremos cuenta del notable cambio que presenta este proyecto en comparación con sus otras bandas. Eso sí, seguiremos disfrutando de los riffs y los punteos tan asombrosos que se suele sacar de la banda este hombre, uno de los únicos puntos que nos recordará a Killswitch Engage, pues ni siquiera Jesse Leach suena igual que hace más de 5 años cuando abandonó la banda ya mencionada, tanto para las voces melodiosas como para los momentos de auténtico desgarre.

Si algo le da mérito a The Hymn Of A Broken Man, el suficiente como para impresionarme incluso después de que Killswitch Engage ya casi los tenga en el baúl del olvido, aparte de su alejamiento de éste, es por la variedad que presenta el disco en cada tema, tanto en melodías, composición, como en influencias. Para empezar, encontraremos resquicios de bandas como Meshuggah en cuanto a potencia sonora, prueba de ello es Fight For Life. Otro punto es la presencia de elementos como el Metal Alternativo y de las sonoridades de bandas como Faith No More, además de un Metalcore mucho más acercado al de bandas más actuales, pero con un toque de regusto propio exquisito. Y no sólo eso, hasta podríamos hablar de elementos propios del Post-Rock. Pequeños trozos de éste podríamos encontrar en temas como Until The End Of Days, pero es a partir del interludio In The Arms Of Mercy donde mayor presencia de éste se manifiesta. Y si no es eso, te plantan un temazo de puro Folk Rock con un toque forastero que te abofeteará sin piedad por insolente como es The Forgotten One. Pero no creáis que porque se intente alejar de la estética musical de Killswitch Engage no vas a encontrar alguna referencia a éstos, como bien puede ser Live In Love, 100% de la casa. Y como postre final, Fall From Grace, con las mejores voces melódicas del disco a cargo de un Jesse Leach irreconocible.

Un disco que jamás me habría esperado, y menos aún de alguien a quien menos esperaba. Uno de esos discos que te hacen recordar ciertos momentos con alegría y nostalgia. Bah, me pongo ñoño, sólo digo que a pesar de las circunstancias, estamos ante un grandioso disco que no dejará indiferente a nadie, incluso al que se considere el más true del rancho. Y tranquilos, que Ulcerate tendrá que esperar, pero no por mucho tiempo.



Puntuación: 9'75/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario